La Comunidad de Madrid adjudica a dedo 4,7 millones de euros a una empresa de pinturas para el Hospital Ramón y Cajal
Pinturas Rosell SL acumula desde 2016 un total de 1.641 adjudicaciones directas de la sanidad madrileña a través de contratos menores. Miguel González, un pintor vallecano, figura como beneficiario único
Los hospitales de Madrid marcan su récord de adjudicaciones opacas: cientos de millones en contratos troceados y sin detallar
Una sola empresa ha recibido desde hace casi una década un total de 4,7 millones de euros en 1.641 contratos menores para pintar y llevar a cabo pequeñas reparaciones en el Hospital Ramón y Cajal. Se trata de Pinturas Rosell SL, propiedad de Miguel González, un pintor vallecano de 71 años.
Miguel ha saltado a la fama este fin de semana a través de un tuit viral de Óscar Hernández, un experto en datos que investiga en su tiempo libre la sanidad madrileña. En la publicación informaba de que una empresa de pinturas registrada en Puente de Vallecas había ganado 1.182 contratos con el Ramón y Cajal. Lo cierto es que la cifra asciende a 1.641 contratos menores adjudicados a dedo desde 2016, tal y como ha podido confirmar El País.
Los encargos incluyen trabajos como repaso de goteras, pintado de aseos por averías de agua o pintura de laboratorios, consultas y habitaciones de planta. Solo en diez días de julio de 2021, Miguel González recibió a dedo 59 contratos menores para “pintura y entelado varias zonas del hospital” por un valor conjunto de 62.668 euros. Esta misma práctica lleva repitiéndose a lo largo del tiempo desde hace nueve años.
Según la información publicada por El País, la empresa fue fundada hace 50 años como Pinturas Miguel González y desde ese momento empezó a trabajar para grandes clientes como el Museo del Prado, la Expo 92 o el padre del Rey Emérito. De la misma forma, González confirma que su relación con el hospital comenzó hace más de treinta años, aunque solo es posible conocer los datos desde 2016. Por tanto, el número de contratos con el hospital es mucho mayor. También la cifra monetaria, que hasta donde se puede saber asciende a 4,7 millones de euros.
En declaraciones a El País, González considera que no hay nada malo. Sin embargo, expertos en contratación advierten de que se trata de un problema sistémico. Los contratos menores deberían ser la excepción, pero el fraccionamiento de trabajos para eludir la obligación de sacar concursos públicos podría constituir un fraude de ley. Organizaciones como Transparencia Internacional y Audita Sanidad alertan de la falta de supervisión y de la magnitud del problema. Según Audita Sanidad, los contratos menores suponen el 99,4% de los adjudicados por la Consejería de Sanidad de Madrid, unos 400.000 contratos que suman entre 800 y 900 millones de euros.
Aunque se traten de acciones menores, otros hospitales madrileños sí sacan a concurso la conservación de la pintura. Por ejemplo, el Hospital Clínico San Carlos lo licita durante dos años a cambio de 452.797 euros. De hecho, de esta forma se produjo el primer contacto de González con el Ramón y Cajal. Consiguió una licitación pública en los años noventa. Posteriormente, durante la pandemia, también ganó otro concurso público de más de un millón de euros.