El ‘no’ de Sánchez sobre el gasto militar aboca a la OTAN a una negociación contrarreloj de final incierto

El ‘no’ de Sánchez sobre el gasto militar aboca a la OTAN a una negociación contrarreloj de final incierto

Italia, Reino Unido, Canadá, Bélgica o Luxemburgo también se resisten al objetivo del 5% del gasto militar impuesto por Trump, pero son menos vehementes en el rechazo que España. Algunos de esos países presionan para ampliar el plazo para cumplir de 2032 a 2035

Sánchez rechaza en una carta al secretario general de la OTAN disparar el gasto militar al 5% como exige Trump

A las grandes cumbres, los líderes llegan con prácticamente todo cerrado. Y esa era también la intención de los 32 Estados miembros de la OTAN ante la cita anual que se celebra en La Haya el 24 y 25 de junio. Probablemente esta vez más que nunca porque será la primera de la nueva etapa de Donald Trump. Muchos jefes de Gobierno le verán en persona por primera vez y otros, como Pedro Sánchez, se reencontrarán con él por primera vez desde su regreso a la Casa Blanca. Pero todos son conscientes de la volatilidad e imprevisibilidad del presidente de EEUU, que ha elevado la presión al máximo sobre sus socios al llegar incluso a amenazar con no proteger en caso de ataque a aquellos que estuvieran por debajo de los objetivos de gasto militar que se acordaron en 2014 o de desconectarse de la seguridad de Europa, que siempre ha estado supeditada a Washington.

Pero esa intención de tenerlo todo acordado antes de la cita ha saltado por los aires con el sonoro rechazo de Pedro Sánchez a rubricar un compromiso de gasto militar del 5% del PIB, que le colocaría en una situación complicada con sus socios de Gobierno y de investidura. La carta que envió este jueves el presidente del Gobierno al secretario general de la OTAN, Mark Rutte, supuso romper el procedimiento de silencio que el holandés había planteado para que se aceptara su última propuesta, que incluía algunas flexibilizaciones respecto a la inicial, pero que básicamente compra el marco a Trump: elevar el gasto en defensa al 5% (3,5% para gasto militar puro y duro, y 1,5% para un concepto más amplio de seguridad que incluye movilidad, protección de infraestructuras críticas, ciberseguridad, etc.) para el año 2032. Con la objeción de Sánchez, se impide que la propuesta se dé por aceptada.

Y en ese tipo de decisiones en el marco de la OTAN se requiere del consenso y con que haya un ‘no’, se bloquea la situación. El de España no es el único, pero sí el más vehemente. Y es a Sánchez al que miran el resto de aliados tres días antes de la reunión en La Haya. Italia, Reino Unido, Canadá, Bélgica y Luxemburgo también tienen reticencias. La mayoría de esos países están a la cola en gasto militar actualmente y han hecho ímprobos esfuerzos para comprometerse a llegar al 2% este año. En el caso de Italia se le suma una deuda disparada. El primer ministro británico, Keir Starmer, anunció un incremento histórico, pero aun así se queda por debajo del esfuerzo que reclama Rutte por delegación de Trump: alcanzar el 3% en 2034.

Lo que esas capitales están planteando en el seno de la OTAN es ampliar hasta 2035 la fecha para alcanzar ese compromiso. Aunque daría un cierto margen de maniobra para la extensión del gasto, en la práctica supondría igualmente dispararlo hasta un récord histórico. Otro de los planteamientos que se han formulado en la Alianza Atlántica es establecer una cláusula de una revisión en 2029. Por un lado, algunos Estados miembros consideran que para entonces Trump estará fuera de la Casa Blanca y todo será más fácil. Sin embargo, fuentes diplomáticas reconocen que los servicios de inteligencia advierten de que los desafíos de seguridad no serán menos sino más para esa fecha. Por lo tanto, le dan una validez relativa a esa concesión.

Y, en todo caso, para España es insuficiente. Uno de los reproches que le hacen a España otros países es que no había planteado sus necesidades o propuestas. Y Sánchez lo hizo este jueves: que el objetivo del 5% no sea vinculante, sino que figure como una propuesta “opcional” para los Estados miembros de la alianza. “La fórmula que propongo nos permitiría preservar el objetivo del 5% en la declaración para aquellos aliados que lo necesiten o que quieran perseguirlo”, decía en su misiva.

Sin embargo, no parece que Trump vaya a permitir la voluntariedad al resto de miembros de la OTAN tras haber puesto en el aumento del gasto militar uno de sus objetivos y exigencias desde que llegó a la Casa Blanca. “El presidente quiere que todos los países europeos paguen su parte y alcancen ese umbral del 5%”, expresó la portavoz de la Casa Blanca el mismo jueves.

Y habló específicamente de los países europeos, que es a los que Trump está demostrando tener más inquina al haber llegado a afirmar que la UE se fundó para “joder” a EEUU.

En todo caso, la negociación sigue. La OTAN se ha bunkerizado incluso más de lo habitual. “Las discusiones entre los aliados sobre un nuevo plan de inversión en defensa están en marcha”, se limitan a decir. “La negociación seguirá hoy y mañana”, reconocía una fuente el jueves, que agregaba: “Si necesitamos negociar hasta el domingo, lo haremos”. La otra señal de que el asunto está verde es que el embajador de EEUU ante la OTAN, Matthew G. Whitaker, iba a mantener un encuentro con los periodistas este viernes y lo ha pospuesto al lunes. Todo está abierto y las negociaciones son contrarreloj, con un final incierto porque de momento España está en el bloqueo, nadie dice hasta dónde está dispuesto a llegar Sánchez en su negativa, y Trump es imprevisible.