¿Te olvidas de tomar la medicación? Estos seis consejos pueden ayudarte a evitar despistes

¿Te olvidas de tomar la medicación? Estos seis consejos pueden ayudarte a evitar despistes

A menudo olvidamos tomarnos la medicación y acabamos haciéndolo cuando no toca o, simplemente, dejamos de tomarlas; pero hay formas sencillas de controlarlo

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Tanto si nos acaban de recetar un medicamento para algo puntual como si llevamos tiempo tomándolo, lo más habitual es que tardemos en acostumbrarnos a tomarlo de forma rutinaria, sin olvidarnos de hacerlo, aunque no siempre es fácil.

La adherencia al tratamiento, es decir, el cumplimiento y la constancia con las indicaciones del médico y el farmacéutico, tanto con los medicamentos como en la dosis, la frecuencia y la duración adecuadas, son fundamentales para evitar complicaciones, sobre todo en enfermedades crónicas como la hipertensión o la diabetes.

Se calcula que casi el 50% de los pacientes con enfermedades crónicas no siguen de forma correcta su tratamiento. Y el olvido suele ser uno de los principales motivos por los que esto suele pasar. Pero no es el único: también puede haber otras causas como pensar que no es imprescindible, que tiene efectos secundarios o porque ya nos encontramos mejor y consideramos que ya no es necesario, según advierte en su web el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos. 

¿Qué consecuencias tiene todo esto? No tomar la medicación que nos han recetado puede tener varios efectos, como una pérdida de eficacia en el tratamiento; un mayor riesgo de complicaciones; en el caso de los antibióticos, una mayor resistencia a los medicamentos; recaídas y un mayor e innecesario gasto en salud. Se calcula, además, que no tomar los medicamentos según lo recetado es la razón por la que entre el 30% y el 50% de los planes de tratamiento para enfermedades crónicas no dan resultados positivos.

Qué podemos hacer para no olvidar tomarnos los medicamentos

Ya hemos visto que es fundamental llevar un control de nuestra medicación, lo que nos obliga a prestar atención a aspectos como seguir las instrucciones del médico y de informarnos de aspectos como para qué, cuándo y cómo debemos tomar esta medicación. Y esto es especialmente importante en aquellas personas que deben tomar más de un medicamento al día. Algo cada vez más común: el porcentaje de población mayor de 14 años con cinco o más fármacos prescritos de forma simultánea pasó del 2,5% en 2005 a casi el 9% en 2015.

Para facilitar la tarea de gestionar todo este arsenal de medicamentos, o incluso si solo debemos tomar una pastilla, la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) explica en esta infografía algunos consejos para no saltarnos ninguna dosis:

Usar un pastillero: son una herramienta para organizar las pastillas y es especialmente útil si olvidamos fácilmente si hemos tomado o no los medicamentos cada día. Además, son de tamaño reducido, por lo que caben fácilmente en bolsos y podemos llevarlo encima allí donde vayamos. Puede ser especialmente útil para quienes toman varios medicamentos al día y a distintas horas. Suelen estar divididos en secciones individuales que contienen medicamentos para una semana, o incluso pueden estar separados por horas. Es necesario antes preguntar al farmacéutico o al médico si podemos sacar las pastillas de su envase original.
Guardar la medicación siempre en el mismo lugar: debe ser visible, pero seguro, alto, lejos de niños pequeños y mascotas curiosas y protegidos del calor o el frío extremos.
Tomar la medicación siempre a la misma hora: cuando el día a día cambia, por el motivo que sea (vacaciones, cambios laborales, etc.), es fácil que nos olvidemos de tomar la pastilla de después del desayuno si esta hora ha ido cambiando a lo largo de la semana. Por tanto, vincular las dosis de los medicamentos con una rutina diaria que no cambia nos ayudará. Por ejemplo, podemos hacer que coincida siempre con el cepillado de dientes, con quitarnos los zapatos al entrar en casa o antes de acostarnos.
Aprovechar la tecnología, como alarmas, sobre todo si son interactivas y personalizadas, y aplicaciones que nos pueden ayudar a administrar nuestra rutina y para que nos hagan un recordatorio. 
Planificar el tratamiento con horarios, tomas y cantidades, y dejarlo en un lugar visible, como puede ser la puerta de la nevera. Esto nos ayudará también a saber cuándo se acabará el envase y evitará que nos quedemos sin medicación porque nos muestra cuánto medicamento nos queda y, por tanto, cuándo tenemos que renovar la receta.
Pedir consejo a los profesionales para que nos echen una mano si lo necesitamos. Puede haber maneras de simplificar la toma de los medicamentos, y algunos pueden combinarse con otros para limitar las dosis diarias múltiples, o si tomamos un medicamento dos o tres veces al día, el médico podría encontrar otro similar que solo necesite tomarse una vez al día. O saber qué medicamentos podemos tomar juntos. Esto es algo que nos dirá un profesional. Otro buen método es echar mano de los Sistemas Personalizados de Dosificación (SPD), una herramienta que prepara el farmacéutico en la farmacia y que consiste en clasificar la medicación por días y momentos del día.

La mejor manera de recordar nuestra medicación es hacer la que mejor nos funcione a nosotros.

¿Y si, pese a todo, olvidamos tomarnos alguna dosis?

Lo que debemos hacer en esta circunstancia dependerá del medicamento que estemos tomando. En la mayoría de los casos, el prospecto del medicamento nos dirá qué podemos hacer. Muchas de las recomendaciones que incluyen pasan por no duplicar, no tomar más de lo que se dice en la receta, por tanto, deberemos esperar a la siguiente dosis a la hora habitual. 

Sin embargo, hay algunos medicamentos que se recetan para tratamientos cortos en los que olvidarse de una dosis puede ser un problema, por lo que deberíamos consultar con el farmacéutico para que nos aconseje qué podemos hacer. Si esto es así, en algunos casos puede recomendarse tomar la dosis olvidada tan pronto como nos acordemos, aunque es mejor saltarnos la dosis si la hora está cerca de la siguiente toma. En los tratamientos más largos, la recomendación suele ser esperar a la siguiente dosis para tomar la medicación en el momento programado.