Sin rezos ni flores, los cuerpos sin nombre enterrados tras naufragar en patera: “A veces son imposibles de identificar”

Sin rezos ni flores, los cuerpos sin nombre enterrados tras naufragar en patera: “A veces son imposibles de identificar”

Tras ser recuperados del mar, los restos de los migrantes que un día partieron de las costas de Argelia en busca de oportunidades, son sepultados en el cementerio de Ibiza en tumbas anónimas. En ellas figuran tan solo dos inscripciones: «Sin Identificar» y la fecha de su hallazgo

Los cadáveres y migrantes sin nombre proliferan en las playas más turísticas de Formentera

Hace casi un año y medio que Ameynna no sabe nada de Mohammed, su hermano pequeño. Un año y medio de angustia, desesperación y desconocimiento. Durante todo este tiempo, ha contactado con diversas asociaciones y organizaciones sin ánimo de lucro para intentar encontrar al joven, que tenía 22 años cuando la patera en la que viajaba naufragó en el Mediterráneo de camino a Balears. Hoy, al ser preguntada por elDiario.es, asegura que todavía no tiene “ninguna novedad”. Al principio, había rumores de que su hermano había ingresado en el hospital de Alicante. La otra versión es que lo habían detenido y estaba en la cárcel. Pero ninguna de estas dos caras de la historia pudieron ser confirmadas por Ameynna, que, desde Argelia, se ha movilizado al máximo para encontrar a Mohammed.

No viajaba solo, lo hacía con varios amigos suyos y otras 12 personas más con el mismo propósito. Salieron de Tipaza, como la mayoría de las embarcaciones que buscan alcanzar por vía irregular las costas españolas. Desconocimiento, desesperación, angustia. Es lo que empezó a sentir esta familiar casi dos semanas después de que su hermano menor se hubiera marchado y durante las que no tuvo la más mínima noticia de él. Sus sentimientos son los mismos que los del resto de seres queridos de aquellos que deciden abandonar su tierra para buscar una vida mejor para ellos mismos y sus familias. Pero ese mal de muchos no es consuelo para ninguno. 

Ameynna se movilizó durante meses, especulando con la posibilidad de que cualquiera de las precarias barcas que hubiera llegado a lo largo de esos días a la costa peninsular o a las islas era la que había llevado a Mohammed. De momento, silencio: no ha conseguido saber su paradero. 


En el cementerio nuevo de Vila se han enterrado este año tres muertos hallados en el mar sin identificar

Ameynna se movilizó durante meses, especulando con la posibilidad de que cualquiera de las precarias barcas que hubiera llegado a lo largo de esos días a la costa peninsular o a las islas era la que había llevado a su hermano, Mohammed. De momento, silencio: no ha conseguido saber su paradero

31 cuerpos sin vida en aguas baleares

En lo que va de año, hasta 365 pateras han llegado a Balears con un total de 6.804 personas a bordo, según el recuento efectuado por EFE a partir de los datos del Ministerio del Interior y la Delegación del Gobierno en las islas. Una cifra mucho más elevada que la de 2024, cuando arribaron al archipiélago 5.882 migrantes, de acuerdo con el Informe Anual de Seguridad Nacional del Ministerio del Interior. Este año, entre enero y junio, las autoridades encontraron 31 cuerpos sin vida en aguas y playas de Balears. Los primeros 15 cuerpos fueron recuperados entre enero y marzo, de acuerdo a la información de las fuerzas de seguridad del Estado, y el resto fueron hallados entre mitad de abril y principios de junio.

La Guardia Civil se encarga de rescatar los cuerpos sin vida, víctimas de los naufragios derivados de las pésimas condiciones del viaje: sin agua ni comida, sin chalecos salvavidas y con bidones de gasolina a bordo peligrosos para la integridad física de los ocupantes. Las malas condiciones meteorológicas que pueden afectar a la travesía y la incapacidad de nadar de la mayoría de ellos hacen que el resultado pueda ser nefasto. La poca potencia de algunas barcas para realizar el trayecto hace que este sea aún más arriesgado.


Varios nichos con sus ofrendas en uno de los sectores del camposanto de Vila


La inscripción sobre el cemento, a falta de lápida, en una de las tumbas

A cualquier cuerpo hallado en la costa o en el mar, los agentes le practican las mismas diligencias forenses: se le toma las huellas dactilares -a veces el estado del cadáver no lo permite- y la extracción de muestras de ADN. Toda esa información se incorpora a la base estatal de personas desaparecidas, donde se compara de forma sistemática con los datos que aportan las familias en sus denuncias, tal como detallan desde el Instituto Armado a elDiario.es. Cuando no se logra conocer la identidad de la víctima, el registro permanece activo de manera indefinida, a la espera de que en el futuro pueda producirse una coincidencia que permita poner nombre a esos cuerpos que continúan sin identificar.

En los últimos años, el Mar Balear se ha convertido en un lugar en el que miles de personas se debaten entre la vida y la muerte. Es la segunda la que se impone. Es entonces cuando, por orden judicial, aquellas personas que partían de su país en difíciles condiciones y con la esperanza de un futuro mejor pierden su vida y su nombre. El Juzgado de guardia se encarga de hacer el levantamiento del cadáver y comienza entonces la investigación judicial para esclarecer los hechos que han provocado el fallecimiento, como explican fuentes judiciales a este periódico. En el caso de no tener herederos o familiares, o de no encontrarlos -algo que sucede en muchas de las ocasiones-, la Ley prevé que sea el Ayuntamiento del término municipal donde ha aparecido el cuerpo el que se haga cargo de la inhumación. Como en el caso de otros ciudadanos que no disponen de los recursos económicos necesarios para llevar a cabo un entierro, con todas las garantías y derechos. 

En los últimos años, el Mar Balear se ha convertido en un lugar en el que miles de personas se debaten entre la vida y la muerte. Es la segunda la que se impone. Es entonces cuando, por orden judicial, aquellas personas que partían de su país en difíciles condiciones y con la esperanza de un futuro mejor pierden su vida y su nombre

Inhumados bajo un simple código 

El laberinto del Cementeri Nou de Vila esconde, entre infinitas lápidas con ocho apellidos pitiusos, los nichos de los cuerpos sin identificar recuperados en el mar de Eivissa y Formentera. Sin nombre, sin flores, sin despedida por parte de los familiares. Durante 2025, han sido inhumados tres: uno de ellos, un migrante encontrado sin vida a dos millas de la bahía de Talamanca un martes cualquiera de octubre. No hubo rezos ni llantos. Salvamento Marítimo recuperó los restos tras recibir el aviso del hallazgo. Después, el forense y los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil se hicieron cargo del levantamiento del cadáver, en avanzado estado de descomposición. No fue posible, siquiera, determinar si se trataba de un hombre o de una mujer. Eso y un rasguño de cincel sobre el cemento: S-I (Sin Identidad), fue todo. Una semana después, un capitán se encontró con otra persona sin vida, a la deriva, frente a Platja d’en Bossa.


5. Uno de los pasillos del cementerio nuevo de Vila, donde se hacen los entierros de beneficencia

El laberinto del Cementeri Nou de Vila esconde, entre infinitas lápidas con ocho apellidos pitiusos, los nichos de los cuerpos sin identificar recuperados en el mar de Eivissa y Formentera. Sin nombre, sin flores, sin despedida por parte de los familiares. Durante 2025, han sido inhumados tres: uno de ellos, un migrante encontrado sin vida a dos millas de la bahía de Talamanca un martes cualquiera de octubre. No hubo rezos ni llanto

En las austeras inscripciones, no aparece ni el nombre ni la fecha de nacimiento, solo la del trágico descubrimiento. Una de ellas data: 20-11-2025. Fue la última persona sin identificar enterrada en el camposanto, el pasado jueves. En 2024, otro de los cadáveres encontrados flotando en Formentera fue trasladado a las instalaciones de Vila, desde donde se observa, desde la altura de la montaña, el mismo mar -cruel, ahora calmo- de su último aliento. 


El nicho donde descansa un cuerpo sin vida hallado en el mar y sepultado el pasado jueves

La misma imagen cruel se repitió, la semana pasada, en el cementerio de Sant Francesc (Formentera), cuando se enterró el cuerpo de un hombre sin identificar encontrado días antes en aguas de la isla. También la pierna de otra posible víctima de las rutas migratorias entre Argelia y España, según publicó Diario de Ibiza

El primer fallecido, rescatado por Salvamento Marítimo con signos de mutilación, fue trasladado a Eivissa para practicarle la autopsia y después sepultado en un nicho que ahora indica ‘Desconocido. Muerto en el mar’, junto a otros tres migrantes localizados en los últimos meses. Con estos dos entierros, ya son 17 las personas sin identificar enterradas en la pitiusa menor, que empieza a quedarse sin espacio mientras las desapariciones continúan: dos pateras salidas de Argelia el 11 de noviembre siguen sin rastro y los cinco supervivientes de una de ellas declararon que 18 compañeros se perdieron en el mar tras más de una semana a la deriva.

En Formentera, son ya 17 las personas sin identificar enterradas en su cementerio, que empieza a quedarse sin espacio mientras las desapariciones continúan: dos pateras salidas de Argelia el 11 de noviembre siguen sin rastro y los cinco supervivientes de una de ellas declararon que 18 compañeros se perdieron en el mar tras más de una semana a la deriva


Desde la necrópolis, ubicada en la montaña, se puede observar el mar

Los cuerpos, descompuestos

En Santa Eulària, el Ayuntamiento explica que los entierros por beneficencia de personas sin identificar siguen un procedimiento similar: se asigna un nicho gratuito a través del Catastro municipal. Se trata, habitualmente, de tumbas a las que han renunciado antiguos propietarios o espacios vacíos situados entre la cuarta y la quinta planta del cementerio nuevo. La identificación se complica a menudo porque, cuando se encuentran los cadáveres, estos suelen estar en un estado muy avanzado de descomposición, tal como remarcan. El 7 de julio, en el canal marítimo entre Eivissa y Mallorca, el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) recuperó otro cuerpo irreconocible. No se descartó, en ningún momento, que perteneciera a un migrante naufragado, y aunque tampoco pudo asegurarse, la historia cada mes se repite. 

Honrar los cuerpos con la sepultura deseada es casi imposible. También, conocer sus voluntades o las de sus familiares. A ello se suma que en Balears, al igual que en otras comunidades autónomas, los musulmanes se ven obligados a repatriar los cuerpos para poder enterrarlos como dicta el Corán: sin féretro para que el cuerpo esté en contacto con la tierra. El único cementerio musulmán de la comunidad autónoma, en Mallorca, está saturado y no tiene más capacidad, aunque se viene reclamando su ampliación desde hace años. Aun así, seguiría siendo inviable después de que el mar que iba a proporcionarles una mejor vida haya borrado su huella por completo.