Bruselas apuesta por las pensiones privadas para impulsar el mercado europeo de capitales

Bruselas apuesta por las pensiones privadas para impulsar el mercado europeo de capitales

La Comisión Europea pretende impulsar los fondos de pensiones privadas para que «desempeñen un papel en la financiación de la economía de la UE»

El Gobierno aspira a que “más de la mitad” de los trabajadores tenga un plan de pensiones complementario

Las pensiones privadas se han convertido en una nueva fórmula para buscar inversiones en la UE. La Comisión Europea ha anunciado este jueves un nuevo paquete normativo de jubilaciones suplementarias, que trata de impulsar el negocio de las pensiones privadas como fórmula para ofrecer “más oportunidades para que los hogares construyan su riqueza a través de los mercados de capitales, al mismo tiempo que impulsa el crecimiento económico y la competitividad de la UE”.

Los funcionarios europeos se han esforzado en tratar de asegurar que las medidas no van en contra de las pensiones públicas, “las acciones propuestas tienen como objetivo complementar – no reemplazar – las pensiones públicas, que son la base de los sistemas de pensiones en todos los Estados miembros”. Mientras que otro de los objetivos era aclarar que la medida “no es construir mercados de capitales”, sino “dar a las personas la oportunidad de tener un ingreso adecuado en su jubilación, dar a las personas la oportunidad de seguir teniendo un nivel de vida digno en la jubilación”.

Sin embargo, un alto funcionario de la Comisión volvió a utilizar el miedo al futuro de las pensiones utilizado normalmente por la industria financiera para respaldar las pensiones privadas: “Vamos a vivir más tiempo, lo cual es una muy buena cosa, pero la fuerza laboral está disminuyendo y vemos que las formas de empleo que no son fijas están en aumento. Así que es necesario pensar cuidadosamente en cómo podemos seguir asegurando que haya suficiente cobertura de pensiones para los ciudadanos europeos. Este paquete también responde a la sostenibilidad fiscal de los sistemas de pensiones públicos”.

Según datos de la Comisión, en la UE “solo el 20% de los europeos participan en un régimen de pensiones ocupacionales y solo el 18% de los europeos tienen un producto privado. Es lo que queremos cambiar con las medidas que se presentan con este paquete”.

Y con las explicaciones de un funcionario de alto nivel de la Comisión también se vio el objetivo real de la medida. “Con esta medida también se trata de movilizar fondos para invertir en nuestras prioridades. Los fondos de pensiones, que son ahorros a largo plazo, se pueden convertir en capital para invertir con un horizonte de tiempo a largo plazo. Tenemos una brecha de inversión muy grande. De esos 750.800 millones de inversión adicional por año que necesitamos para financiar nuestras prioridades, desde transición digital a Defensa, los fondos de pensiones pueden dar una contribución importante”.

La Comisión pretende impulsando el negocio de las pensiones privadas “un efecto secundario positivo: conseguir más dinero para ser invertido en la economía. Si podemos destinar parte de ese dinero a inversiones en prioridades europeas, esto beneficia a todos, porque beneficia a la economía y a la sociedad. Queremos animar a la gente a ahorrar más para su jubilación y asegurarnos de que los fondos de pensiones desempeñen un papel en la financiación de la economía de la UE”.

Con estas premisas, se va a hacer una propuesta legislativa para modificar la Directiva sobre Instituciones para la Jubilación Profesional, de manera que se rebajen las exigencias a la hora de proponer planes de pensiones de empleo. Mediante la simplificación de la regulación se quiere hacer más atractivo estos planes de pensiones privados “reduciendo procedimientos transfronterizos y las reglas de transferencia”.

Según la Comisión, “los cambios que eliminan las barreras para construir escala o agrupar activos lo que puede reducir costos y diversificar las inversiones de los planes de pensiones de empleo, incluyendo en acciones, maximizando así el valor para los ahorradores”. Además, “mejora la protección de los ahorradores y elimina las barreras a la consolidación impulsada por el mercado y otras formas de fomentar economías de escala”.

También se va a modificar el Reglamento del Producto Paneuropeo de Pensiones Personales (PEPP) para que las pensiones privadas paneuropeas sea “más atractiva, accesible y rentable para los ahorradores”. Una vez más, se opta por la simplificación, el eufemismo para decir que se van a “eliminar requisitos y características”. Así se ofrece “una mayor flexibilidad” para la industria financiera y se acaba con el límite de tarifa del 1% con el que se pretendía restringir los costos y el riesgo limitado de pérdida de capital para los ahorradores, que según la industria financiera es “excesivamente oneroso”.

También hay una serie de recomendaciones para los países miembros: implementar la inscripción automática en los planes de pensiones de empleo, con la plena libertad para que los individuos opten por no participar. Dar más información a los ciudadanos para que sepan qué pensión tendrán en el futuro, de manera que “ayude a abordar la baja participación en los planes de pensiones privados” y que se pongan en marcha paneles nacionales de pensiones para que los responsables de políticas de los Estados miembros sepan qué cobertura y sistema de pensiones hay en cada país miembro.