La UE amplía durante un año las sanciones contra Venezuela en plena crisis con EEUU
Bruselas asegura que en Venezuela se mantienen «las acciones persistentes que socavan la democracia y el estado de derecho, así como las continuas violaciones de los derechos humanos y la represión de la sociedad civil y la oposición democrática»
Trump estrecha el cerco sobre Venezuela por tierra, mar y aire
Bruselas ha anunciado este lunes la ampliación de un año, hasta enero de 2027, de las sanciones contra Venezuela que puso en marcha la Unión Europea tras las elecciones del 28 de julio de 2024. Las restricciones europeas se mantienen en un momento de máxima presión de EEUU sobre el país latinoamericano.
La UE asegura que en Venezuela se siguen dando “acciones persistentes que socavan la democracia y el estado de derecho, así como las continuas violaciones de los derechos humanos y la represión de la sociedad civil y la oposición democrática”.
La ampliación de las sanciones llega en un momento de grave crisis entre Venezuela y EEUU. El presidente Donald Trump está presionando a Venezuela por tierra, mar y aire mediante la coacción militar que ha obligado a cerrar el espacio aéreo de Venezuela, tiene las relaciones comerciales intervenidas hasta el punto de apresar un petrolero cargado frente a las costas de Venezuela, y con la amenaza recurrente de operaciones terrestres después de casi 90 asesinatos extrajudiciales en el Caribe y el Pacífico Oriental.
Corina Machado, premio Nobel de la Paz y opositora del Gobierno de Maduro, ha justificado las amenazas y acciones de EEUU contra su país: “Algunos hablan de la amenaza de una invasión en Venezuela [por parte de EEUU], pero Venezuela ya ha sido invadida por agentes rusos, iraníes y grupos terroristas”, ha señalado la opositora en Oslo en una rueda de prensa en Oslo tras recibir el Premio Nobel de la paz.
Las sanciones europeas consisten en un listado de 69 personas, que han respaldado el régimen del presidente Nicolás Maduro, a los que se les han congelado sus activos, además de la prohibición de proporcionar fondos o recursos económicos tanto directa como indirectamente y el veto para que puedan viajar a la Unión Europea. “Nicolás Maduro carece de la legitimidad de un presidente elegido democráticamente”, aseguró cuando se impusieron estas sanciones en enero de 2025 Kaja Kallas, la jefa de la diplomacia europea.
Estas restricciones se suman a otras sanciones que adoptó Bruselas con anterioridad centradas en “un embargo de armas y de equipos que puedan ser utilizados para la represión” de la población venezolana.
La puesta en marcha de estas restricciones tratan de obligar a Maduro a buscar “una solución negociada y democrática a la crisis en Venezuela”. Bruselas asegura que “la reversión de las sanciones de la UE dependerá de un progreso tangible en los derechos humanos y el estado de derecho en Venezuela, junto con pasos significativos hacia un diálogo genuino y una transición democrática”.