El Supremo da la razón a Jiménez Losantos en su guerra con Vox y avala que llamara «bebelejía» a los antivacunas

El Supremo da la razón a Jiménez Losantos en su guerra con Vox y avala que llamara «bebelejía» a los antivacunas

El alto tribunal declara firme el archivo de una causa por delito de odio contra el locutor y explica que sus declaraciones contra los antivacunas no fueron delictivas: «No incita a la violencia contra quienes abrazaron la legitima opción de no vacunarse»

Losantos declara la guerra a los antivacunas tras recibir amenazas: “Ultracarcas bebedores de lejía”

La pandemia de coronavirus provocó un cisma en la derecha política y mediática española. La campaña de vacunación de 2021 consumó la separación entre el locutor Federico Jiménez Losantos y Vox después de preguntar a Santiago Abascal en antena si se había vacunado y de pasar, a partir de entonces, a referirse a los antivacunas como “bebelejía”. El Tribunal Supremo, en una sentencia reciente, acaba de zanjar esta batalla a favor del presidente de Libertad Digital: sus expresiones contra los antivacunas pudieron ser “excesivas” pero no fueron un delito de odio.

Las autoridades sanitarias españolas administraron la primera vacuna contra el coronavirus en diciembre de 2020 y Santiago Abascal se sentó en el estudio de EsRadio casi un año después, en septiembre de 2021, cuando la campaña de inmunización ya alcazaba todos los grupos de edad. La extrema derecha española e internacional abarcaba en ese momento a los antivacunas y el líder de Vox se llevó una reprimenda del locutor cuando no quiso aclarar si se había vacunado o no. Su postura ambigua, dijo Jiménez Losantos, era “irresponsable”.

La relación entre el locutor y Vox se rompió ese día mientras Jiménez Losantos, bautizado como ‘Pfizerico‘, se lanzó con fuerza contra los antivacunas, y en especial lo que existían en el entorno del partido de extrema derecha: “Los bebelejía son organizaciones criminales y de estafadores. Me llaman asesino de mi plantilla por decir que se tenían que vacunar. No hombre no, los asesinos sois vosotros”. Habló, incluso, de la necesidad de “exterminar” a la “colección de psicópatas” que, entendía, había cerca de Vox.

El locutor fue objeto de varias denuncias y una de ellas, interpuesta por un hombre que no se había vacunado, llegó hasta el Tribunal Supremo. Un juzgado de la Plaza de Castilla de Madrid decidió procesar a Jiménez Losantos pero la Audiencia Provincial archivó el procedimiento en 2022 al entender que no había incurrido en un delito de odio. Una decisión que acaba de ratificar el Tribunal Supremo con la magistrada Ana Ferrer como ponente: sus palabras pudieron ser “excesivas” pero no una “soflama de linchamiento”, como decía la querella.

El Supremo llama, en primer lugar, a examinar el “contexto” del momento en que el locutor llamó “bebelejía” a los antivacunas: una “gravísima situación” sanitaria y un momento en que las personas que “legítimamente” decidían no vacunarse podían perjudicar la salud de terceros. “Cada enfermo generaba una onda expansiva de potenciales infectados”, recuerda esta sentencia.

“En ese ambiente de crispación se produjeron las expresiones citadas”, dice el Supremo antes de recordar que Jiménez Losantos ni siquiera estaba faltando al respeto a todo aquel que no se había querido vacunar, “sino a quienes le atacaban y al partido político Vox, invitando a que apartara de su ideario los planteamientos antivacunas”. Usó un lenguaje “duro y torpe” con “expresiones insultantes” pero la expresión “bebelejía” no era gratuita, sino que hacían referencia a “algún líder político extranjero”: Donald Trump.

Su mensaje, en cualquier caso, no fue un delito de odio contra los antivacunas. “No incita a la violencia o la discriminación” y tampoco ponía en riesgo a quienes, dicen los jueces, “abrazaron la legítima opción de no vacunarse. Incitación que no puede sustentarse en la comparación con el eslogan publicitario de un insecticida”.