Adivina cuál es el país con las mayores reservas de petróleo del mundo
En plena escalada militar de EEUU en el Caribe para desestabilizar Venezuela y provocar un cambio de régimen, forzar la salida de Maduro o incluso atacar e invadir el país, sorprende que en tantas noticias y análisis se olvide mencionar un dato nada anecdótico
Con vuestro permiso, voy a reescribir algunos titulares de prensa de estos días. Es un cambio sencillo: donde dice “Venezuela”, ponemos en su lugar “el país con las mayores reservas de petróleo del mundo”. A ver qué tal suenan así las noticias: “Estados Unidos aumenta la presión militar sobre el país con las mayores reservas de petróleo del mundo”. “Crece la tensión en el país con las mayores reservas de petróleo del mundo ante la posibilidad de una intervención inminente de EEUU”. “Un bombardero B-52 y dos cazas de EEUU sobrevuelan la costa del país con las mayores reservas de petróleo del mundo en plena escalada militar”. “La llegada del mayor portaaviones de EEUU aumenta la presión sobre el país con las mayores reservas de petróleo del mundo”. “Iberia y otras aerolíneas cancelan sus vuelos al país con las mayores reservas de petróleo del mundo tras la advertencia de Washington”. “EEUU designa a Maduro como terrorista en plena tensión con el país con las mayores reservas de petróleo del mundo”.
Así leídos suenan diferentes, ¿verdad? En mi ignorancia (y tal vez ingenuidad), desconozco si el petróleo es un factor determinante en el enorme despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe y la agresividad creciente hacia Venezuela. Lo ignoro, pero me sorprende que en las informaciones y análisis se omita un dato nada anecdótico: que Venezuela tiene, no una de las mayores sino la mayor reserva de petróleo del mundo. Trescientos mil millones de barriles certificados, por delante de Arabia Saudí y muy por delante de otros grandes productores.
Ya sabemos que su capacidad de extracción y comercialización está en mínimos por méritos propios, pero ahí siguen esos 300.000 millones de barriles bajo tierra, la mayoría en la Franja del Orinoco, a espera de ser extraídos. En un momento en que Estados Unidos, con Trump, redobla su apuesta por los combustibles fósiles. Y no solo Estados Unidos: ahí está la COP30 de Brasil, que ha cerrado sin compromiso sobre el fin de los combustibles fósiles por presión de los países productores y las grandes petroleras.
No hace falta que me contéis lo que ya sé: que Venezuela se acerca a un estado fallido desde hace años, con un presidente falto de reconocimiento internacional desde las sospechosas últimas elecciones, y con muchas carencias democráticas y problemas internos, además de ser un factor de inestabilidad regional. Pero no recuerdo en el último siglo ni una sola intervención militar estadounidense que haya traído más democracia y derechos humanos. Los intereses de Washington van siempre por delante de otras consideraciones.
Si Trump juega a desestabilizar Venezuela para provocar un cambio de régimen, intenta acorralar a Maduro para forzar su salida, o acaba por atacar e invadir el país, será una vez más para defender intereses propios. Tampoco es la guerra contra el narco, que es hoy la coartada como otras veces lo fueron el terrorismo islamista o las armas de destrucción masiva. Si busca una posición de fuerza en el continente, es un primer paso para ir luego contra Cuba, o una jugada en el tablero geopolítico mundial, lo acabaremos sabiendo. Pero sorprende que en tantas noticias y análisis se olvide un dato crucial: que Venezuela tiene las mayores reservas de petróleo del mundo. Ahí lo dejo, a modo de “friendly reminder”.