¿Mutilar a los rinocerontes es su única salvación? Cortar sus cuernos redujo un 78% la caza furtiva

¿Mutilar a los rinocerontes es su única salvación? Cortar sus cuernos redujo un 78% la caza furtiva

Un estudio realizado en 11 reservas sudafricanas muestra que la única medida eficaz para proteger a estos animales es arrebatarles el gran incentivo que tienen los cazadores para matarlos

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Aunque la palabra rinoceronte significa literalmente “nariz cornuda” (de rhinós, nariz, y céros, cuerno), estos animales podrían estar condenados a perder el rasgo más distintivo de su especie si quieren sobrevivir en las condiciones de presión actuales. Es la triste conclusión de un estudio que se publica este jueves en la revista Science, en la que un grupo de científicos ha estudiado la caza furtiva de rinocerontes en 11 reservas del parque nacional Kruger, en Sudáfrica, entre 2017 a 2023.

Mediante análisis estadístico, los autores analizaron la efectividad de decenas de medidas de protección —desde la contratación de guardabosques al empleo de perros rastreadores, helicópteros, controles de acceso y cámaras de detección— y llegaron a la conclusión de que la principal medida protectora fue cortar los cuernos de los animales para desincentivar su caza.

La medida más barata

El equipo de Timothy Kuiper constató que la mutilación de 2.284 rinocerontes en ocho de las reservas resultó en una reducción de la caza furtiva en un 78%, una medida que además fue la más barata. A pesar de que es una tarea que requiere un gran despliegue y que hay que repetir cada dos años, puesto que los cuernos vuelven a crecer, esta estrategia costó solo el 1,2% del presupuesto total gastado en ese período. Las medidas de represión y castigo, que acabaron con 700 detenciones de furtivos y se llevaron casi la totalidad de los 74 millones de dólares invertidos, no fueron eficaces.


A la izquierda, una hembra de rinoceronte que sobrevivió tras ser mutilada por los furtivos mediante una motosierra en Sudáfrica.

“Nuestros resultados suponen un reto para que los gobiernos, los financiadores, el sector privado y las organizaciones no gubernamentales reevalúen sus enfoques estratégicos frente a los delitos contra la vida silvestre en general”, escriben los autores. “Aunque detectar y detener a los cazadores furtivos es esencial, las estrategias que se centran en reducir las oportunidades y las recompensas de la caza furtiva pueden ser más eficaces”.

En 2023, se registraron 586 muertes de rinocerontes por caza furtiva en África, la mayoría en Sudáfrica, que alberga la mayor población mundial de estos animales con aproximadamente 16.056 ejemplares. En 2024, el país reportó una ligera disminución de la caza furtiva, con 420 rinocerontes abatidos, frente a los 499 del año anterior, pero siguen siendo cifras muy negativas. Según datos de WWF, el precio del cuerno de rinoceronte duplica al del oro o la cocaína y se han dado casos en que mutilan salvajemente con motosierras al animal mientras está vivo.

Fruto de la desesperación

Los investigadores señalan que la desigualdad socioeconómica persistente incentiva a un gran grupo de personas vulnerables y motivadas a unirse o cazar furtivamente para organizaciones criminales, incluso cuando los riesgos son altos. También advierten de que la corrupción y los sistemas judiciales ineficaces pueden frustrar aún más los enfoques reactivos. “Los sistemas de justicia penal ineficaces significan que los delincuentes arrestados a menudo eluden el castigo, con evidencia de nuestra área de estudio de múltiples delincuentes reincidentes”, asegura Kuiper.


La hembra de rinoceronte que sobrevivió tras ser mutilada por los furtivos mediante una motosierra en Sudáfrica.

Otra preocupante observación del estudio es que, incluso después de haber descornado a la población de rinocerontes, la necesidad lleva a algunos cazadores furtivos a cazarlos en busca de muñones o cuernos regenerados, algo que empieza a ser un problema creciente. Otro inconveniente, avisan, es que el descornado también podría desviar la atención de los cazadores furtivos hacia poblaciones de rinocerontes con cuernos en otras zonas.

Extremo pero eficaz

“Aunque es un poco extrema, desde luego es una medida eficaz que requiere un gran esfuerzo y continuidad”, asegura Luis Suárez, coordinador de conservación de la organización WWF, que financia este tipo de operaciones en otros parques de África. “Es un esfuerzo que hay que repetir porque el cuerno vuelve a crecer, e incluso en las primeras etapas hay peligro, porque los furtivos están tan desesperados que les vale cualquier cosa”.

Es un esfuerzo que hay que repetir porque el cuerno vuelve a crecer, e incluso en las primeras etapas hay peligro, porque los furtivos están tan desesperados que les vale cualquier cosa

Luis Suárez
Coordinador de conservación de la organización WWF

Suárez cree que también son eficaces y poco costosas otras medidas como que se endurezcan los códigos penales para que estas acciones no salgan tan baratas, o implicar a las comunidades locales para que reciban beneficios de la existencia de esta fauna salvaje y formen parte de esa cadena de defensa. “Pero sobre todo hay que seguir trabajando en el aspecto principal, que es reducir la demanda”, concluye. “Mientras tengamos gente en países del este asiático que sigan queriendo comprar el cuerno de rinoceronte y sigan creyendo que tiene estas capacidades milagrosas será muy complicado; siempre habrá alguien que quiera colarse en un espacio natural y matar un rinoceronte para cortarle el cuerno”.

Efectos a largo plazo

Eloy Revilla, investigador del CSIC en la Estación Biológica de Doñana con experiencia en África, cree que el estudio es muy interesante, pero tiene dudas sobre cómo han medido la mayor eficacia de la mutilación, ya que se sopla con otras medidas. “Lo que hay que hacer es seguir trabajando también para mejorar la aplicación de la normativa, que haya menos mafias y reducir la infracción de la legalidad”, asegura.

Quitarles el cuerno afecta a las relaciones de dominancia y en el medio y en el largo plazo sí que puede empeorar su capacidad de adaptarse a condiciones cambiantes

Eloy Revilla
Investigador del CSIC en la Estación Biológica de Doñana

Un aspecto que los autores han pasado por alto, a su juicio, es el efecto potencialmente negativo que tiene quitarles el cuerno a los rinocerontes. “Sabemos que cambia su comportamiento, su uso del espacio, las relaciones de dominancia entre ellos y eso puede tener efecto a medio y largo plazo en la población”. Los machos de esta especie establecen la jerarquía por el tamaño del cuerno y eso permite a los animales más grandes y mejor estado de salud ser los que acceden a la reproducción, explica. “Cuando les quitas el cuerno, al final acceden otros individuos que probablemente sean de peor calidad y eso en el medio y en el largo plazo sí que puede empeorar la capacidad de los propios animales para adaptarse a condiciones cambiantes”.

Para Revilla, los autores sobrestiman la capacidad de esta estrategia de mutilación para arreglar el problema, que podría servir para situaciones puntuales. “Porque al final estás moviendo el problema de un sitio a otro, pero no analizan hasta qué punto tiene un efecto en la conservación de la propia especie de manera global”, concluye. “En definitiva, puede ser útil para reducir la mortalidad por furtivismo, pero tiene consecuencias a otras escalas espaciales y temporales”.