El presidente de la COP30 advierte del peligro que amenaza la cumbre: «No podemos dividirnos dentro del Acuerdo de París»
Correa do Lago comparece antes las delegaciones al llegar las negociaciones a un punto muerto por la cuestión del abandono de los combustibles fósiles
Por qué es imposible limitar el cambio climático sin afrontar el abandono de los combustibles fósiles
El presidente de la COP30, André Correa do Lago, con palabras suaves, ha alertado del peligro que está sobrevolando la cumbre del clima de Belém do Pará. “No podemos dividirnos dentro del Acuerdo de París. Nuestro consenso debe mostrar que somos mucho más fuertes que aquellos que dicen que esto no puede continuar”.
El político ha salido a la palestra en una asamblea plenaria frente a todas las delegaciones y observadores cuando su última propuesta de acuerdo para esta COP ha eliminado las referencias directas a los combustibles fósiles. “Cuando la primera economía del mundo ha abandonado el acuerdo –ha repetido varias veces Do Lago en referencia a EEUU y su presidente Donald Trump– debemos preservar el multilateralismo mediante un espíritu de cooperación, no con uno de ganadores y perdedores”.
La cuestión es que se ha ido instalando en la conferencia un “sentimiento de división”, ha admitido el presidente de la cumbre. Una división entre los que empujan para que haya una referencia concreta al diseño de un plan (hoja de ruta) para facilitar el abandono del petróleo, el gas y el carbón y los que no quieren oír hablar de esa guía ya sea por sus niveles de producción de hidrocarburos o por su necesidad de energía aunque sea a base de fuentes sucias.
El borrador que ha presentado Correa do Lago incluye puntos como la creación de un “acelerador de implementación”, pero los delegados en Brasil se preguntan qué significa realmente eso. También “pide a los países mejorar sus planes climáticos nacionales”, lo que no deja de ser una obviedad, puesto que la evaluación del efecto conjunto de esos planes muestra un recorte de emisiones de un 12% en 2035 cuando debería llegar al 57%. Ese camino lleva a un calentamiento del planeta de, aproximadamente, 2,5ºC. El objetivo del Acuerdo de París es intentar dejarlo en 1,5ºC.