El PSOE contacta ahora con las mujeres que denunciaron a Paco Salazar para iniciar la investigación interna

El PSOE contacta ahora con las mujeres que denunciaron a Paco Salazar para iniciar la investigación interna

Ferraz restituye el funcionamiento del canal interno de denuncias tras la publicación de elDiario.es y se pone a disposición de las víctimas para tramitar sus expedientes, tras cinco meses en el limbo

Las denuncias contra Paco Salazar: “Se subía la bragueta en tu cara, escenificaba felaciones y pedía vernos el escote”

El PSOE, al fin, mueve ficha. 48 horas después de que elDiario.es informase de la desaparición de dos denuncias por acoso sexual contra Paco Salazar en el canal interno del partido y del carpetazo a la investigación, las dos mujeres denunciantes han sido contactadas por Ferraz por ese canal interno para poner en marcha la tramitación que estipula el protocolo antiacoso de los socialistas.

Las dos denunciantes recibieron a lo largo del martes sendas notificaciones que certifican, ahora sí, que sus escritos han sido admitidos a trámite. Y que, por tanto, la investigación echa a andar después de casi medio año de no haber obtenido respuesta alguna. Tal y como adelantó en exclusiva este periódico, las denuncias datan del 8 y del 28 de julio, respectivamente, y llegaron a desaparecer del sistema informático del Partido Socialista durante varias semanas.

Aunque Ferraz había intentado justificar con todo tipo de argumentos que la investigación interna haya sido cortocircuitada desde que se interpusieron las denuncias, ahora la propia actuación del partido desde que elDiario.es diera cuenta de este caso desautoriza ese enrevesado argumentario. Primero fue que no existían denuncias, luego que el anonimato dificultaba mucho la investigación, después que el sistema informático se había “ofuscado” y, finalmente, que la baja de militancia de Salazar hacía inútil indagar más. Pero todo eso ha cambiado en tan solo dos días.

“Estamos a tu disposición para todo aquello que necesites, quieras emprender o quieras consultar”, reza la comunicación recibida este martes por una de las denunciantes después de que durante cinco meses nadie del Partido haya contactado con ella para instruir el caso. “La tramitación de tu comunicación continúa, y cuando se concluya emitiendo el correspondiente informe final, te será comunicado”, dice la notificación recibida.

También a lo largo del martes fue contacta la denunciante que registró de manera formal su escrito en el canal interno del PSOE el 28 de julio. A ella, que denunciaba entre otras cosas que Salazar “se subía la bragueta en tu cara y escenificaba felaciones”, si siquiera llegaron jamás a darle acuse de recibo de su comunicación. Y su denuncia también desapareció del sistema. Tan solo después de hacer pública su denuncia a través de este periódico ha conseguido respuesta de su partido, al que en su escrito llegó a pedir ayuda por estar sometida a un ambiente laboral “irrespirable”.

A esta segunda denunciante el partido le comunica que su escrito, registrado el 28 de julio, ahora sí fue recepcionada, una información para la que ha tenido que esperar cinco meses. Y al igual que en el caso de su compañera, el PSOE se pone a su disposición para lo que necesite y le traslada que la mantendrá informada del procedimiento.

La indignación interna

La indignación por el escándalo Salazar, pese a los intentos de la dirección federal por rebajar el asunto, recorre todas las federaciones socialistas. Muchos son los dirigentes que demandan explicaciones a los responsables del partido que debían haber investigado las denuncias. “Esto no se puede zanjar como si no hubiera pasado nada. Queremos que nos expliquen qué ha pasado, qué se hizo y hasta dónde estamos dispuestos a llegar en este asunto que mancilla las siglas de un partido que lleva a gala la bandera del feminismo”, se queja un alto cargo del PSOE de Andalucía.

La dirigencia que no habita entre los muros de la calle Ferraz y La Moncloa quiere saber y está en su derecho y, además de interpelar a la responsable de Organización, Rebeca Torró, apunta también a la vicepresidenta primera, vicesecretaria general del PSOE y líder de los socialistas andaluces, María Jesús Montero en tanto en cuanto el ex asesor del presidente militaba en su agrupación y trabajó durante años codo con codo con la también ministra de Hacienda. “Salazar ha estado protegido todos estos meses por la dirección andaluza, con cuyos integrantes mantiene una relación constante y fluida”, lamenta otro dirigente.

Precisamente Montero fue una de las personas que participaron en la caza de brujas desatada en el partido y en el Gobierno para localizar a las personas que contactaron con elDiario.es para relatar los comportamientos de Salazar. Este miércoles afirmó que las víctimas contarán con todo su apoyo y el del PSOE, pero el pasado julio se dirigió a algunas mujeres de su propio partido para acusarlas de “querer destrozar la vida a los compañeros” y de “respaldar a quienes quieren acabar con el PSOE”, según han relatado algunas de las interpeladas. Tampoco es casualidad que en la dirección andaluza Montero tenga como secretario de Organización a Francisco Rodríguez, a quien se considera hijo político de Salazar e íntimo amigo del presunto acosador sexual.

Desde La Moncloa, ahora sí lamentan que el partido no haya estado a la altura y sospechan que desde Ferraz “se ha ocultado información al presidente del Gobierno”. Así lo cree una de las personas más cercanas a Pedro Sánchez, quien asegura que cuando el secretario general del PSOE leyó en elDiario.es los escritos de las denunciantes “no tuvo ninguna duda de la trascendencia del asunto” y demandó a Torró las explicaciones por las que durante cinco meses no se había interesado.

La sensación en otros ámbitos del PSOE es que, conocido el alcance del escándalo, Moncloa y PSOE tratan de responsabilizarse mutuamente de lo ocurrido, pero lo cierto es que pocas dudas hay de que quienes habitan en el complejo presidencial y quienes lo hacen en Ferraz son los mismos y que tienen complicado desdoblarse de sus funciones para sacudirse la responsabilidad de su más que evidente inacción.

Tras haber dicho el pasado lunes que el partido actuó con diligencia ante el caso, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, tachó este miércoles de “asquerosos y deleznables” los comentarios del exmilitante socialista y exasesor Francisco Salazar vertidos contra mujeres que trabajaban para él y que denunciaron comportamientos inadecuados en los canales internos de Ferraz. También pidió que su organización sea “mucho más rigurosa” en la selección de cargos orgánicos.

Entre las mujeres feministas advierten a la organización que el PSOE no está midiendo el profundo malestar que recorre al partido con este asunto.