Jared Bush, director de ‘Zootrópolis 2’, contra la IA: “Nuestras historias deben estar elaboradas por personas”
El también jefe creativo de Walt Disney Animation aborda el estreno de una de las películas más esperadas del año y se pronuncia sobre la importancia de no temer a lo diferente
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Jared Bush (Maryland, Estados Unidos, 1974) encamina a Disney a un fin de semana para la historia. El último trabajo del director y guionista, la secuela de Zootrópolis, va a convertirse en una de las películas de animación con mejor desempeño en taquilla de todos los tiempos. Así lo constata su debut en China, donde ha conseguido el mejor día de estreno y la recaudación diaria más alta jamás registrada por una película animada estadounidense en el país. En Estados Unidos, la cinta ha recaudado 10,2 millones de dólares en preventa, solo por detrás del récord de Vaiana 2 (13,8 millones de dólares).
Zootrópolis ya se convirtió en un fenómeno en 2016, cuando llegó a cartelera la primera parte, pero ahora promete ser una nueva franquicia de oro para la compañía. Jared Bush, quien también es jefe creativo de la delegación de animación desde 2024, ha conversado para elDiario.es sobre la importancia de las secuelas, la relevancia que tiene el cine animado frente a una industria que cada vez apuesta más por remakes de acción real, las preocupaciones derivadas de la inteligencia artificial y la relevancia que sigue teniendo la animación para tocar temas sociales.
Esta segunda entrega, que vuelve a seguir al zorro Nick y a la coneja Judy en otra aventura por un mundo lleno de animales, pone el foco en las diferencias entre personas, los estereotipos y las barreras territoriales. La trama presenta cómo los reptiles han sido completamente relegados a los márgenes, sumidos en prejuicios que les impiden hacer presencia en países que les han hecho creer que no pertenecen a ellos, un tema que se torna fundamental en un momento en el que la ultraderecha aprovecha la migración para sembrar odio.
Fotograma de ‘Zootrópolis 2’
¿Cuál es el propósito de la secuela de Zootrópolis?
Queríamos ahondar en la relación entre los personajes principales, Judy y Nick, que son animales muy diferentes y que también tienen una visión del mundo muy diferente. Esta película es una historia sobre nuestras diferencias. A veces, nuestras diferencias pueden ponernos nerviosos, pueden preocuparnos y pueden hacernos pensar que son un problema, pero de lo que habla la película es del hecho de que nuestras diferencias en realidad son maravillosas. Cuando empezamos a comprendernos unos a otros, empezamos a comprender esas diferencias. Nos damos cuenta de que son nuestra mayor fortaleza.
Estos personajes no encajan en los estándares sociales y se ven obligados a demostrar su valía. ¿Qué se hace para combatir los prejuicios?
Es realmente difícil. Algo de lo que nos dimos cuenta cuando hicimos la primera de Zootrópolis y que estudiamos bastante es cómo a veces es difícil superar las diferencias. Eso es lo que encontramos dentro de nosotros mismos. A medida que avanzábamos en la historia, el camino es muy sencillo. Consiste simplemente en intentar comprender a alguien, sentarse a hablar con él, verlo como persona y relacionarse con él. En la mayoría de los casos, dar ese simple paso de conversar e intentar entender a la otra persona es clave para ver que estas diferencias no son un problema en absoluto.
Los reptiles en la película representan a las personas marginadas, y la historia hace una crítica a las fronteras territoriales.
Los seres humanos somos complicados. Es algo que es así, que era así hace diez años y que seguía siendo así hace cientos de años. Es algo que forma parte de la naturaleza humana, pero eso no significa que no podamos darnos cuenta, aprender, hablar de ello e intentar hacerlo mejor. Los seres humanos tenemos la capacidad de empatizar, y eso es algo que se ve en la película.
Todos somos seres humanos y todos merecemos dignidad y respeto
El hecho de que los reptiles sean relegados a los márgenes recuerda a las personas migrantes.
Yo diría que se aplica a muchas cosas. Una parte muy importante de esta historia es que tendemos a juzgar a las personas que son diferentes a nosotros, y eso se aplica a diferentes cosas a lo largo de la historia de la humanidad. Lo importante de una historia como esta es que cosas como esa pueden resonar en ti, que puedes verla y decir: ‘Creo que para mí, esto es de lo que estás hablando’. Y hay un punto de conexión ahí. Es muy importante asegurarnos de que contamos historias para todo el mundo y que son historias que te permiten interpretarlas como quieras.
Al igual que sucede en la película, hay quien no respeta a gente por considerar que no pertenece a un país. ¿Es importante dar visibilidad a esto?
Sí, todos somos seres humanos y todos merecemos dignidad y respeto. Según mi experiencia, a veces es cuando nosotros mismos sentimos miedo cuando empezamos a preocuparnos por la diferencia de los demás. Suele empezar con algún problema que tenemos con nosotros mismos. Eso es lo que ocurre en la historia de esta película, porque un personaje como Nick, que es tan cauteloso y está tan preocupado por Judy, es capaz de llegar a un punto en el que puede ver el mundo de forma un poco diferente. Puede verla de manera distinta y puede crecer como persona. Lo que me encanta de historias como esta es que podemos ver esas complicaciones.
¿Es importante que las películas de animación también aborden temas sociales?
Las animaciones de Disney son importantes para contar historias que lleguen al público de todo el mundo. Contamos todo tipo de historias en las películas de animación de Disney. Tuve mucha suerte de trabajar en la primera de Zootrópolis, por supuesto, pero también en Vaiana y después en ¡Canta!. Son historias en las que hablamos de cosas que esperamos que lleguen al público, que es lo más importante. Es una discusión sobre cosas que te importan, que te llegan y que, con suerte, te hacen pensar cuando sales del cine, y eso puede ser algo tan simple como darse cuenta, como sucede en ¡Canta!, de que tu familia es diferente y que merece empatía, o como en Vaiana, una historia sobre una niña de 12 años que busca su identidad. Estas verdades humanas básicas las que nos gusta cuestionar.
Fotograma de ‘Zootrópolis 2’
Últimamente parece que solo se apuesta por remakes de acción real. ¿Es una buena noticia que películas de animación como esta tengan éxito en taquilla?
Celebro que cualquier película, sea cual sea, tenga éxito en taquilla. Me metí en este negocio porque me encanta sentarme en el cine y compartir esa experiencia con otras personas. Formar parte de una historia es muy importante para mí. Por supuesto, me encanta que la animación sea algo que una a la gente, que podamos contar estas historias y que podamos hacer una película de animación de Disney. ¿Sabes que 700 personas trabajan juntas para dar vida a una historia? Es muy emocionante. No importa cómo se cuente la historia que ves en pantalla: si vas a ver algo al cine, muchas personas han tenido que trabajar duro para darle vida. Es realmente difícil y es algo que me impresiona todo el tiempo.
¿Considera que ahora existe el temor de hacer películas de animación debido al posible fracaso en taquilla?
Cuando trabajas en una historia, es muy importante no preocuparse por el peor de los casos. Hay que tomárselo con optimismo. Hay que creer que las cosas van a salir bien. Si intentas contar una historia y te preocupas por ello y te obsesionas demasiado, se refleja en la historia que cuentas. Por eso intentamos mantener un ambiente de alegría, optimismo y positividad, porque creo que eso es lo que hace que el público se identifique y se lo pase bien en el cine. Sigo repitiendo una y otra vez que el público se emocionará hasta las lágrimas al ver historias como esta, y eso es lo que importa y lo que realmente priorizamos.
La creatividad humana es la esencia misma de lo que hacemos, tiene que ser el núcleo
Uno de los grandes peligros actuales para el cine de animación es la inteligencia artificial. ¿Qué se está haciendo para combatirlo?
Es un tema muy complicado porque hay muchas formas diferentes de verlo. Algo en lo que creemos en Disney Animation es que nuestras historias deben estar elaboradas por personas y que todo lo que se vea comience con alguien que ponga el lápiz sobre el papel y lo cree. Son las personas que están detrás de las cámaras las que hacen que todo eso suceda. La creatividad humana es la esencia misma de lo que hacemos, tiene que ser el núcleo de lo que hacemos y también es la colaboración de esas mismas personas. Más que nada, mi trabajo en el estudio es asegurarme de que la creatividad humana siga siendo siempre el centro de cada historia que contamos.
¿Son importantes las secuelas más allá de su éxito comercial?
Hay una idea errónea al respecto, y es que no creo que la gente se dé cuenta de que contar una secuela es algo que realmente nos encanta como narradores y cineastas, porque hemos pasado años creando un mundo y personajes que parecen seres vivos reales. Nos hace muy felices pasar tiempo con ellos, es como volver a casa para nosotros. Es muy importante asegurarse de eso. Y, por supuesto, si hay historias que la gente quiere volver a visitar y que nos apasionan, es genial que volvamos a ellas. También es muy importante seguir contando historias nuevas, originales. Empecé mi carrera en Disney Animation con tres películas originales seguidas. Creo profundamente en las originales. La gente quiere cosas nuevas, así que solo tiene que ser geniales, y nuestro trabajo es crear historias que lo sean.
Fotograma de ‘Zootrópolis 2’
Esta secuela se estrena casi una década después de su primera parte. ¿Cuánto se ha de esperar?
Es bastante subjetivo y cada uno tiene una opinión diferente sobre cómo hacerlo. Para nosotros, no importa tanto cuánto tiempo ha pasado sino qué es lo que nos apasiona de la historia. Nuestras películas tardan cinco años en hacerse, así que sería muy difícil hacer una secuela en menos de cinco años, porque es muy útil ganar perspectiva. Pero no hay reglas estrictas al respecto y no hay nada que yo quiera definir como ‘esta es la cadencia y siempre tiene que ser así’. Todo se reduce a la pasión y al público. A querer volver a algo.
Supongo que la nostalgia es un factor que influye para que la gente quiera ir al cine a ver esta película, que está batiendo récords.
Diría que sí. Hay algo interesante en la sociedad ahora mismo, y es que a generaciones jóvenes como a los milenial o los alfa les gusta la nostalgia. Realmente les llega y les atrae regresar a una época diferente. Sin duda es parte de ello, pero creo que hay muchos otros factores. Son mil ingredientes distintos que provienen de cientos de personas diferentes, por lo que no hay una fórmula única. Se reduce a querer sorprender al público, llevarlo de viaje y ponerlo en la pantalla. Eso es excelente. También a que Zootrópolis es un mundo muy orientado al entretenimiento. Es divertido, es alegre, y ahora mismo la gente busca alegría y esta película la tiene. La gente sabe que, si se adentra en este mundo, va a pasar un buen rato.
¿Qué le gustaría que pensara la gente cuando salga del cine?
Mi principal esperanza es que vayan al cine con mucha gente y lo pasen genial. Que haya gente que vea esta historia y se sienta identificada con ella, que los viajes de los personajes sean algo en lo que puedan verse reflejados y decir: ‘Oh, eso me recuerda a mí, a mi amigo o a mi familia’. Sería genial para todos que la gente saliera y dijera: ‘¿Sabes qué? Quizás debería mirarme un poco más a mí mismo y tener esta conversación con alguien o preocuparme menos por las diferencias que me ponían nervioso’.