Felipe VI celebra los 50 años de la coronación de Juan Carlos I… sin Juan Carlos I
El rey excluye a su padre de los actos institucionales por el aniversario que contarán con el plante de la izquierda parlamentaria, los independentistas y Vox. El rey emérito solo ha sido invitado a un «almuerzo privado» en el Palacio de la Zarzuela
ERC, EH Bildu y BNG exigen romper con la monarquía “impuesta” por Franco para avanzar a una “auténtica democracia”
El 22 de noviembre se cumple medio siglo de la restauración borbónica en la persona de Juan Carlos de Borbón. 50 años después de su coronación, el rey emérito vive desterrado en Abu Dabi por sus polémicas financieras y judiciales. Su hijo y sucesor, Felipe VI, ha organizado para este viernes dos actos institucionales: uno en el Congreso, para homenajear la fecha, y otro previo para rendir honores a su madre, Sofía de Grecia. Juan Carlos I no ha sido invitado a ninguno de los dos eventos. Sí acudirá a un “almuerzo privado” el sábado en el Palacio de la Zarzuela, al que ha aceptado acudir a regañadientes.
El primero de los actos se celebrará en el Palacio Real y es muy revelador del momento que vive la familia real, entendida de forma amplia. Felipe VI impondrá a su madre, Sofía de Grecia, la mayor distinción que concede la monarquía española desde hace siglos: el Toisón de Oro. El motivo: “Su dedicación y entrega al servicio de España y de la Corona”.
La concesión de la condecoración se produjo formalmente en octubre del año pasado y se publicó en el Boletín Oficial del Estado en enero, pero Felipe VI ha querido esperar al quincuagésimo aniversario de la restauración borbónica para homenajear a su madre. Y en ausencia de quien fue el principal protagonista hace 50 años. El jefe del Estado solo había condecorado con este galardón a una mujer desde que en 2014 asumió el trono: a su hija y heredera. También a él le impuso esta distinción su padre en 1981.
En el evento de este viernes en el Palacio Real serán también condecorados los dos redactores de la Constitución que están vivos, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón y Miquel Roca. Y también el expresidente del Gobierno, Felipe González. El motivo de este último galardón, su papel en el ingreso de España en la Comunidad Económica Europea (CEE), precursora de la actual Unión Europea, lo que para algunos “se puede considerar el final de la Transición”, según explican desde la Zarzuela a elDiario.es.
El acto lo organiza en exclusiva la Casa del Rey, que ha optado por no invitar a Juan Carlos de Borbón. El motivo alegado oficialmente es que “él mismo decidió en 2019 apartarse de la agenda pública e institucional”. Por tanto, prosiguen las mismas fuentes, “no está invitado” a sendos actos, que son institucionales. Desde Zarzuela recuerdan que tampoco asistió hace dos años a la jura de la Constitución de la Princesa de Asturias.
La relación entre padre e hijo ha sufrido un notable y ostentoso deterioro con el paso del tiempo que se ha acelerado en los últimos años. Juan Carlos de Borbón abdicó en 2014, asediado por sus escándalos y para intentar salvar al sistema surgido precisamente de la Transición. Pero no fue suficiente. Los consiguientes procesos judiciales (que fueron cerrados sin consecuencias) socavaron tanto su imagen que el rey emérito optó por el destierro.
Pero no solo Juan Carlos de Borbón se benefició del dinero opaco que atesoraba al margen de la Hacienda española en fundaciones ocultas en el extranjero. La condecorada Sofía de Grecia también disfrutó de las tarjetas opacas que usó buena parte de la familia real para sufragar sus gastos privados.
El propio Felipe VI y su primogénita, Leonor de Borbón, eran beneficiarios de dichas fundaciones. Ambos prometieron renunciar al dinero de dos de ellas que les pudiera corresponder en herencia cuando fallezca el rey emérito.
Un último detalle: Miquel Roca fue el abogado de Cristina de Borbón en el juicio del ‘caso Noos’. Ella fue absuelta y su ya exmarido, Iñaki Urdangarin, condenado a seis años de prisión.
Ajuste de cuentas de Juan Carlos I
El destierro no ha ayudado a mejorar la situación. De hecho, Juan Carlos de Borbón ha aprovechado la publicación de su biografía autorizada para ajustar algunas cuentas. “Ni una guerra ni ningún proceso legal me obligaron a hacerlo”, apunta en sus memorias sobre lo que él denomina “expatriarse”.
El ex jefe del Estado acusa a “medios de comunicación” y al “Gobierno” de haber “presionado” para echarle del país “tras la revelación de la existencia de una cuenta bancaria que tenía en Suiza, y las acusaciones completamente infundadas de comisiones”.
“Jamás imaginé que cinco años después seguiría en Abu Dabi”, reconoce. En este tiempo, Juan Carlos I ha pasado de regresar temporalmente a España por la puerta grande y ser recibido en la Zarzuela de forma pública a ver limitadas sus visitas, cerradas las puertas de la que fue su casa y ser criticado por sus declaraciones y actividades.
“Me centré en los pequeños placeres”, cuenta Juan Carlos en el libro. “Me despierto con nostalgia y me acuesto con nostalgia”, sostiene. Y lanza la primera puya: “Mis breves estancias en España dependen de la aprobación de la Casa Real y me veo privado de la vida familiar en el Palacio de la Zarzuela”.
Pero el rey emérito tampoco comparte algunas decisiones de su hijo. Por ejemplo, retirarle la asignación económica que recibía del presupuesto de la Casa Real, y que él denomina “pensión”. “Renunció a mi herencia ante notario. ¿Esto es legalmente válido? Aún me lo pregunto”, afirma, para remachar: “Fue un golpe doloroso para mí como padre. Me sentí solo ante los ataques de los medios y el aluvión de noticias falsas”.
Plantón político en Palacio y en el Congreso
Al acto en el Palacio Real y al del Congreso están invitados todos los miembros del Gobierno, pero solo acudirán los de la parte socialista del Ejecutivo. Tanto la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, como los demás ministros elegidos bajo el paraguas de Sumar declinaron la invitación por cuestiones de agenda.
Díaz, por ejemplo, participa en Eslovenia en la segunda edición de la Internacional del Trabajo, que se celebró el año pasado en Madrid por primera vez. La ministra de Juventud, Sira Rego, tiene agenda precisamente por el día de los derechos de la infancia. La de Sanidad, Mónica García, firma y presenta junto al director de la OMS en Europa, Hans Kluge, la Declaración de Madrid, “que plasma los compromisos y retos en materia de igualdad de género en la salud”. El resto ha optado por declinar la invitación.
Otro de los invitados por protocolo será el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, condenado este mismo jueves a una pena de inhabilitación por participar en la filtración del correo de la confesión de delitos fiscales por parte de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. La sentencia no se ejecutará hasta que se comunique formalmente. Algo que no habrá ocurrido el viernes. Al cierre de este reportaje, se desconoce si García Ortiz asistirá al evento.
Tras la imposición de los respectivos toisones, la comitiva se desplazará al Congreso, donde se celebrará el acto oficial de homenaje por los 50 años de coronación de Juan Carlos de Borbón. Y también sin su presencia.
Este evento está organizado por el Congreso a petición de la Casa del Rey, y tendrá un trasfondo más académico que institucional. Será un coloquio bajo el título ’50 años después: la Corona en el tránsito a la democracia’ en el que participarán los periodistas Iñaki Gabilondo y Fernando Ónega, que actuarán como moderadores, la catedrática de Ética Adela Cortina, el catedrático de Historia Juan Pablo Fusi, el expresidente del Senado Juan José Laborda y la directora del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Rosario García Mahamut.
Al Congreso están invitados todos los grupos parlamentarios. Del PP asistirán, al menos, Alberto Núñez Feijóo y la portavoz, Ester Muñoz. Feijóo también está invitado al acto del Palacio Real como líder del primer partido de la oposición.
Las ausencias a este evento serán muy notables. Y no las protagonizarán solo los habituales. Además de la izquierda parlamentaria y los independentistas, al plante al rey se sumará otra vez Vox. Santiago Abascal ya optó por no asistir a la recepción del pasado 12 de octubre presidida por Felipe VI.
Tanto Sumar como Podemos, ERC, Junts, EH Bildu, PNV y el BNG se ausentarán también este viernes. El acto del Congreso estará así principalmente respaldado por el PP y el PSOE, los partidos que, con la breve excepción inicial de la UCD de Adolfo Suárez, han gobernado España desde la Transición, que se celebrará sin el que la historiografía oficial ha señalado como uno de los principales impulsores, Juan Carlos de Borbón.