Descubierto un biomarcador que predice qué pacientes no van a responder a la quimioterapia

Descubierto un biomarcador que predice qué pacientes no van a responder a la quimioterapia

Investigadores del CNIO y la Universidad de Cambrigde han diseñado unos test para detectar alteraciones en el material genético de las células cancerosas y permitirán, cuando se valide en hospitales, ahorrar terapias ineficaces con efectos secundarios para apuntar lo antes posible a otras alternativas

Un prometedor fármaco testado en un hospital madrileño combate el cáncer de pulmón en personas que no fuman

La quimioterapia es uno de los tratamientos más frecuentes frente al cáncer pero no funciona en todos los casos. Un equipo del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), en colaboración con la Universidad de Cambrigde y una empresa llamada Tailor Bio, ha desarrollado una método para predecir en qué personas no van a ser eficaces estas terapias estándar basadas en tres compuestos: platino, taxanos y antraciclinas. Los resultados se han publicado en la revista Nature Genetics.

“Hemos desarrollado un test genómico que permite que tres quimioterapias estándar se usen de forma dirigida, es decir, en pacientes que sabemos que pueden responder a ellas. Este test puede aplicarse a diferentes tipos de cáncer y nuestros resultados pueden beneficiar a unos cientos de miles de pacientes al año”, explica Joe Sneath Thompson, uno de los autores del estudio junto a Bárbara Hernando, ambos del CNIO.

Este método se basa en unos biomarcadores que detectan las llamadas firmas de inestabilidad cromosómica. Estas firmas aparecen como un patrón cuando se producen alteraciones en el número de cromosomas ocasionadas por los tumores. En estos casos las células cancerosas no tienen la cantidad de material genético adecuado.

Con los nuevos biomarcadores se puede detectar con antelación qué pacientes son resistentes a estas terapias para poder elegir otras alternativas y evitar efectos secundarios innecesarios en personas que no van a tener ningún beneficio clínico de los tratamientos. Para el jefe del Grupo de Oncología Computacional del CNIO, Geoff Macintyre, este avance es muy relevante porque “permite hacer medicina de precisión con quimioterapias estándar”.

Los test genéticos se pusieron a prueba con datos de 840 pacientes con cáncer de mama, próstata, ovario y sarcoma a través de un ensayo “emulado”. Es decir, los autores recurrieron a una gran cantidad de información procedentes de pacientes diagnosticados que ya habían sido tratados con las tres quimioterapias analizadas.

Validarlo en los hospitales

Ahora, los investigadores deben trasladar esta tecnología a la clínica, es decir, validarla en los hospitales para que esté lista para utilizarse en ensayos clínicos el año que viene. Estos pasos se darán en colaboración con el Hospital Universitario 12 de Octubre. “Llevar un biomarcador de la fase de descubrimiento a la clínica no suele ser sencillo. Pero con persistencia y colaboración es posible convertir un proyecto de investigación en una tecnología realmente prometedora desde el punto de vista clínico”, dice Macintyre.

Las líneas de investigación para dirigir lo más posible las terapias, personalizarlas al máximo para cada paciente, cada vez ganan más peso: no se trata de dar fármacos, cuantos más mejor, sino de evitar aquellos que son innecesarios y producen un daño. Científicos del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona (IRB) descubrieron hace un año cinco factores que pueden ayudar a predecir el éxito de la inmunoterapia, uno de los tratamientos más avanzados contra el cáncer al que, sin embargo, solo responden entre un 20 y un 40% de los pacientes sin que aún se sepa muy bien por qué.