Artístiques: cultura asturiana, feminismo y creación efímera sobre cuatro pegollos

La conversación avanza como un pequeño volcán que se desborda con entusiasmo. A cada frase, la intensidad sube un punto (“estoy hasta motivándome más”, bromea Xicu Ariza, uno de los promotores de Artístiques y fundador de Puru Remangu y Música Asturiana).

No se pisan, pero sí se relevan con naturalidad, como si formaran una sola voz en dos cuerpos: el de Enar Areces, cofundadora de la marca de ropa, y el del propio Xicu. En apenas media hora desgranan los entresijos de un festival innovador y comprometido, construido sobre cuatro pegollos muy claros. Artístiques se celebrará el próximo sábado 29 de noviembre en los Almacenes Kuivi de Uviéu, a partir de las 19.00 horas.

Un cartel singular con horas de trabajo

El festival combina artes plásticas, artes escénicas y música. Surgió casi de forma anecdótica, a partir del trabajo de fin de máster que preparaba Ariza, un runrún que fue creciendo durante año y medio hasta tomar forma. Una realidad que será única: “quiero aclarar que no va a haber más, no es la primera edición”, puntualiza entre risas Enar Areces. “A mí no me pillan en otra”. La broma esconde una verdad: detrás hay un volumen de trabajo ingente. Hicieron falta decenas de llamadas y conversaciones para levantar un cartel tan singular como el que presentan: mujeres jóvenes de tres disciplinas distintas, dispuestas a crear en llingua asturiana. En total, un proyecto que da trabajo a unas cuarenta personas y que tiene como tercera pata creativa a Marina Bruno.

Las personas que organizan Artístiques.

Ni Xicu ni Enar habían organizado antes nada parecido, pero sí tenían claro que querían ir más allá de Puru Remangu. “Queríamos aportar valor y demostrar que Puru Remangu es más que una marca de ropa”, explican.

Los cuatro pegollos

Artístiques se sostiene sobre cuatro ejes fundamentales. El primero, la mocedad. “En Asturies está casi en peligro de extinción”, dicen, y el festival quiere ofrecer oportunidades reales a jóvenes creadoras. Dar visibilidad a sus proyectos es, recuerdan, una forma de retener talento.

El segundo pegollo es el feminismo, parte esencial de la identidad de Puru Remangu. La apuesta por un cartel formado solo por mujeres pretende generar un efecto llamada para más mujeres y para la juventud en general.

El tercero es la diversidad lingüística y cultural. “Creemos y defendemos la identidad asturiana”, señalan. Por eso las participantes presentan sus obras en asturiano. Además, habrá dos artistas invitadas que lo harán en gallego (Catuxa Salom) y euskera (Süne, ex de Huntza). “Son territorios que nos inspiran”, explican, pero también una vía para “internacionalizar” la cultura asturiana y enseñarla en otros contextos.

El cuarto pegollo tiene que ver con la creación específica. Todas las obras están hechas ex profeso para el festival y son efímeras. En el caso de las artistas plásticas, trabajarán en directo durante tres horas y sus obras se pondrán a la venta para apoyar a las creadoras. En todas las propuestas se reflejarán los valores del festival.

Vinculado a Puru Rumangu

En realidad, podría hablarse de un quinto pegollo: el deseo de que el festival genere nuevas oportunidades. “Se trata de tejer red, de reforzarnos”, dicen. “Todo está muy vinculado a Puru Remangu y a los valores que compartimos”.

Han logrado crear un cartel completo protagonizado por mujeres menores de 35 años, con cuatro obras inéditas y alguna sorpresa. Involucraron también a la Escuela Superior de Arte de Avilés (ESAPA), la Escuela de Artes de Oviedo y la ESAD de Xixón, dando espacio a alumnado que comparte escenario con perfiles ya profesionales. “Parece fácil, pero hay muchísimo trabajo detrás”, subrayan. Volver a la idea de red, de crearla y de cuidarla, es casi un mantra.

Identidad asturiana

Para ambos, este trabajo supone “un hito en nuestras trayectorias con Puru Remangu”, y la demostración de que detrás de la marca hay un compromiso claro: acercar la cultura y poner en valor la identidad asturiana, enseñársela a la gente joven.

La fecha coincide además con el séptimo aniversario de Puru Remangu y el segundo de la apertura de la tienda en Oviedo. El festival cuenta con financiación del INJUVE, la Consejería de Cultura y Deportes y la Fundación Caja Rural de Asturias.

La oportunidad de las jóvenes creadoras

La relación de las participantes con la llingua asturiana varía. Para Alicia Villanueva, cantadora de asturianada, es algo incorporado desde la infancia. Lleva desde los ocho años cantando, pero asumió como reto escribir la letra de una de sus canciones. Para las otras dos piezas contó con la colaboración de Blanca Fernández. Además, incorpora electrónica con Llevólu’l sumiciu. “Este festival es un acierto y un riesgo”, asegura. “Es nuevo, innovador, pero la gente lo va a valorar. Fijo que de aquí salen colaboraciones”.

Para Adriana Yáñez, Nora Junquera y Juli Azcano, creadoras de la performance Bañu nel cristal y estudiantes de la ESAD, Artístiques supone su primer acercamiento al asturiano. Valoran positivamente que “se promueva la llingua entre la juventud. A nosotras nos sirvió para conocerla mejor. Queremos acercar lo aprendido y agradecemos poder presentar nuestro trabajo ante otro público”. Su propuesta aborda los autocuidados.

Originalidad del festival

Dido Carrero es doctora en Biología Molecular, doctoranda en Historia del Arte y responsable del proyecto de gestión cultural Cerúleo, que trabaja con artistas emergentes. Forma parte del cartel de artes plásticas y destaca la originalidad del festival: “Hacía falta algo así para dar visibilidad a las artistas que trabajan o son de Asturias. A veces no hay muchas facilidades para mostrar la obra, ni para estar en contacto unas con otras. Presta mucho”.

La consejera de Cultura, Vanessa Gutiérrez, lo resumió el día de la presentación: asistió “por la propuesta y por la necesidad de que se produzca algo así”. Subrayó la importancia de visibilizar a las creadoras, reducir la brecha de género, normalizar el uso del asturiano en la creación y avanzar en la profesionalización. También en aumentar la producción cultural en Asturias. “Es una oportunidad para dejar de reivindicar cada día y empezar a celebrar que pasan cosas como Artístiques. Tener un espacio propio por derecho”, concluyó.