La Universitat de Barcelona lleva el caso del catedrático Ramón Flecha a la Fiscalía y aparta a otros tres profesores de su grupo
Un informe preliminar de la comisión que investiga a Ramón Flecha da credibilidad a las denunciantes y considera que los hechos «podrían ser constitutivos de conductas de coerción sexual, coerción psicológica, maltrato, explotación personal y profesional, así como conductas vejatorias e intimidatorias»
La UB abre una investigación a Flecha y le suspende temporalmente como profesor emérito
La Universitat de Barcelona (UB) ha decidido llevar el caso del catedrático Ramón Flecha a la Fiscalía y ha apartado a otros tres profesores vinculados con su grupo académico tras recoger el testimonio de 11 denunciantes (Flecha ya fue suspendido temporalmente como doctor emérito en julio). La medida cautelar se ha adoptado después de que la comisión que investiga los hechos remitiera un informe preliminar al rector tras constatar la veracidad de las acusaciones.
El informe, con fecha 19 de diciembre, incluye una evaluación pericial psicológica de la fiabilidad de las víctimas, y concluye que los hechos que relatan dentro del grupo de investigación CREA son “muy graves”. “Podrían ser constitutivos de conductas de coerción sexual, coerción psicológica, maltrato, explotación personal y profesional, así como conductas vejatorias e intimidatorias”, detallan fuentes del centro. Y añaden que esto encajaría con la existencia de un “grupo coercitivo de alto control”, es decir, con el funcionamiento como secta que ya se denunció años atrás.
La UB decidió abrir una investigación a Flecha y a su grupo de investigación, el CREA, después de que elDiario.es junto con otros tres medios (RTVE Noticias, Ràdio 4-RNE e Infolibre) publicara una reportaje en el que varias subordinadas suyas en la universidad le acusaran de pedirles masajes, sexo o tareas domésticas. 11 víctimas presentaron una denuncia interna en la UB, una cifra que meses después se ha elevado ya a 16. Una de las medidas cautelares que adoptó entonces la institución fue suspender cautelarmente al catedrático de sus funciones.
Las nuevas medidas adoptadas por la UB incluyen principalmente la denuncia en la Fiscalía, ya materializada este lunes, y la suspensión de trabajo –no de sueldo– de dos profesoras (Personal Docente Investigador) del grupo así como la suspensión de la condición de catedrático honorario de una tercera persona. A esto se le añade la suspensión temporal del propio Flecha cuando se inició la investigación el pasado mes de julio.
Como parte de las medidas cautelares que el centro toma ahora, tras la existencia de ese informe premiliar, está la congelación de los méritos académicos y profesionales que están bajo sospecha por la investigación del CREA y que no se tengan en cuenta en los procesos de selección del profesorado. Asimismo, se añaden medidas de acompañamiento psicológico para todas las afectadas de la UB, así como el traslado de la información del caso a otras universidades donde este grupo académico tiene presencia.
“Los hechos declarados son de una gravedad injustificable, son hechos intolerables y repulsivos, que vulneran la dignidad y el respeto que cualquier persona merece”, ha declarado la UB en un comunicado. En él, lamentan “profundamente” el “sufrimiento” y el “dolor” causados a las personas denunciantes.
Apoyo a las víctimas
Las acusaciones contra Flecha desveladas por este diario desataron un alud de apoyo a las víctimas entre colectivos universitarios y grupos de investigación. La Generalitat llegó incluso a suspender también de forma cautelar una distinción otorgada a Marta Soler, directora del CREA y defensora sin tapujos del catedrático señalado. Los colectivos universitarios pedían que se la apartase de la dirección que ocupa del Departamento de Sociología, pero por ahora no ha trascendido si ella es una de las suspendidas.
El grupo académico CREA, fundado por Flecha, ya había sido acusado anteriormente de funcionar como una secta dentro de la universidad. La primera vez fue en 2004 y la segunda, en 2016. Aun así, la Fiscalía archivó entonces el caso al no hallar suficientes indicios de delito.
Tras conocerse las recientes acusaciones contra Flecha, otra de las derivadas que adquirió el caso es la del presunto fraude académico. Flecha publicó como propio un artículo sobre acoso sexual elaborado por una investigadora, tal como destapó este diario. Posteriormente, el CSIC lo eliminó de sus ránkings al detectar irregularidades en sus citas.