Agricultura alertó hace año y medio del riesgo de peste porcina en Catalunya por el exceso de jabalíes en la autopista AP-7

Agricultura alertó hace año y medio del riesgo de peste porcina en Catalunya por el exceso de jabalíes en la autopista AP-7

En su plan nacional para controlar los brotes de la enfermedad, el Ministerio ya señaló los restos de comida infectada dejados en carreteras al alcance del animal como foco probable

Claves – Sin peligro para las personas, pero sí en la economía y con posible origen en un bocadillo: claves de la peste porcina

El Ministerio de Agricultura lleva tiempo señalando la abundancia de jabalíes como uno de los mayores factores de riesgo para un brote de peste porcina africana (PPA) como el que la semana pasada se declaró en Catalunya. Agricultura alertó en un plan nacional específico sobre la PPA de que Catalunya era la comunidad con más riesgo, al detectar hasta seis puntos donde la población de jabalíes podría tener acceso al alimento transportado por carretera en vías de alta afluencia internacional.

La descripción del riesgo, actualizada por última vez en mayo de 2024, es muy concreta y, sin embargo, encaja a la perfección con la hipótesis del bocadillo que siguen las autoridades para determinar el foco de contagio iniciado un año y medio después. Según las pesquisas de los técnicos, el primer jabalí contagiado pudo infectarse cuando tuvo acceso a restos de comida traídos de un país externo a la Unión Europea, que un conductor o viajero habría dejado en un área de servicio de la autopista AP-7 a su paso por Cerdanyola del Vallès (Barcelona).

Este era un escenario posible y sobre el que Agricultura había alertado de manera particular a las comunidades autónomas. “En base a la experiencia de los países afectados en la UE, el riesgo de entrada [de PPA] a través de jabalíes parece relacionarse significativamente con la eliminación de productos de origen porcino contaminados por parte de los conductores, que actuarían de fuente de infección para los jabalíes silvestres que tuvieran acceso a ellos”, exponía el Ministerio.

Los técnicos llegaron a elaborar un mapa de riesgo a nivel municipal, en el que superponían tres factores claves que, juntos, generaban las condiciones idóneas para brote de PPA: alta densidad de jabalíes, carreteras con alto tránsito internacional y presencia de áreas de descanso en esas vías.


Mapa de riesgo de PPA, cruzando jabalíes, carreteras internacionales y áreas de descanso

En el mapa resultante, Catalunya aparece con hasta seis puntos negros, muy por encima de cualquier otra zona en España. Y la mayoría de esas áreas señaladas como de alto riesgo se sitúan a lo largo de la vía con más tránsito internacional y más vehículos pesados de España: la AP-7 en su tramo entre Francia y Tarragona.

El plan deja claro que una cosa es la infección de animales salvajes, como los jabalíes, y otra muy diferente que cualquier brote de PPA llegue a las explotaciones porcinas. En otro mapa que se incluye en el documento se observa cómo la presencia conjunta de jabalíes salvajes y cerdos domésticos es relativamente baja en Catalunya, en comparación con otras regiones de España.

Además, las zonas de máximo riesgo en Catalunya, como el corredor de carreteras de la AP-7, cercano al litoral, están lejos de la zona de contacto entre cerdos y jabalíes, que se sitúa mucho más hacia el interior y, en este caso, a lo largo del llamado Eje Transversal.


Mapa de contacto entre jabalíes salvajes y explotaciones porcinas

Cazar más jabalís, pero también controlar su alimentación

Una de las cuestiones en las que pone énfasis el informe es el crecimiento disparado de las poblaciones de jabalíes en todo el territorio español. El documento de Agricultura recoge los datos de un informe científico para señalar a Catalunya y Murcia como las dos comunidades de mayor crecimiento, que explican por diferentes factores, como la despoblación rural, el abandono de la ganadería extensiva o el aumento tanto de los regadíos como de las áreas boscosas.

Pero el plan nacional cita también otras dos causas que se propone revertir: la disminución de la caza y el aumento de alimento disponible, bien natural como los campos de maíz, o bien artificial por efecto humano o alimentación complementaria.

En cuanto a la caza, el Ministerio de Agricultura asegura que debe fomentarse y propone hacerlo, por ejemplo, evitando trabas administrativas, ampliando las vedas en época de caza de jabalí, eliminando los cupos o sustituyendo las autorizaciones administrativas por meras comunicaciones. Proponen además poner en marcha un programa específico para captar nuevos cazadores.

Sin embargo, el documento alerta: “Se ha visto que únicamente la caza no puede hacer frente al crecimiento que están experimentando las poblaciones de jabalíes”. Por esta razón, indican, debe combinarse la caza con medidas de control poblacional específicas tales como las trampas para la captura de animales o el uso de nuevas tecnologías, como los drones con cámaras térmicas.

Otro de los asuntos en los que el Ministerio ponía el foco era en la alimentación de las poblaciones de jabalí. Entre otras cuestiones, el documento proponía “evitar el acceso de jabalíes a desperdicios en basureros, cubos de basura en zonas periurbanas, zonas de descanso de carreteras, áreas de recreo, etc., mediante la colocación de vallados u otros medios disuasorios”. Además, reclamaba la prohibición de la alimentación suplementaria, en este caso por obra de agentes vinculados a la caza.