Los árboles en los parques nacionales padecen un declive constante y acelerado

Los árboles en los parques nacionales padecen un declive constante y acelerado

La pérdida de hojas y el arbolado dañado presenta niveles de récord: las nuevas condiciones de calor extremo, sequías y lluvias irregulares del cambio climático son más relevantes que las plagas, según la última evaluación del Ministerio de Transición Ecológica

España tiene más árboles, pero la salud de los bosques avisa del futuro: “Revertimos el cambio climático o nos quedamos sin ellos”

Los bosques que crecen en los parques nacionales de España –figura máxima de protección ambiental– llevan, al menos, 20 años en declive casi constante. Y en los últimos tiempos el deterioro va acelerado. Los peores datos de salud de sus árboles en 32 años se concentran en los últimos ocho. 2023 y 2024 marcan récords negativos.

Tras evaluar los 16 espacios naturales, la última Revisión del estado fitosanitario de las masas forestales de los parques nacionales del Ministerio de Transición Ecológica resume así la situación: “A nivel general, los resultados de 2024 de los indicadores de salud muestran una situación desfavorable en comparación con años anteriores con altos niveles de defoliación y arbolado dañado”.

Eso se traduce en un nivel medio de defoliación –la pérdida prematura de hojas– del 26,2%. Es levemente inferior al dato del año anterior que fue el récord absoluto del 26,8%, “pero aún es de los más altos”, añade el informe. Está al nivel de los años de la gran sequía 2016-2017, aunque el año pasado fue considerado, en conjunto, un curso húmedo por la Agencia Estatal de Meteorología.


Evolución de la defoliación media en la PPNN en España

Coníferas

Frondosas

Defoliación media (DM)

Defoliación

media (DM – %)

29

Los valores más altos de la serie histórica

28

27

26

25

24

23

22

21

20

19

18

17

0

1992

2002

2012

2022

2024

FUENTE: MITECO

Evolución de la defoliación media

en la PPNN en España

Coníferas

Frondosas

Defoliación media (DM)

Defoliación

media (DM – %)

29

Los valores más altos de la serie histórica

28

27

26

25

24

23

22

21

20

19

18

17

0

1992

2002

2012

2024

FUENTE: MITECO

Se da una circunstancia que la defoliación media de todos los bosques españoles en 2024 fue un 22,9%, menor que el valor específico que ha arrojado el examen de los parques nacionales.

El neurobiólogo y botánico italiano, Stefano Mancuso, contaba hace unas semanas a elDiario.es que “en Europa, los árboles ya no mueren porque se talen”. Además de los incendios, mencionaba la gran cantidad de árboles que perecen derribados por el viento, cada vez más extremos, sobre plantas más debilitadas.

Lo que revela el examen de parques nacionales en España es que “en los últimos 20 años (2005-2024) se registra una reducción general del 12% en cuanto a la cantidad de arbolado sano”. Y la cosa ha ido peor: en la fase más actual, desde 2016 hasta ahora, se ha constatado “una rebaja media del 17% respecto a su mejor periodo” que fue entre 1996 y 2004.

El informe de revisión, además de plasmar los datos, explica qué hay detrás de este declive. Y las razones llevan a las nuevas condiciones que está generando el cambio climático en España. “Desde 2005, comienzan a registrarse tanto recurrentes y cíclicas sequías, como anomalías meteorológicas basadas en el irregular reparto de precipitaciones y un contrastado aumento de las temperaturas medias anuales a partir de 2012”.


Evolución del arbolado dañado en los PPNN

Red de parques nacionales

Índice de Tolerancia

Número

de árboles (%)

35

30

25

20

15

10

5

0

1992

2002

2012

2022

2024

FUENTE: MITECO

Evolución del arbolado

dañado en los PPNN

Red de parques nacionales

Índice de Tolerancia

Número

de árboles (%)

35

30

25

20

15

10

5

0

1992

2002

2012

2024

FUENTE: MITECO

La subida de temperaturas, las sequías más agudas y una forma de llover más torrencial y concentrada en ciertas épocas del año se han constituido ya en un nuevo patrón meteorológico que se asienta en España a rebufo del cambio climático. Su acción conjunta se está dejando sentir en los bosques.

De esta manera, se ha constatado que el deterioro de las “condiciones meteorológicas cobran cada vez más importancia en detrimento de la defoliación atribuida a agentes bióticos clásicos como son los insectos o los hongos”, afirman los técnicos. En las agresiones forestales ya es más importante el cambio climático que las plagas.

El fenómeno está afectando tanto al gran grupo de las coníferas (los pinos o los abetos) como el de las frondosas (los robles, castaños o encinas). “En estos momentos, ambas categorías siguen manteniendo una cantidad relativamente alta de arbolado dañado”. En el caso de las coníferas, en 2024, presentan el mayor porcentaje de árboles dañados (36%) de toda su serie y más del doble que su media de referencia: un 17%.

¿Qué parques están peor?

La peor situación en cuanto a pérdida de hojas se concentra en los parques canarios de Teide, Caldera de Taburiente y Garajonay. En el área mediterránea sobresalen, para mal, los datos de Doñana, Cabrera y Sierra Nevada.

Y si lo que se mira es el porcentaje de árboles dañados que se registran en cada parque, la lista de peor situación la encabeza, otra vez, Teide; seguido en esta ocasión por Doñana –recientemente los científicos del CSIC alertaron de que los alcornoques centenarios allí se están muriendo de “infarto fulminante”–. En Doñana se está certificando la “peor situación posible desde 1992”. Muy lejos de lo que podría considerarse “normal”, advierte el informe.

¿Y qué especies?

El 68% de las especies más relevantes que crecen en los parques nacionales tienen una proporción de árboles dañados por encima del nivel tolerable. Se trata de una situación “desfavorable respecto a lo considerado normal” [que sería el 50%], dice el informe. Y otra vez queda patente la cuesta abajo que se está acelerando, ya que este porcentaje “no resulta raro los últimos nueve años”.

En 2024 vuelven a registrarse “cuantías sumamente altas” de ejemplares no sanos–subrayan los evaluadores– de acebo (Ilex aquafolium) en la zona norte del país, mientras que los madroños (Arbutus unedo), las sabinas (Juniperus phoenicea) y el pino piñonero (Pinus pinea) destacan en de la zona mediterránea.

Otras especies que lo están pasando mal son algunas variedades en las Islas Canarias: el pino canario (Pinus canariensis), el brezo arbóreo (Erica arborea) y la faya (Morella faya). Además, el documento destaca el alto grado de ejemplres dañados de eucaliptos hallados en la revisón.

En un escalón algo inferior aparece el acebiño canario (Ilex canariensis), el acebuche (Olea europaea) el Pinus halepensis y el nogal (Junglans regia).