La hermandad de la Macarena pide perdón por el «cambio de aspecto» de la Virgen y anuncia dimisiones y un informe técnico

La hermandad de la Macarena pide perdón por el «cambio de aspecto» de la Virgen y anuncia dimisiones y un informe técnico

La hermandad enfrenta una de sus mayores crisis tras la polémica restauración de la Esperanza, con dimisiones en su junta de gobierno, disculpas públicas por el «daño moral y devocional» causado, y la supervisión técnica del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico para resolver la situación

Protesta frente a la basílica de la Macarena por la polémica restauración de la Virgen

La hermandad de la Macarena ha pedido perdón por el “daño moral y devocional” causado tras el controvertido “cambio de aspecto” en el rostro de la Virgen, resultado de los recientes trabajos de conservación. En respuesta a la crisis desatada, la junta de gobierno ha anunciado las dimisiones del mayordomo y el prioste responsables de la talla, además de encargar un informe técnico definitivo que será supervisado por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), adscrito a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.

En un comunicado hecho público de madrugada, la junta de gobierno de la hermandad de la Macarena ha dado cuenta de la reunión extraordinaria en cabildo de oficiales, celebrada hasta las 2:00 horas de este martes. El encuentro abordó la polémica generada por la reciente intervención de conservación en la talla de la Virgen, cuyo resultado provocó un amplio rechazo entre hermanos y devotos. Ante esta situación, la entidad decidió acometer una actuación de urgencia para restablecer las facciones originales de la imagen y corregir la “alteración estética no buscada” que se había manifestado en el rostro de esta figura, objeto de gran devoción en la ciudad.

La tarde de este pasado lunes, los aledaños de la basílica de la Macarena fueron el escenario de una nutrida concentración en la que cientos de personas manifestaron el rechazo a la actuación y demandaron la dimisión de los responsables de la hermandad. En ese marco, la junta de gobierno ha expuesto en su comunicado la “cronología” de los acontecimientos; pidiendo de nuevo “perdón a todos los hermanos y devotos por el daño moral y devocional que haya podido provocarles las decisiones tomadas”; pues el asunto ha desencadenado una de las mayores crisis vividas en el seno de la hermandad.

La entidad explica que en mayo de 2024 encargó al profesor Francisco Arquillo Torres un informe sobre el estado de conservación de sus imágenes titulares, recordando que lleva desde 1978 “depositando su confianza en este prestigioso profesional” y destacando que en el citado informe figuraba que el criterio a aplicar sería “el mismo que ha venido aplicándose en las operaciones de mantenimiento realizadas tras la restauración integral de las tres imágenes” en 1984, es decir, “observando el más absoluto respeto a la autenticidad y evitando cambios en el aspecto estético externo”.

Dudas por “las nuevas pestañas”

A partir de ahí, según la junta de gobierno, ya el 6 de junio se firmó un contrato entre la hermandad y la Fundación para la Investigación de la Universidad de Sevilla (FIUS), entidad sin ánimo de lucro que se dedica a colaborar en proyectos de investigación con empresas y entidades públicas o privadas, y posteriormente, “una vez que el profesor Arquillo comunicó que los trabajos encomendados estaban finalizados el viernes 20 de junio, los oficiales de junta responsables del seguimiento de las tareas estimaron que el aspecto” de la talla era “idóneo para ser respuesta al culto”.

“Sin embargo, y según aparece en el informe resumido del profesor Arquillo”, puntualiza la junta de gobierno, “aún no le habían sido colocadas las pestañas realizadas utilizando la plantilla de la restauración de 1978” siendo por tanto “la última operación que se efectúa para no afectar (las pestañas) por la pulverización de protección superficial que se le aplica a la policromía”; con lo que estas “se colocaron momentos antes de vestirla”, asumiendo con ello que era “posible que se desplazaran cerrando parte de los ojos al no estar el adhesivo completamente seco”.

“A pesar del cambio de aspecto provocado por las nuevas pestañas y las consultas al profesor Arquillo, este indicó que era un efecto transitorio producto de dicho cambio”, asegura la junta de gobierno, reconociendo que “tras situar a la Virgen ya en el camarín, su aspecto seguía suscitando dudas entre los oficiales de la junta”; pero aunque “se intentó contactar en reiteradas ocasiones con el profesor Arquillo”, no fue posible “al haberse ido ya de la basílica”.

Una decisión “errónea”

“Al no ser posible, y a pocas horas de la apertura al público de la basílica, se decidió de manera errónea reponerla al culto tal y como estaba”, explica la junta de gobierno de la hermandad, sobre los momentos previos a comenzar la controversia.

Ya la mañana del sábado 21 de junio, según la entidad, “ante la persistencia de ese efecto estético no deseado” en el rostro de la imagen, “se requirió la presencia del profesor Arquillo en la basílica, además de otros expertos, para analizar una posible solución”; extremo este que motivó la también discutida decisión de “cerrar el templo para actuar lo antes posible”.

“Dichas labores de restablecimiento estético no pudieron culminarse antes de la hora de apertura de la basílica por la tarde, extendiéndose durante la noche una vez cerrado el templo. Esta intervención, bajo la supervisión del conservador de bienes muebles de la hermandad fue ejecutada por el escultor imaginero Esteban Sánchez Rosado”, precisa la junta de gobierno, agregando que “en aras de la transparencia y para que los hermanos y devotos comprobaran por sí mismos el estado de la Virgen, se decidió ponerla en veneración extraordinaria durante tres días en el presbiterio bajo de la basílica”, periodo en el que ha acontecido la mencionada concentración de protesta en repulsa a lo acontecido y en demanda de dimisiones.

A la espera de un “informe definitivo más extenso”

La junta de gobierno informa además de que el profesor Arquillo ha entregado un “informe resumido” de la intervención acometida en la talla, paso previo a un “informe definitivo más extenso”, que analizará “los trabajos llevados a cabo, comparándolos con el informe de mayo de 2024 a fin de dilucidar el posible origen de la alteración en el resultado esperado”, consultando para ello con “especialistas de reconocido prestigio” en aras de “actuar en consecuencia”.

La junta de gobierno ha aprobado que sea el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) la entidad que “realice las labores de supervisión técnica de dichas actuaciones” y “una vez finalizado todo este proceso, se convocará un cabildo general extraordinario para, en base a los resultados, determinar cuantas medidas se vayan a adoptar”. Todo ello después de que el mayordomo y el prioste de la talla de la Esperanza, Enrique Espinosa de los Monteros y Miguel Ángel Fernández Almagro, “han presentado su dimisión”, que será efectiva “una vez resuelta la incidencia”.