
La oposición reprocha a Ayuso el fichaje del capitán Bonilla y ella les acusa de usar las muertes en residencias «para tapar la mafia»
La presidenta madrileña amenaza con levantarse de la Conferencia de Presidentes si no le hablan en español en las reuniones: «Ya veré lo que haré con esos pinganillos, no me los pondré”
Las conversaciones del capitán Bonilla de la UCO: favores a un empresario, datos confidenciales y un enchufe para su mujer
El lema escogido por el PP, ‘mafia o democracia’, para manifestarse contra el Gobierno central este domingo en Madrid ha protagonizado el pleno de la Asamblea de Madrid. La oposición ha recurrido a este eslogan para cargar contra algunas de las polémicas del Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso y su entorno.
“¿Contratar por más de 83.000 euros al señor Bonilla es mafia o democracia?, ¿poner toda la maquinaria de la Comunidad de Madrid para defender a un procesado por defraudar es mafia o democracia?”, le ha preguntado la portavoz del PSOE, Mar Espinar, a la presidenta autonómica, en alusión al caso por fraude fiscal que tiene abierta la pareja de la mandataria y a los mensajes que el gerente de Seguridad del Servicio Madrileño de Salud y excapitán de la UCO, Juan Vicente Bonilla, se cruzó durante cinco años cuando estaba en activo con un confidente que revelan que le facilitó información confidencial y lo asesoró en sus denuncias.
Desde Más Madrid también han aludido al lema escogido por los populares para manifestarse. Su líder, Manuela Bergerot, le ha replicado a la presidenta: “Mafia o democracia dicen los que trafican con áticos y contratos sanitarios con Quirón”. Ante estas intervenciones, la presidenta ha pasado al ataque contra las representantes de los partidos de la oposición. Se ha dirigido a Espinar asegurando que es “la portavoz de la mafia”, y recordando la rueda de prensa que ayer dio Leire Díez, donde “la cloaca se pegó con el fango en directo”, según Ayuso.
A este pleno han acudido como invitados familiares de fallecidos en las residencias durante la pandemia. Desde Más Madrid y el PSOE les han recibido con una cerrada oposición, después de que Bergerot haya recordado en la Asamblea la declaración de Antonio Burgueño, asesor sanitario de la Comunidad de Madrid durante la pandemia, en un juzgado de Leganés, “un testimonio en sede judicial” que ubica a la mandataria “en la toma de decisiones de las residencias”, ha explicado Bergerot. La líder del partido autonómico ha asegurado que la presidenta “insultó, señaló y acusó” a “los familiares de las víctimas de los protocolos”
“Van p’alante dos y los que quedan”, ha reseñado Bergerot sobre las primeras imputaciones a exaltos cargos autonómicos durante la pandemia. “Los protocolos de la vergüenza quedaron registrados por escritos, dejaron morir a 7.291 por el hecho de vivir en residencias. Solo pasó en Madrid. Es imposible creer que no avaló los protocolos de la vergüenza”, ha indicado Bergerot. En su comparecencia, también ha reseñado que la Comunidad de Madrid ha “premiado” a los responsables de aquella estrategia, ya que el exconsejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, ahora es senado, y su “mano derecha”, Ana Dávila, está “al frente de las residencias, como consejera de Asuntos Sociales”.
Tras el aplauso de los diputados de la oposición a familiares de residentes fallecidos, Ayuso no ha optado por bajar el tono. Para la presidenta “no hay algo más mezquino que utilizar el drama de las residencias con fines políticos, o sí, usarlo para tapar la mafia”. La presidenta ha insistido en varias ocasiones en que a la oposición madrileña “no le interesa lo que sucedió en las residencias de todo el mundo”. “Lo único que hacen política barata con las residencias”, ha apuntado.
Otra de las citas que tiene marcada en la agenda la presidenta autonómica es la Conferencia de Presidentes que se celebrará mañana en Barcelona, con la asistencia de todos los presidentes del PP. Vox le ha reprochado a Ayuso que “su Gobierno se reúna con la mafia en Barcelona”, debido a su asistencia al encuentro con Pedro Sánchez tras las críticas diaria que ella y su Ejecutivo vierten contra el presidente.
El viernes la mandataria acudirá a la conferencia, aunque ya ha amagado con levantarse de la mesa si no le hablan en español en las reuniones. “Todo lo que me tengan que decir en los pasillos en español o lo dicen dentro en el mismo idioma, o me saldré. Ya veré lo que haré con esos pinganillos, no me los pondré”, ha asegurado la presidenta, que defiende que “utilizan el catalán para hacer provincianismo con el secesionismo”.