El PSOE cortocircuita la investigación a Francisco Salazar tras las desaparición de dos denuncias por acoso sexual
Dos militantes denunciaron hace cinco meses en el canal interno que el socialista «sobrepasaba las líneas» con «comportamientos misóginos». Ferraz admite «falta de diligencia», atribuye a un error informático que se hayan volatilizado del sistema y alega que no puede continuar el procedimiento porque el exasesor de Moncloa ha pedido la baja como militante
Varias mujeres del PSOE acusan a Paco Salazar de “comportamientos inadecuados” cuando era su jefe
Carpetazo. El PSOE da por finiquitada la investigación contra Francisco Salazar tras el borrado en el canal interno de, al menos, dos denuncias por presunto acoso sexual contra el exasesor de Pedro Sánchez registradas oficialmente en el partido. Según ha podido acreditar este periódico, esas denuncias interpuestas hace ya cinco meses han sido eliminadas del canal entre finales de octubre y principios de noviembre sin que nadie haya dado respuesta alguna a las denunciantes. En Ferraz, donde admiten “falta de diligencia”, argumentan que justo el pasado jueves, cuando elDiario.es se interesó por el asunto, Salazar solicitó su baja como militante. Algo que, a juicio de la dirección federal, ya hace inútil seguir adelante con la indagación.
La documentación a la que ha tenido acceso en exclusiva elDiario.es revela que, mucho antes de que Salazar supuestamente se diera de baja del partido, dos de las mujeres que decidieron denunciar en el canal interno actitudes de acoso sexual vieron desaparecer, de la noche a la mañana, sus expedientes. Contactadas por este periódico, las dos militantes socialistas cuentan que en ningún momento del procedimiento el PSOE se ha puesto en contacto con ellas para tramitar esas denuncias ni tampoco para preguntarles por las situaciones a las que estuvieron sometidas cuando trabajaron a las órdenes del que fuera uno de los hombres de confianza de Pedro Sánchez.
Captura de pantalla de una denuncia interna contra Francisco Salazar
La primera denuncia en el canal interno que el PSOE habilitó la misma noche del 5 de julio, el día que este periódico destapó comportamientos machistas y vejatorios “impropios y compatibles con acoso sexual”, se registró tres días después. En concreto, el 8 de julio a las 14.33 horas. La denunciante recibió entonces acuse de recibo bajo la notificación “Alta de comunicación”. El 11 de julio recibió dos nuevas notificaciones: “Cambio de estado” y “Nota añadida por órgano”. Según la militante del PSOE, el partido le comunicaba mediante una contestación automatizada que su tramitación estaba en curso y que, tal y como refleja el protocolo frente al acoso sexual, podría ser contactada durante el procedimiento para que aportara más información a la investigación. Sin embargo, jamás volvió a saber nada de su denuncia.
La militante socialista intentó acceder al estado del procedimiento a finales del mes de octubre con su usuario y su contraseña personales e intransferibles. Y, para su sorpresa, el sistema del canal interno le reportó que no existía denuncia alguna en tramitación en su perfil. “No ha presentado ninguna documentación”.
Captura de pantalla de una denuncia interna contra Francisco Salazar
Una segunda militante socialista contactada por este periódico interpuso su denuncia poco después. Al igual que su compañera, también lo hizo de manera anónima. Y explica que vive una situación de “pánico” por el ambiente laboral generado en su día por Paco Salazar y que ha proseguido después en forma de “señalamiento” de las mujeres de su equipo, a las que en algunos casos se ha interrogado desde la Moncloa y Ferraz, o incluso otros ámbitos del partido, para intentar dar con las denunciantes.
El miedo que describe esta segunda afiliada es tal, que cuenta que decidió cambiar de provincia e interponer su denuncia desde un ordenador prestado para no dejar ningún rastro. Ocurrió en concreto el 28 de julio a las 12.40. Y también recibió acuse de recibo de que el alta de la comunicación se había llevado a cabo de manera adecuada. Otro mensaje automático: “Su comunicación se ha registrado. Este será tu usuario y clave para poder acceder a tu comunicación. Conserva tu usuario y contraseña para poder acceder a tu comunicación y hacer su seguimiento”. Algo que tampoco le resultó posible.
Captura de pantalla de una denuncia interna contra Francisco Salazar
En el caso de esta denunciante, el canal interno solo le trasladó la notificación de su “Alta de comunicación” respecto a la denuncia que presentaba sobre el presunto delito de acoso sexual de Paco Salazar. Nunca más volvió a saber nada. Nadie contactó con ella y jamás supo si su queja llegó siquiera a tramitarse, algo que la dirección del PSOE reconoce a elDiario.es que jamás ocurrió. A mediados de noviembre, a esta subordinada de Salazar le pasó exactamente lo mismo que a su compañera. Al intentar hacer una consulta, un mensaje le trasladaba que jamás había puesto denuncia alguna: “No ha presentado ninguna documentación”.
Captura de pantalla de una denuncia interna contra Francisco Salazar
El protocolo antiacoso oficial del Partido Socialista colgado en su web establece que el canal interno del partido permite que esas denuncias por acoso sexual se puedan registrar de manera anónima para la protección de las víctimas, que en la mayoría de los casos prefieren no dar el paso de trasladar las situaciones a las que se ven sometidas en su entorno laboral o del partido por temor a represalias. De este modo, el canal interno creado por el PSOE tras las denuncias públicas del mes de julio genera para cada denunciante un usuario alfanumérico de acceso al sistema con una contraseña que debe permitir hacer el seguimiento del proceso.
Ese protocolo referido indica precisamente que es obligatorio que las denunciantes tengan acceso en todo momento al estado de la tramitación de su comunicación, así como ser notificadas formalmente sobre si su denuncia ha sido aceptada, instruida y, en último término, resuelta. Es decir, que incluso en el caso de que las denuncias acaben archivadas por una aparente falta de verosimilitud o de pruebas, la denunciante debe ser informada de los motivos y del resultado final de la instrucción. Algo que se ha incumplido, al menos, en dos de las denuncias presentadas contra Salazar, que desde hace semanas ni siquiera aparecen ya en el sistema.
La versión oficial
Las versiones que desde Ferraz se han dado a elDiario.es sobre las sospechas del procedimiento han sido diversas y cambiantes. En un principio, se negó que al canal hubieran llegado denuncias. Cuando fueron acreditadas esas denuncias, se alegó que, al ser anónimas, resultaba imposible instruirlas, algo que contradice el propio protocolo oficial que rige en el partido. En la última de las respuestas oficiales, sí admiten ya en el PSOE la existencia de, al menos, dos escritos. Pero la repentina y oportuna supuesta petición de baja como militante del propio Salazar hace, a juicio de la dirección del partido, que el procedimiento decaiga. “Lo máximo que podríamos haber hecho con él es expulsarle, así que ya no tiene sentido seguir con el procedimiento porque ha solicitado su baja”, responden desde la cúpula socialista.
Desde la Secretaría de Organización del PSOE atribuyen esta petición de baja a que el ex asesor “sabe que existe una base sólida sobre las denuncias de las mujeres que trabajaron en su equipo”. Versión esta que el propio Salazar reconoció a sus más allegados tras las primeras denuncias del mes de julio que provocaron su salida de Moncloa y de Ferraz, según una de las personas que le acompañó ese día. Este periódico ha intentado contactar con Salazar para corroborar su baja de militancia sin haber obtenido respuesta.
La pregunta es por qué han sido borradas las denuncias del canal interno. Y la Secretaría de Organización socialista alude a un error subsanable que asegura que revertirá. “El sistema entra en ‘modo ofuscación’ para anonimizar los datos ante un posible ‘hackeo’ y garantizar la confidencialidad de las mujeres cuando han transcurrido tres meses desde la denuncia”. Cuestionadas sobre por qué en cinco meses ni las denuncias han sido instruidas ni las militantes han recibido respuesta alguna de su partido, las mismas fuentes lo achacan a “una evidente falta de diligencia”, que, a partir de ahora, intentarán subsanar con el refuerzo de los procedimientos para solventar lo que entienden que es “un problema informático”.
Aun así, dan por resuelto el asunto en tanto en cuanto Salazar pidió supuestamente el pasado jueves su baja como militante, justo después de que elDiario.es solicitara explicaciones al PSOE sobre la investigación interna. La Secretaría de Organización promete ahora reforzar el equipo jurídico que se encarga de resolver los procedimientos antiacoso y ponerse, cinco meses después, a contactar con las denunciantes cuyos testimonios han sido ignorados todo este tiempo.
Las dos mujeres decidieron interesarse otra vez por el estado de sus escritos el día que vieron publicada una imagen de la ministra portavoz y dirigente del PSOE Pilar Alegría durante un almuerzo con Francisco Salazar en un restaurante de Madrid. La fotografía, publicada por ‘Artículo 14’, fue interpretada en distintos ámbitos socialistas como un intento del Gobierno y del partido por blanquear las actitudes de “acoso sexual” y rehabilitar al investigado como asesor de cuadros socialistas. Fuentes de la dirección del PSOE de la máxima solvencia aseguran a elDiario.es que el mismo día que Alegría almorzó con Salazar, la secretaria de Organización del PSOE, Rebeca Torró, también cenó con él. Contactada por este periódico, Torró niega ese encuentro.
Asesoría a Illa en el PSC
La versión oficial del partido y del Gobierno es que Salazar no ha vuelto a trabajar para ellos. Sin embargo, otras fuentes socialistas sostienen que lo hace de forma externa tanto para La Moncloa como para la calle Ferraz. “Una cosa es que algunos compañeros recurran extraoficialmente a él para pedirle asesoría y otra es que haya sido contratado, que no es el caso”, justifican desde el PSOE.
Lo que sí ha podido constatar este periódico es que Salazar es una de las personas que asesoran al president de la Generalitat, Salvador Illa, en su calidad de primer secretario del PSC. Y que ha hecho trabajos para los socialistas catalanes después de que fuera cesado de sus funciones en Moncloa y apartado de la Ejecutiva Federal del partido en julio pasado. Illa y Salazar tuvieron una estrecha relación durante la pandemia, cuando el ahora president era ministro de Sanidad y se instaló en La Moncloa para coordinar toda la estrategia gubernamental contra el virus.
Socialistas que mantienen hilo directo con Salazar sí admiten que el ex asesor de Sánchez ya trabaja como estratega en el ámbito internacional. Concretamente, en Colombia, Uruguay y Costa Rica. De hecho, elDiario.es ha podido confirmar que desde la calle Ferraz, el pasado agosto, se solicitó al Grupo Parlamentario Socialista en Europa que se le abrieran las puertas en Latinoamérica y se le facilitaran los contactos necesarios para ello, con la idea de ayudar al hombre cuyas denuncias por acoso no han sido investigadas en cinco meses y han desaparecido del sistema por un “error informático”.
El protocolo frente al acoso sexual del que el PSOE hace gala y tiene colgado en su web establece que las denunciantes tienen derecho a tener acceso permanente a la tramitación de su expediente, a recibir una respuesta en el plazo máximo de tres meses (prorrogables a seis en situaciones “excepcionales”) e incluso a recibir ayuda psicológica, laboral y legal. Ese mismo documento garantiza que “cada denuncia presentada será tratada de forma profesional, independiente y confidencial, adoptando las medidas oportunas para proteger y asegurar el cumplimiento de la normativa”.