3.090 personas han muerto en 2025 tratando de migrar a España

3.090 personas han muerto en 2025 tratando de migrar a España

El trayecto desde Argelia se consolida como el más peligroso en un año en el que decienden los fallecidos, pero aumenta el número de siniestros, según el recuento de la ONG Caminando Fronteras

10.457 personas han muerto en su intento de migrar a España en 2024, el año más mortífero

Un total de 3.090 personas han muerto a lo largo de 2025 intentando migrar a través de distintas rutas a España, según el recuento publicado este lunes por la ONG Caminando Fronteras, que toma sus datos del contacto directo con los supervivientes y las familias de las víctimas. El año que termina constata la consolidación de la ruta argelina, que supera a la que va hacia Canarias y ya es la más transitada y peligrosa –en especial la que tiene como destino las islas Baleares–.

La organización ha documentado, hasta el 15 de diciembre, 303 tragedias. Si bien el número de fallecidos baja, sobre todo a partir de marzo, respecto a las cifras del informe de 2024 –cuando registraron el fallecimiento de 10.457 personas (en 2023, 6.618)– la ONG indica que los siniestros han aumentado en 2025 (10 más este año que el anterior) y que el descenso de víctimas mortales se debe a que las embarcaciones accidentadas llevaban menos personas a bordo.

“Esta tendencia confirma que una parte sustancial de las muertes en las rutas hacia el Estado español no puede explicarse como sucesos fortuitos o inevitables, sino como el resultado previsible de un sistema que continúa anteponiendo el control de las fronteras a la protección de la vida”, denuncia el informe.

La ruta argelina se reafirma como la más letal, ya que concentra el 70% de los siniestros marítimos. Un total de 1.037 personas migrantes salidas de Argelia fallecieron en 121 tragedias. El mayor riesgo está en la conexión entre Ibiza y Formentera, “con recorridos más largos y expuestos en una zona donde no hay proactividad de los servicios de salvamento”, señala la organización.

La mayoría de las víctimas en el conjunto de rutas son hombres, pero también han perdido la vida 192 mujeres y 437 niñas, niños y adolescentes.

1.906 víctimas en la ruta a Canarias

En 2025, se ha observado una reducción de las llegadas por la ruta atlántica hacia las Islas Canarias, lo que Caminando Fronteras atribuye a “la intensificación de los mecanismos de control migratorio” y a “la externalización de fronteras hacia terceros países, no por una mejora real en la protección del derecho a la vida”. En esta externalización destaca el caso de Mauritania, de donde partieron 1.319 de las 1.906 víctimas en el océano –y fallecieron en 27 tragedias–.

Encargar la vigilancia a terceros países, sufragada con aportaciones de la UE y de los países a título individual, “amplía los espacios fronterizos y multiplica aquellos donde la vida está amenazada”, critica la ONG. Las rutas desde Agadir-Dajla (Marruecos-Sáhara Occidental), Senegal y Gambia también superan el centenar de muertos, respectivamente, y se registran también partidas desde puntos cada vez más meridionales, como Guinea-Conakry.

Entetanto, se ha registrado un incremento significativo de intentos de llegada y tragedias en el cruce del Estrecho, donde 139 víctimas perdieron la vida, mientras otras personas fallecieron en la valla de Ceuta. “Dos de ellas murieron a causa de las heridas provocadas por la caída del vallado y la demora en el tiempo de auxilio médico, mientras que la tercera falleció, según los testimonios recopilados, a consecuencia de los golpes recibidos por parte de los servicios de control migratorio”, explica el documento.

70 embarcaciones desaparecidas

La ONG destaca varios casos concretos por lo ilustrativo de sus situaciones; por ejemplo, el de un cayuco con 203 personas a bordo que partió desde Nuakchot (Mauritania) el 3 de enero y del que nunca más se volvió a saber. Fue solo una de las 70 embarcaciones que desaparecieron sin dejar rastro a lo largo del año.

“No se tuvo constancia de la alerta hasta siete días después de la salida porque la información se queda en la propia clandestinidad de la ruta”, explica el informe, que llama la atención sobre “la ausencia de protocolos sólidos, estandarizados, y multilaterales que permita iniciar y activar búsquedas de embarcaciones de este tipo en condiciones de extrema vulnerabilidad”.

“El sistema migratorio expone a las personas a riesgos insoportables”, describe el estudio al hilo del rescate tras 23 días de un cayuco que salió de Dajla el 17 de febrero. Fue localizado a 300 millas. De las 83 personas que habían salido, solo se halló con vida a 13. “El rescate tardío evidencia fallos sistémicos en la detección, el seguimiento y la respuesta en un corredor marítimo donde estas tragedias son recurrentes”, critica.