El búho del Ártico pasó por Catalunya hace 40.000 años: hallan restos de aves nórdicas en una cueva de Sitges

El búho del Ártico pasó por Catalunya hace 40.000 años: hallan restos de aves nórdicas en una cueva de Sitges

Investigadores de la Universitat de Barcelona localizan restos de aves de hace hasta 90.000 años y apuntan a que se habrían desplazado al Mediterráneo para refugiarse del frío extremo

Investigadores de la Universidad de Barcelona (UB) han descubierto en el yacimiento de la cueva del Gigante de Sitges, en la provincia de Barcelona, los restos de aves nórdicas de hace decenas de miles de años, entre ellas las de un búho nival, conocido como búho del Ártico.

El hallazgo indica que en diferentes momentos desde hace 90.000 años, especies como el escribano nival (Plectrophenax nivalis) o el búho nival (Bubo scandiacus) viajaron miles de kilómetros hacia el sur, hasta la región mediterránea, para refugiarse durante episodios de enfriamiento extremo.

En el yacimiento se han identificado más de 1.200 huesos de aves de unas 46 especies distintas. La mayoría son de especies que habitan en el Mediterráneo, pero también han emergido algunos de estas regiones nórdicas de Europa que hacen frontera con el Ártico.

Entre ellos se encuentran restos del escribano nival, que según las indagaciones de los investigadores habitó la cueva hace 90.000 años, y del camachuelo picogrueso (Pinicola enucleator), del piquituerto lorito (Loxia pytyopsittacus) y del camachuelo común (Pyrrhula pyr00 pyr). De hace unos 40.000 años se han hallado los restos del búho del Ártico.

En cuanto a las especies mediterráneas, se han hallado restos de perdiz roja (Alectoris rufa) o la parrilla becroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax).

Los investigadores de la UB Montserrat Sanz y Joan Daura, autores del hallazgo junto con Antonio Sánchez, investigador del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont, explican que muchas de estas aves no están adaptadas al clima mediterráneo moderno, lo que indica que su presencia en el litoral catalán se debía a “migraciones forzadas por las condiciones climáticas adversas en sus hábitats naturales”.

La responsabilidad del hallazgo recae en el Grupo de Investigación del Cuaternario del Seminario de Estudios e Investigación Prehistóricas (SERP) de la UB, y su resultado se ha publicado en la revista ‘Journal of Archaelogical Science: Reports’.