Cierra el Museu d’Art Prohibit de Barcelona tras cuatro meses con un piquete sindical frente a su puerta

Cierra el Museu d’Art Prohibit de Barcelona tras cuatro meses con un piquete sindical frente a su puerta

El museo afrontaba desde el pasado 26 de febrero una huelga indefinida convocada por el sindicato Solidaridad y Unidad de los Trabajadores

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El Museu d’Art Prohibit cierra sus puertas en Barcelona tras un año y medio de andadura y con un último tercio tortuoso, e infructuoso a nivel económico debido a una huelga indefinida por parte de cinco trabajadores que ocupaban dos puestos de trabajo, subcontratados a dos empresas: Silicia Servicios Auxiliares y Palacios y Museos SL. Los trabajadores pertenecían al sindicato Solidaridad y Unidad de los Trabajadores (SUT), que planteó la huelga desde un principio como un piquete permanente delante del museo a partir del 26 de febrero y hasta la fecha, en que el museo ha anunciado su cierre.

En un comunicado, el museo anuncia el cierre y lo atribuye a “las pérdidas económicas provocadas por el escrache instalado frente al museo desde hace cuatro meses y dirigido por el sindicato SUT”. Añaden que el presunto escrache, mediante el citado piquete permanente, “se ha dedicado durante estos cuatro meses a hacer todo lo posible por impedir la normal entrada al museo de los visitantes”. Y le acusan de provocar “una situación insostenible que, en algún momento, incluso ha puesto en riesgo a los visitantes y a los propios trabajadores del museo”.

El comunicado alega que “estos cuatro meses, las coacciones e injurias derivadas de esta contingencia han afectado al funcionamiento habitual del equipamiento y han perjudicado tanto a los visitantes como a la plantilla del museo”. Como consecuencia, asegura que “las pérdidas son insostenibles”, ya que el Museo habría registrado una caída del 75% de los ingresos respecto al año anterior. “En lo que se refiere a las previsiones de crecimiento ha habido una caída del 95%”, expone.

Huelga indefinida desde el 26 de febrero

Fuentes del Museu d’Art Prohibit consultadas por elDiario.es explican que la mayoría de trabajadores no han secundado jamás esta huelga indefinida que se ha cronificado a las puertas del museo y que se ha visto limitada a los cinco trabajadores afiliados al SUT. “Hay siete trabajadores contratados y otros tantos a través de subcontratas con otras empresas que en ningún momento han mostrado ni malestar ni reivindicaciones no atendidas”, subrayan.

Desvelan también que el conflicto con el SUT estalló tras cancelar el museo su contrato con la empresa Magmacultura en enero, que afectó a siete trabajadores que, no obstante, según asegura el museo, y reconoce el SUT en su página web, fueron recolocados en otras empresas de la ciudad. “El 11 de febrero el museo recibió un burofax anunciando la huelga indefinida del 26 febrero, secundada por los trabajadores de Silicia Servicios Auxiliares y Palacios y Museos SL, que corresponden con los dos puestos de trabajo de seguridad y atención a los visitantes que ocupaban los cinco trabajadores en huelga”, explican desde el museo.

Entre las diversas reivindicaciones que se exponen en la página web del SUT figuran la climatización adecuada a la estación y fin de posiciones en corrientes de aire; vestuario adecuado para las condiciones de frío y calor; sillas ergonómicas y rotación para evitar largas horas en posiciones estáticas; consolidación de jornada de toda la plantilla; descanso efectivo de 20 minutos por jornadas de cinco horas, pues aducen que en realidad en horas de alta demanda el descanso se redice a 10 minutos o cumplimiento de la desconexión digital.

Tres inspecciones y un juicio favorables al museo

El museo asegura que ha cumplido con muchas de estas demandas tras diversas reuniones con los representantes del SUT, pero que “aun así, estos se han levantado de la mesa de negociación y se han negado a retirar el piquete, llegando a intentar disuadir a los visitantes de que entraran en el edificio”. Alegan estas fuentes que han superado “tres inspecciones de trabajo que han certificado las buenas condiciones de todos los puestos de trabajo” e incluso “un juicio donde se sentenció que respetamos en todo momento del derecho a la huelga”.

El juicio tuvo lugar tras las acusaciones del SUT de que el museo utilizaba personal de seguridad privada para cubrir los puestos de los huelguistas y amedrentar al piquete y a los visitantes. “En el interior, vigilantes de seguridad con porras y esposas reemplazan a los trabajadores que están en huelga, indican a los visitantes el recorrido de la visita y reparten folletos informativos; en el exterior, una empresa de supuestos ‘controladores de acceso’ se dedican a acosar a los transeúntes para que entren al museo, interfiriendo en el desarrollo de la información que realizan los huelguistas y afiliados del sindicato SUT que les apoyan”, puede leerse en su página.

Finalmente, el Museu d’Art Prohibit ha desistido y ha decidido poner fin a su andadura. Asegura en su comunicado que “después de año y medio, el único museo del mundo dedicado a exponer obras que han sido prohibidas, agredidas o censuradas cierra con la voluntad de transformarse en una colección nómada con exposiciones itinerantes en todo el mundo”. A este respecto, las fuentes consultadas aseguran que son numerosas las instituciones tanto europeas como de otros continentes que han formulado peticiones para acoger la colección del museo, que es privada y propiedad del magnate de la comunicación y consejero delegado de Mediapro Tatxo Benet. De momento, aseguran tener previstas presentaciones en Bolonia, Sicilia, Lyon y Montreal.

Benet, en declaraciones a La Vanguardia, se pregunta si “hay alguna mano negra detrás de todo esto, que no quiere que exista este museo, en este sitio, en Barcelona”. Insinúa el coleccionista que podría ser “alguien que tenga algo pendiente conmigo y quiere hacerme una putada”. “No tengo ni la más remota idea, pero está claro que esto es un ataque directo al museo y a mi persona. Esto no es la lucha de unos trabajadores”, concluye.