
Más del 80% de los perros y gatos que llegan a centros de acogida no están identificados con el chip obligatorio
El primer estudio oficial sobre la gestión de la protección animal en España, revela además que uno de cada cuatro ayuntamientos no dispone de ningún medio para hacer frente a la recogida de animales a pesar de que la ley determina que es su responsabilidad
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Perdidos o abandonados, y sin ninguna identificación. Aunque la Ley de Bienestar Animal aprobada la pasada legislatura obliga a colocar un microchip en perros, gatos y otros animales domésticos, el 80% de los que acaban en centros de acogida no los llevan. Es una de las conclusiones del primer estudio elaborado con datos oficiales sobre la gestión de los centros de protección animal en España que ha presentado este martes el Ministerio de Derechos Sociales.
Se trata, ha explicado Rosa Martínez, secretaria de Estado de Derechos Sociales, de un paso previo para orientar las políticas públicas y la creación de un Plan estatal de Acción contra el Abandono. El informe, elaborado a partir de encuestas a 500 ayuntamientos y 250 entidades de protección, revela que el 95% de los gatos y el 70% de los perros trasladados a estos centros no disponen del chip que permitiría localizar a sus propietarios, lo que dificulta la devolución rápida a sus titulares en casos de extravío.
Esta identificación es “fundamental” para prevenir su abandono, afirma José Ramón Becerra, director general de Derechos de los Animales. La obligatoriedad del uso del chip en perros y gatos, así como otros animales, entró en vigor el pasado 29 de septiembre de 2023, e incumplirla puede suponer multas de varios miles de euros.
Más perros que gatos identificados
El informe desvela que la mayoría de los centros de recogida de animales de compañía registraron en 2023 más entradas que salidas en todas las especies acogidas. Este hecho es para Rosa Martínez de especial relevancia, ya que muestra la necesidad de que las entidades locales “reciban apoyo técnico y financiero” para hacer frente a esta problemática.
La normativa en materia de salud pública y la Ley de Bases de Régimen Local, en vigor desde 1985, establece que son los ayuntamientos los responsables de la retirada de animales abandonados en la vía pública. A pesar de ello, solo el 21% de los ayuntamientos dispone de un centro propio de recogida y entre los que no lo tienen, un 42% recurre a un servicio externo para gestionar a los animales. Uno de cada cuatro ayuntamientos (25%) reconoce que no cuentan con ningún medio para atender a los animales.
El perfil de los perros que se encuentran acogidos en los centros es el de un animal adulto, de gran tamaño y de raza mestiza.
La tasa de retención –ejemplares que no se devuelven ni se adoptan– es del 4% en el caso de los perros, mientras que la de los gatos alcanza el 18%, porque apenas un 5% están identificados. La de “otros animales” (donde se incluyen conejos y hurones, entre otros) llega hasta el 19%.
En lo que respecta a los gatos, el 62% de las entradas corresponden a adultos. Los cachorros tienen una mayor salida hacia la adopción, ya que son el 38% de las entradas y suponen casi seis de cada diez adopciones del total.