Altman declara el «código rojo» en OpenAI ante el temor de que ChatGPT se quede atrás frente a rivales como Google o Anthropic

Altman declara el «código rojo» en OpenAI ante el temor de que ChatGPT se quede atrás frente a rivales como Google o Anthropic

La compañía suspende el desarrollo de agentes autónomos y publicidad para centrarse exclusivamente en la calidad del chat, tras detectar un estancamiento en la experiencia de usuario y el crecimiento de sus rivales, como Google o Anthropic

Tres años de ChatGPT: la máquina que no pudo quitarte el trabajo ahora va a por tus secretos

El director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, ha informado a sus empleados de que la compañía entra en situación de “código rojo” para mejorar de urgencia la calidad de ChatGPT. Según un memorando interno enviado a los empleados, al que han tenido acceso The Wall Street Journal y The Information, la tecnológica paralizará iniciativas clave, como la integración de publicidad o los agentes de compras y salud, para volcar todos sus recursos en el funcionamiento básico de su chatbot.

Este nivel de alerta, el más alto en la escala interna de la compañía (que clasifica la urgencia en amarillo, naranja y rojo), llega en un momento de máxima tensión competitiva. OpenAI ya había declarado anteriormente un “código naranja”, pero la presión se ha intensificado ante el avance de rivales como Anthropic y, muy especialmente, Google.

Aunque OpenAI mantiene una posición dominante con más de 800 millones de usuarios semanales, la distancia con sus competidores se está reduciendo a una velocidad que preocupa a la dirección.

El motivo principal de la alarma es el reciente desempeño de Google. Su modelo Gemini no solo ha superado a OpenAI en varias pruebas técnicas de referencia (benchmarks), sino que ha logrado una tracción masiva de usuarios en tiempo récord. Según datos citados en el informe, la base de usuarios activos mensuales de Gemini saltó de 450 millones en julio a 650 millones en octubre. Este crecimiento del 44% en apenas un trimestre fue impulsado en gran medida por el lanzamiento en agosto de un generador de imágenes denominado internamente “Nano Banana”.

Problemas de “calidad” y el tropiezo de GPT-5

El “código rojo” no responde solo a factores externos, sino a dificultades internas para mantener la excelencia del producto. El memorando de Altman subraya que queda mucho trabajo por hacer en la “experiencia diaria” del chatbot.

La compañía se ha enfrentado recientemente a críticas sobre sus últimos modelos. El lanzamiento en agosto de GPT-5 no cumplió las expectativas de parte de la base de usuarios, que se quejaron de un “tono más frío” y dificultades para resolver cuestiones sencillas de matemáticas y geografía. Aunque OpenAI actualizó el modelo el mes pasado para hacerlo más “cálido” y obediente a las instrucciones, la percepción de estancamiento ha obligado a Altman a intervenir.

Las nuevas directrices priorizan aumentar la velocidad y fiabilidad del sistema, mejorar la personalización y ampliar el rango de preguntas que el bot puede responder. Para lograrlo, se ha instaurado una llamada diaria de control con los responsables de producto y se han fomentado las transferencias temporales de equipos de otras áreas para reforzar el desarrollo de ChatGPT.

El movimiento defensivo de Altman tiene una lectura financiera. A diferencia de Google, que puede financiar sus inversiones en IA con los ingresos de su buscador y servicios en la nube, OpenAI no es rentable y depende de una recaudación de fondos casi constante para sobrevivir.

Las proyecciones financieras de la propia startup indican que necesitará aumentar sus ingresos hasta aproximadamente 200.000 millones de dólares para alcanzar la rentabilidad en el año 2030. Además, OpenAI está gastando de forma más agresiva que su rival directo Anthropic. En este contexto, perder la percepción de liderazgo tecnológico ante Google podría poner en riesgo su capacidad para atraer el capital necesario para costear sus infraestructuras.

A pesar de la pausa en productos secundarios, Altman ha querido enviar un mensaje de fortaleza en el memorando, asegurando que un nuevo modelo de razonamiento —que planean lanzar la próxima semana— está técnicamente por delante del último modelo de Google.