¿Cómo de saludables son el hummus, el guacamole y otros ‘snacks’ vegetales de supermercado?

¿Cómo de saludables son el hummus, el guacamole y otros ‘snacks’ vegetales de supermercado?

Son muy socorridos para un picoteo y los compramos porque, a priori, son más sanos que otras opciones. Pero, ¿qué contienen en realidad?

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La búsqueda de snacks más saludables se ha convertido en una opción popular a la que, según una encuesta de la consultora Health Focus, optan el 45% de los consumidores a nivel mundial. El viraje se produce en un contexto de búsqueda de una alimentación más sana que, a su vez, ha llevado a la mayor presencia de este tipo de snacks, que actúan muchas veces de salvavidas en medio de un día ajetreado porque nos ayudan a aumentar los niveles de energía y reducir los antojos. Contribuyen, además, a esa búsqueda de pequeños caprichos entre comidas que nos sacien y sean ricos en nutrientes, pero que sean más atractivos que una manzana o unos cuantos frutos secos.

Sin embargo, muchos de estos snacks no son igual de saludables que su versión casera porque, en la mayoría de los casos, contienen una variedad de nutrientes e ingredientes que, casi siempre, queremos o deberíamos limitar, como sodio, azúcar, grasas no saludables o aditivos. Aunque sí pueden ser una buena opción. ¿Cuáles son algunos de ellos y en qué debemos fijarnos a la hora de comprarlos?

Chips y untables de verduras: en qué debemos fijarnos

Navegar por los pasillos del supermercado en busca de snacks saludables no es una tarea fácil. El secreto está en prestar atención a ciertos aspectos y, para ello, empezaremos por la etiqueta de los ingredientes, que es la que realmente nos revela la verdad sobre qué es lo que contiene un producto. Así, la información imprescindible que debemos consultar es:

Listado de ingredientes

Cuando se trata de identificar un snack, primero debemos echar un vistazo a la lista de ingredientes. Esto nos permite comprobar y conocer cuál es su ingrediente principal y en qué cantidad se encuentra y nos ayudará a conocer si el producto es saludable porque nos permite saber, entre otras cosas, si contiene harinas refinadas. Si es así, es mejor no comprarlo y optar por el que tenga harinas integrales o frutos secos.

Aunque las bolsas de chips de verduras muestran este alimento en el envase como si este ingrediente formara parte única de la receta, lo que contiene de verdad aparecerá en la letra pequeña, en la parte trasera del envase. Si el nombre de la verdura está al final de la etiqueta, significa que lo más probable es que no sea el ingrediente principal.


El guacamole tiene como ingrediente principal el aguacate y contiene vitaminas E, K y B, minerales y ácidos grasos saludables.

Algunos aditivos e ingredientes no saludables comunes que conviene evitar son aceites procesados y sabores y colorantes artificiales. Si es un producto saludable, cuantos menos ingredientes contenga la etiqueta, mejor.

Etiquetado nutricional

Después de mirar el contenido de ingredientes, pasamos a la etiqueta nutricional, en la que deberíamos encontrar una proporción equilibrada de macronutrientes. Debemos buscar aquí alimentos con mayor contenido de proteínas y fibra y menor contenido de azúcar. Los carbohidratos y las grasas saludables son también importantes.

Sin embargo, muchos de los chips vegetales contienen un exceso de sal, lo que provoca que se eliminen los nutrientes de los que podría presumir el snack. De ahí que sea muy importante comprobar la cantidad de sal que contiene producto.

También son comunes en los snacks las grasas saturadas y trans, que pueden contribuir al aumento de los niveles de colesterol.

Snacks vegetales más saludables

Teniendo en cuenta estas consideraciones, sí podemos encontrar algunas opciones envasadas que, además de que nos ayudarán a saciarnos en algún momento, lo harán de una forma saludable. Si no tenemos tiempo de preparar nada y optamos por acudir al supermercado para tener un aperitivo saludable, podemos optar por productos a base de cereales integrales bajos en sal, lácteos bajos en grasas y sin azúcares añadidos, snacks elaborados con legumbres bajos en sal y frutos secos tostados o al natural, como indican desde la Academia Española de Nutrición y Dietética.

En el caso del guacamole de súper, una salsa espesa originaria de México y que tiene como ingrediente principal el aguacate, contiene vitaminas E, K y B, minerales y ácidos grasos saludables. Si bien la versión casera se considera una opción saludable de picoteo, ¿ocurre lo mismo con la versión industrial envasada? En este caso, y según una comparación de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), este tipo de productos pueden llevar grasas y azúcares añadidos, una cantidad elevada de sal y algunos aditivos que no usaríamos si los elaboramos en casa.

En cuanto al hummus, hablamos de un plato típico de la cocina árabe cuyo ingrediente principal son los garbanzos, una legumbre que sí debería estar presente en nuestra alimentación y, por tanto, ofrece una pequeña cantidad de proteína y, si lo acompañamos de verduras picadas como palitos de zanahorias o rodajas de calabacín o pepino o galletas integrales, puede ser, además de un snack saciante, también saludable.

Según la comparación de la OCU, la lista de muchos de estos productos incluye ingredientes la pasta de sésamo tahini, aceite y especias, así como aceitunas, tomate, remolacha o tomate. De acuerdo con la valoración nutricional Nutri-Score, en el caso del hummus encontraríamos productos con una muy buena valoración nutricional, así como productos con una aceptable.

Si dejamos de lado los untables y salsas, tenemos también las galletas de arroz, que funcionan bien como alternativa sin gluten a las galletas de trigo. Y, aunque tienen poco valor nutricional, sí contienen fibra y una pequeña cantidad de nutrientes del arroz integral.

Con cualquiera que sea el snack que elijamos, debemos prestar especial atención a los reclamos en este tipo de productos y no dejarnos llevar por mensajes atractivos, ya que no siempre indican que son tan saludables como parecen. A la hora de comprar uno de estos aperitivos debemos buscar uno que sea bajo en sodio y azúcar añadido, que tenga cero gramos de grasas trans y menos de tres gramos de grasas saturadas por porción, y que esté libre de aditivos, conservantes e ingredientes artificiales.