Trump reconoce la llamada con Maduro mientras el Congreso de EEUU investiga la orden de Hegseth de rematar las supuestas narcolanchas

Trump reconoce la llamada con Maduro mientras el Congreso de EEUU investiga la orden de Hegseth de rematar las supuestas narcolanchas

Republicanos y demócratas del Senado y la Cámara de Representantes han pedido investigar si, como publicó The Washington Post, el secretario de Guerra dio la orden de rematar a dos supervivientes del primer ataque contra supuestas narcolanchas en el Caribe: «No sé nada, yo no habría querido eso, Pete dice que eso no fue lo que pasó»

Trump avisa de que “el espacio aéreo de Venezuela está cerrado en su totalidad” en plena escalada militar

No ha sido tanto el asesinato de 83 personas en el Caribe y el Pacífico Oriental. Es el hecho de que se haya publicado que el secretario de Guerra, Pete Hegseth, diera la orden de rematar a dos supervivientes del primer ataque, el pasado 2 de septiembre. Ese hecho, publicado el viernes por The Washington Post, es lo que está desatando una reacción en el Congreso de EEUU para conseguir respuestas por parte del Pentágono, que hasta el momento ha sido incapaz de aportar ninguna prueba de las alegaciones que han llevado a esos 21 ataques con 83 muertes extrajudiciales.

La orden de Pete Hegseth el pasado 2 de septiembre, según informa este viernes The Washington Post fue: “Matar a todos”.

Un misil silbó frente a la costa de Trinidad, impactó en el barco y provocó un incendio desde la proa hasta la popa. Durante varios minutos, los comandantes observaron cómo ardía el barco a través de las imágenes en directo de un dron. Cuando el humo se disipó, se llevaron una sorpresa: dos supervivientes se aferraban a los restos humeantes, relata TWP.

El comandante de Operaciones Especiales que supervisaba el ataque del 2 de septiembre —la primera acción en la guerra de la Administración Trump contra los presuntos narcotraficantes del hemisferio occidental— ordenó un segundo ataque para cumplir con las instrucciones de Hegseth, según dijeron dos personas familiarizadas con el asunto. Los dos hombres quedaron destrozados en el agua.

La orden de Hegseth, que no se había dado a conocer anteriormente, añade otra dimensión a la campaña contra los presuntos narcotraficantes.

La información, rechazada por Hegseth, ha generado la reacción del Congreso y dos senadores, el republicano Roger Wicker y el demócrata Jack Reed, emitieron un comunicado en el que afirmaban que el comité de Servicios Armados del Senado investigaría los ataques a los barcos.

“El comité está al tanto de las últimas noticias —y de la respuesta inicial del Departamento de Defensa— sobre los supuestos ataques de gracia contra embarcaciones sospechosas de transportar narcóticos en la zona de responsabilidad del SOUTHCOM”, explican los senadores en un comunicado conjunto: “El comité ha remitido sus preguntas al Departamento y llevaremos a cabo una supervisión rigurosa para determinar los hechos relacionados con las circunstancias”.

En todo caso, el secretario Hegseth ha redoblado la apuesta belicista este domingo en sus redes sociales.

Por otra parte, el New York Times informó de que Estados Unidos dispone de información limitada sobre los barcos y las personas que son objeto de los ataques aéreos. Según el periódico, el ejército estadounidense no sabe a quiénes concretamente está matando, y los ataques no están diseñados para eliminar a los cabecillas de los cárteles.

El presidente de EEUU, Donald Trump, ha respondido este domingo varias preguntas de la prensa al respecto en el Air Force One, de vuelta de Florida a Washington DC: “No sé nada al respecto. Él dijo que no dijo eso. Y yo le creo”. ¿Estaría de acuerdo si lo hubiera hecho? “Dijo que no lo hizo, así que no tengo que tomar esa decisión”.

Si hubiera habido un segundo ataque que hubiera matado a personas heridas en el primer ataque, ¿cree que habría sido legal? “No sé si eso ocurrió”, afirma el presidente de EEUU: “Y Pete dijo que ni siquiera sabía de qué hablaba la gente. Así que lo miraremos. Pero no, yo no habría querido eso, un segundo ataque. El primer ataque fue muy letal, y si había dos personas cerca… Pero Pete dijo que eso no ocurrió, que no ordenó la muerte de esos dos hombres”.

¿Le preocupa cómo se han llevado a cabo esos ataques? “Muy poco”, responde Trump, “porque se pueden ver las embarcaciones, se pueden ver las drogas, y cada embarcación es responsable de la muerte de 25 000 estadounidenses, así que están haciendo un trabajo increíble. Solo hay que mirar las cifras. La cantidad de drogas que entra en nuestro país por mar es infinitesimal en comparación con lo que era hace solo unos meses.

Trump reconoce haber hablado con Maduro: “Ni bien ni mal”

En plena escalada y amenazas del presidente de EEUU, incluida la lanzada este sábado sobre el espacio aéreo venezolano, se ha sabido que habló con Nicolás Maduro por teléfono la semana pasada, y que en esa conversación abordaron la posibilidad de verse cara a cara, según publica este viernes The New York Times. 

“No quiero hacer comentarios al respecto. La respuesta es sí”, ha convenido este domingo el presidente de EEUU, que ha rechazado dar detalles: “No puedo hacerlo”. ¿Y cómo fue la llamada? “No diría que fue bien ni mal. Fue una llamada telefónica”.

El Wall Street Journal, por su parte, informa sobre nuevos detalles de la llamada telefónica entre Maduro y Trump. Según el periódico, en la llamada se habló de peticiones de Venezuela sobre una amnistía para Maduro, sus principales asesores y sus familias, muchos de los cuales se enfrentan a sanciones financieras y acusaciones penales por parte de Estados Unidos. Trump, a su vez, según WSJ, le dijo a Maduro que si no se marchaba voluntariamente, EEUU consideraría otras opciones, como el uso de la fuerza.

Todo esto se produce en un momento en el que el presidente de EEUU anunció el jueves por la noche una “pronta” intervención terrestre para combatir supuestos “grupos narcoterroristas” después de una campaña de tres meses en el Caribe y el Pacífico Oriental con 21 ataques y 83 asesinatos extrajudiciales comunicados: “La tierra es más fácil, pero eso va a comenzar muy pronto”:

“En las últimas semanas, hemos estado trabajando para disuadir a los narcotraficantes venezolanos, que son muchos. Ya no llegan tantos por mar. Envían su veneno a Estados Unidos, donde matan a cientos de miles de personas al año. Pero vamos a ocuparnos de esa situación. Ya estamos haciendo mucho. Se ha detenido alrededor del 85% por mar. Y también empezaremos a detenerlos por tierra. Por tierra es más fácil, y eso comenzará muy pronto. Les advertimos. Dejen de enviar veneno a nuestro país”, dijo Trump en plena conversación de Acción de Gracias con mandos del Ejército.

Estados Unidos, además, ha enviado un portaaviones a las aguas cercanas a Venezuela, y bombarderos de la Fuerza Aérea a la región, además de haber preparado planes de acción encubiertos y ha amenazado sistemáticamente con el uso de la fuerza.

Hace unas semanas el Senado de EEUU votó una resolución –War Powers Resolution, WPR– que buscaba frenar un ataque a Venezuela por la vía de exigir una autorización del Congreso para ir a la guerra. Aquella votación tumbó la resolución 49-51, pero con la reapertura de la Cámara de Representantes tras el cierre del Gobierno, se ha registrado una nueva resolución para ser votada a mediados de diciembre. En este caso, no se menciona explícitamente un ataque a Venezuela, sino a los cárteles, lo que puede resultar un error táctico en tanto que los republicanos están expresando muchos menos problemas con los asesinatos extrajudiciales de supuestos “narcoterroristas” que con la idea de meterse en una operación para derrocar a Maduro.

En relación con las presuntas narcolanchas, varios senadores demócratas están pidiendo que se publique el supuesto informe del Departamento de Justicia que supuestamente concede amparo legal a los ataques en el Caribe y el Pacífico.

Existen muchas dudas jurídicas sobre ello, en tanto que la base legal de ese informe, según publicaba el pasado martes The Guardian, es que se trata de un mecanismo de defensa regional ante la amenaza de los cárteles a países aliados como México, y que la violencia está financiada con los cargamentos de droga. Un argumento que difiere del de la Casa Blanca, en tanto que no es el que usa Trump en sus comparecencias públicas, cuando habla siempre de que los ataques buscan evitar la entrada en EEUU de cargamentos de drogas “que podrían llegar a matar a 25.000 estadounidenses”.