Los productos de limpieza que no debes mezclar, según un experto: «Pueden neutralizarse o producir gases tóxicos”

Los productos de limpieza que no debes mezclar, según un experto: «Pueden neutralizarse o producir gases tóxicos”

Los productos de limpieza son químicos muy potentes que ayudan a mantener el hogar limpio, pero también pueden llegar a ser dañinos al entrar en contacto con otros químicos

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En ocasiones, cuando la suciedad se vuelve insistente, es tentador hacer todo lo posible para eliminarla. Y esto nos lleva muchas veces a hacer mezclas y combinaciones de productos que, en realidad, son muy peligrosas.

En España se produjeron, en 2019, un total de 2,7 millones de accidentes domésticos, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Muchos de los más graves fueron a consecuencia de una mala manipulación de productos de limpieza: quemaduras, intoxicaciones, incendios o explosiones son algunos de los problemas de un incorrecto uso de estos productos, que tienen propiedades corrosivas, irritantes, tóxicas e inflamables, de acuerdo con el Consejo General de Colegios oficiales Químicos de España.

Los accidentes con productos de limpieza domésticos también representan una de las primeras causas de consultas al Servicio de Información Toxicológica.

Y es que esta idea de que la mezcla de productos es más eficaz es tan errónea como peligrosa, tal y como nos explica Carlos Martínez, gerente de Química Científica, según el cual ninguna mezcla de productos de limpieza “los hace más eficaces, sino todo lo contrario: mezclarlos puede generar una reacción química peligrosa para la salud, neutralizarse entre sí o producir gases tóxicos”.

Productos que no debemos mezclar jamás

Por todo ello, antes de empezar a jugar a ser químicos, debemos tener en cuenta una serie de consideraciones sobre los productos de limpieza, como conocer qué es lo que dicen los profesionales sobre los que no tendríamos que combinar nunca. Martínez nos explica cuáles son algunos de estos productos que no tenemos que mezclar bajo ninguna circunstancia:

Lejía y amoníaco: “Produce gases tóxicos que irritan las vías respiratorias y los ojos, incluso puede llegar a causar la muerte”, advierte Martínez. Tanto la lejía como el amoníaco se encuentran en varios productos de limpieza domésticos.
Lejía y vinagre u otros ácidos: aunque esta mezcla puede parecer poderosa, nunca debemos hacer esta combinación porque “genera gas cloro, muy tóxico para el organismo”, advierte Martínez. Incluso a niveles bajos puede provocar tos y problemas respiratorios, desde irritaciones leves hasta problemas respiratorios graves.
Lejía y alcohol: ambos son desinfectantes comunes. El alcohol está presente, por ejemplo, en muchos limpiacristales. Sin embargo, cuando se mezcla con la lejía, ambas sustancias generan “cloroformo, que puede causar mareos, náuseas y daños graves al sistema nervioso”. La mezcla es especialmente peligrosa en baños y cocinas, habitaciones donde la ventilación puede ser limitada.

En resumen, nunca debemos mezclar la lejía con ningún otro producto, “salvo con agua para diluirla, y con cuidado”, matiza Martínez. Según el Ministerio de Sanidad, una fórmula para desinfectar sería mezclar 20 mililitros de lejía con 980 mililitros de agua, justo antes de limpiar, y dejar actuar cinco minutos y aclarar. Eso sí, siempre con agua fría.

Si estos productos se usan correctamente y por separado, cada uno de ellos es eficaz en su función, a pesar de que algunos son corrosivos y tóxicos por sí solos. Pero si los mezclamos, no serán tan eficaces e, incluso, tienen consecuencias negativas.

¿Se puede mezclar bicarbonato de sodio con vinagre o limón? 

En cuanto a esta opción, Martínez mantiene que, pese a no tratarse de una mezcla peligrosa y sí popular como remedio casero para limpiar cañerías o desinfectar superficies, “tampoco es recomendable y es necesario que se haga con la máxima precaución, ya que puede liberar CO₂”.

Además, tampoco se ha demostrado que sea del todo efectiva, ya que el dióxido de carbono y agua que se genera al mezclarlos provoca una efervescencia que solo limpiaría de manera superficial. 

Los primeros signos de incompatibilidad entre productos de limpieza pueden ser un leve silbido, vapores, calor y presencia de burbujas.

Limpiar sin mezclar

Ahora que ya sabemos qué productos no limpieza no tenemos que mezclar y los posibles riesgos, debemos considerar la posibilidad de usar productos seguros sin hacer ciertas combinaciones de ingredientes. A la hora de limpiar, por tanto, es esencial usar un solo producto a la vez para evitar mezclas accidentales y posibles reacciones químicas. Centrarnos en un solo producto garantiza una limpieza eficaz sin riesgos asociados por la combinación de agentes incompatibles. 

Al usar un único ingrediente es posible controlar mejor la aplicación y la disolución, lo que nos lleva a resultados más consistentes. Además, permite una comprensión más clara de sus ingredientes y de las superficies específicas para las que es más adecuado, lo que mejora la eficiencia y la seguridad de la limpieza. 

En qué debemos fijarnos a la hora de usar productos de limpieza

En general, los productos suelen enumerar los ingredientes, destacar los riesgos y advertir contra la mezcla. Por ello, es importante que tengamos en cuenta algunas consideraciones cuando manipulemos productos de limpieza. Para Martínez, las fundamentales son:

Leer las instrucciones y consejos del fabricante en la etiqueta: si se siguen las directrices del producto se pueden evitar contratiempos. La comprensión de los distintos símbolos y advertencias de las etiquetas juega un papel clave en la correcta utilización del producto y en evitar daños en las superficies o tejidos.
No reutilizar los envases.
Asegurarnos de que haya una ventilación óptima.
Usar guantes y protección para los ojos.

Además, es fundamental que en casa estos productos se “mantengan alejados de la vista de los niños, en un lugar seco, y no exponerlos a la luz ni a fuentes de ignición”, advierte Martínez.