
Lluvia de críticas al nuevo modelo de contenedores de ropa «inservibles» en Madrid, con más basura e inseguridad
Vecinos denuncian que el diseño actual facilita la manipulación de estos elementos y dificulta el reciclaje, con lo que se acumulan los residuos alrededor. Critican además que el Ayuntamiento responde a estas incidencias eliminando contenedores y no mejora un «sistema de recogida manifiestamente ineficaz»
Los lunes al suelo: basuras acumuladas en Madrid por los cambios en la recogida del contenedor naranja
Basta una búsqueda para encontrar un museo de los horrores textil hecho jirones. Ropajes o bolsas invadiendo la acera, contenedores completamente rebasados y una serie de imágenes descritas como “un nido de suciedad”. Es lo que puede verse en X al introducir los términos “contenedor ropa Madrid”. Quejas de ciudadanos de cualquier zona de la ciudad sobre la acumulación de residuos en estos elementos de reciclaje, o sobre la facilidad con la que pueden ser vandalizados.
“Todo Madrid con montañas de ropa. Contenedores que se revientan con facilidad. Si pides al Ayuntamiento que lo recoja, te quitan el contenedor. Caso de mi calle. ¿Qué tal hacerlos más seguros?”, se pregunta una vecina de Usera en esta red social, visiblemente indignada.
“Es impresentable el estado en el que está el contenedor de ropa usada de la calle General Álvarez De Castro, 27. La puerta está arrancada. Lo he denunciado en varias ocasiones y nadie hace nada. Es una vergüenza. Pagamos un IBI altísimo y nos ignoran”, denuncia por su parte la plataforma SOS Chamberí.
“Hace más de una década que no tiro ropa a la basura, siempre utilizo los contenedores de ropa para que cualquier prenda descartada pueda tener algún tipo de aprovechamiento o una segunda vida. Hace unos meses los cambiaron todos. Los nuevos presentaron muy pronto fuertes deficiencias, apareciendo en muchas ocasiones reventados por la parte de atrás o con el sistema de apertura estropeado. La consecuencia fundamental es que alrededor de estos contenedores empezó a verse un volumen creciente de ropa desparramada, hasta que los contenedores fueron progresivamente retirados”. Mario, vecino del distrito de Arganzuela, explica así a Somos Madrid las deficiencias que ha detectado desde el cambio de los diseños.
“Desconozco la eficacia del sistema de recogida y el tratamiento posterior de estos textiles, pero los contenedores anteriores no estaban, ni de lejos, tan frecuentemente vandalizados ni reventados. Siempre que pude llevar ropa a cualquiera de ellos, los encontré en un estado aceptable. Ahora, en cambio, se amontona una ingente cantidad de ropa en casi cualquier contenedor del nuevo tipo que me he ido encontrando. Además de las evidentes deficiencias de estos contenedores, que hace que sean abiertos y vandalizados con una facilidad pasmosa, el sistema de recogida es notoriamente ineficaz”, denuncia Mario.
“El problema fundamental es que se pierde la confianza en este sistema de recogida. Sabes que la ropa que donas, esté en el estado que esté, acabará desparramada, mezclada con otra basura y sufriendo las inclemencias del tiempo. Así que se hace difícil llevarla a un contenedor de este tipo; es como tirarla en la calle. Y lo más dramático es que la respuesta a esta situación está siendo retirar los contenedores y no poner otros nuevos, con lo cual en la mayoría de zonas de Madrid no hay ningún dispositivo municipal para donar ropa”, lamenta.
“La frecuencia de recogida es notoriamente insuficiente, se acumula mucha ropa y la mayoría fuera de los contenedores. Por todo esto, he dejado de llevarla. En mi barrio, Legazpi, han desaparecido todos los contenedores de ropa usada. Estoy a la espera de que repongan alguno, si es que tienen intención de hacerlo”, dice Mario para terminar.
Ropa acumulada en una calle del distrito de Villaverde, junto a un contenedor textil.
La facilidad para manipular estos elementos ha provocado además episodios especialmente dramáticos, como la persona sin hogar que falleció por parada cardiorrespiratoria después de pasar un número indeterminado de horas en el interior de un contenedor textil de la plaza de Prosperidad, en Chamartín.
Este periódico ha consultado fuentes del área de Medio Ambiente, Urbanismo y Movilidad para conocer el motivo del cambio en los modelos de contenedores de ropa, una valoración del aumento de las incidencias o las razones por las que según muchos vecinos se ha deteriorado el sistema de recogida. Hasta el momento, ninguna de las preguntas trasladadas ha recibido respuesta en el departamento que dirige Borja Carabante.
El Gobierno de José Luis Martínez-Almeida llevó a cabo entre 2022 y 2023 la transformación y ampliación de los contenedores de la ciudad, entre ellos los textiles. El Contrato de contenerización, recogida y transporte de residuos incorporó 1.342 contenedores para la recogida de ropa. Pero en los últimos meses, el diseño volvió a modificarse con un consecuente aumento de las incidencias.
Apariencia de los contenedores de ropa en Madrid antes del rediseño que ha aumentado las críticas e incidencias.
De acuerdo a las cifras del portal de datos municipal, en la actualidad la cantidad de contenedores de ropa en la ciudad es similar a la del inicio del contrato: 1.402. No obstante, estos datos no recogen las incidencias que han dejado a muchos de ellos “prácticamente inservibles”, como recogen y lamentan las diversas reclamaciones ciudadanas.
Se estima que aproximadamente el 15% del material recogido, las prendas en buen estado, son destinadas a su reutilización a través de su venta en comercios específicos. Un 50 % se dirigen a reciclaje del material textil (creación de nuevas prendas) y el resto son prendas en mal estado que no son aprovechables, según el portal municipal.