El estudio que da cifras a la polarización: cinco millones de españoles han roto relaciones por causas políticas en un año
Un informe de la organización More in Common muestra que la sensación de división crece entre la población en España y deja huella en los círculos cercanos de los ciudadanos. Los niveles de polarización superan los de otros países europeos como Alemania, Francia o Italia.
Cuando quien no vota como nosotros nos cae mal: aumenta en España la ‘polarización afectiva’
Unos cinco millones de españoles han roto relaciones familiares o de amistad en el último año por motivos políticos, el 14% de la población mayor de edad con derecho a voto, según un informe de la organización More in Common. La experiencia más generalizada entre los votantes de todos los colores son las discusiones sobre política en Nochebuena y Nochevieja: el 20% las presenció o participó en una las pasadas navidades, aunque la mayoría evita pronunciarse en su día a día para no discutir. El estudio muestra una sensación de división cada vez mayor entre la ciudadanía, con niveles de polarización por encima de otros países europeos como Alemania, Italia o Francia, y muestra que el asunto que más divide las opiniones de los votantes es la inmigración.
Los que más han cortado lazos este 2025 son los votantes de Podemos, indica este estudio, que también admiten ser los que más han abandonado grupos de Whatsapp y los que más han tenido discusiones fuertes por motivos políticos. Sin embargo, los datos dicen que los más intolerantes hacia las personas de otros signos políticos son los de derechas: en una escala del uno (sentimientos muy negativos) al siete (muy positivos) los simpatizantes de PP y Vox dan menos de un tres a los votantes de otros partidos, especialmente a los de formaciones nacionalistas como Bildu, la peor valorada por ambos.
Seguramente en las discusiones en la mesa que tengan lugar estas fiestas se pronunciarán algunos de los siguientes nombres: los políticos que más polarizan a la población según los encuestados son Santiago Abascal (39%) y Pedro Sánchez (35%), seguidos de Isabel Díaz Ayuso (19%) y Carles Puidgemont (17%). Pero hay una clara diferencia entre lo que piensan los votantes de derechas, que consideran a Sánchez mucho más polarizante que Abascal, y los de izquierdas, que ponen al líder de Vox y de la presidenta de la Comunidad de Madrid por encima del presidente del Gobierno.
Todos los encuestados valoran a los votantes de su mismo signo por encima del resto, de hecho, casi la mitad de los españoles reconocen relacionarse sobre todo con personas políticamente similares a ellos: el 48% dice que su círculo de amigos más cercanos tiene ideas parecidas o prácticamente idénticas a las suyas. Quienes tienen los grupos de amistades más cerrados son los de Vox, seis de cada diez afirman que su entorno más íntimo opina igual que ellos o son afines. En el otro lado del espectro, los votantes de Sumar tienen las amistades más diversas. Son los únicos que consideran que la mayoría de sus amigos tienen ideas “bastante variadas” o incluso “opuestas entre sí”.
Después de la Dana, creció la sensación de unidad (pero no duró)
Casi dos tercios de la población percibe que la sociedad española está “algo” o “muy” dividida, una proporción que a penas ha cambiado en los últimos años, con una excepción. Después de la Dana en la Comunidad Valenciana, se produjo un pico en la sensación de unidad: casi el 40% consideraba que la sociedad estaba “algo” o “muy” unida, sin embargo, para abril de 2025, este sentimiento volvía a caer llegando a valores alrededor de tan solo el 15%. Los votantes del PSOE son los más optimistas en este sentido, y también son los que más creen —por encima de la media total— que, a pesar de la polarización, nuestro sistema político es capaz de abordar los principales problemas del país.
Los encuestados creen que lo que más nos separa son las diferencias ideológicas. Para el 57%, la mayor división que existe en nuestra sociedad es entre “gente de izquierdas y gente de derechas”, seguida de las diferencias entre la clase política y la ciudadanía. Las diferencias entre ricos y pobres se consideran menos divisorias que estas dos y crece notablemente la sensación de discordia entre las distintas comunidades autónomas respecto al año 2022.
El estudio muestra un gran consenso entre los simpatizantes de todas las formaciones respecto a los servicios públicos. Desde Podemos y Sumar hasta Vox, todo el espectro político está de acuerdo —o bastante de acuerdo— con que la sanidad y la educación deberían ser principalmente públicos. Hasta el votante de extrema derecha se encuentra muy lejos de apoyar unos servicios principalmente privados. En el resto de asuntos por los que pregunta este estudio, como igualdad de género, redistribución de riqueza o cambio climático, el total de la población se posiciona más a la izquierda, salvo en uno: la inmigración.
La inmigración: donde la izquierda está más derechizada
Según este informe, el total de la población se muestra más bien adverso a la acogida de personas migrantes. Pero, además, los datos muestran que este tema es en el que los votantes de Podemos, Sumar y PSOE están más derechizados. Aunque están más cerca de aceptar acogerlos que de rechazarlos, este es punto en el que más se acercan a la equidistancia. Entre la opinión de que la inmigración “enriquece nuestra sociedad y nuestra economía” y la de que “amenaza nuestra cultura y nuestro bienestar”, la izquierda y en especial los socialistas, se sitúan casi en medio de las dos. Los votantes de Vox son, con diferencia, los que más la rechazan seguidos por los del PP.