Gres, porcelana, vidrio o melamina, ¿qué vajilla dura más y se rompe menos?

Gres, porcelana, vidrio o melamina, ¿qué vajilla dura más y se rompe menos?

La vajilla puede durar muchos años. Decidir cuál es la mejor para nosotros depende de nuestro presupuesto y el uso que vayamos a darle

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Hay veces que vas de visita a una casa y admiras la calidad de la vajilla. No solo son platos y cuencos, también puede ser una herencia de familia, ya que, si se trata bien, y es de buen material, puede durar toda la vida. Quizá no quieras que tu vajilla dure tanto, y en ese caso la elección no es tan trascendente. Pero una vajilla resistente no solo evita la molestia de reponer piezas rotas, sino que también representa una inversión a largo plazo, reduciendo la generación de residuos y ofreciendo mayor seguridad, especialmente en hogares con niños o en entornos de alto uso, como restaurantes.

Entre los materiales más comunes para vajillas, como gres, porcelana, vidrio o plástico, cada uno tiene sus propias características, ventajas y desventajas. La elección depende de nuestras necesidades de resistencia, elegancia y funcionalidad, además de lo que estemos dispuestos a gastar.

Gres y porcelana: arcilla, pero no del mismo tipo de arcilla

A simple vista, el gres y la porcelana pueden parecer similares, pero hay diferencias fundamentales. Aunque ambos se elaboran a partir de arcilla, su composición y proceso de cocción los hacen muy diferentes en calidad y en precio.


El gres ideal para vajillas de uso diario, ya que aguanta los golpes y es económica.

El gres es una cerámica opaca, cocida a altas temperaturas (entre 1200 °C y 1300 °C), lo que le otorga una gran resistencia al impacto y a los cambios bruscos de temperatura. Su acabado es más rústico y natural, con un tacto ligeramente poroso si no está esmaltado. Es ideal para vajillas de uso diario, ya que aguanta los golpes y es económica. Además, su peso y robustez hacen que parezca más sólido. Sin embargo, con los años (los golpes más fuertes y los estropajos abrasivos) el gres empezará a mostrar arañazos, desconchones y otras señales de envejecimiento.

Por otro lado, la porcelana es más refinada y delicada. Se fabrica con caolín, un tipo de arcilla blanca con un grano más fino, y se cuece a temperaturas aún más altas (hasta 1400 °C). El resultado es un material vítreo, translúcido y extremadamente fino, pero sorprendentemente resistente a la abrasión y los golpes, y que absorbe mucha menos humedad. Aunque también se rompe con golpes fuertes, es mucho más resistente a astillarse que el gres. La porcelana es la elección clásica para vajillas elegantes, de esas que pueden heredar nuestros descendientes. Sin embargo, por su precio más elevado, quizá no queramos poner a prueba su resistencia a diario en una casa con niños.

Vidrio: Barato, pero quizá no tan bonito

¿Quién no recuerda de su infancia, o de la casa familiar, esas vajillas de vidrio de la marca Duralex, en vidrio de color ámbar o verde? Este fabricante francés tuvo un gran éxito hace décadas con sus vajillas de vidrio templado, resistentes y duraderas, aunque de una estética que hoy parece dudosa. El vidrio es un material versátil que no retiene sabores ni olores, y en la actualidad se encuentra en colores sólidos como blanco o negro.

Las vajillas de vidrio templado, como las de Duralex o Pyrex, son especialmente resistentes al calor, lo que las hace seguras para el microondas. Como en el caso de la cerámica, el vidrio se rompe con impactos fuertes o cambios bruscos de temperatura. Pero, además, con el tiempo es muy propenso a rayarse, perdiendo su brillo inicial (de nuevo, el estropajo verde abrasivo es el mayor culpable). Aunque existen vidrios tratados para mayor durabilidad, como el borosilicato, siguen siendo menos resistentes que el gres o la porcelana ante caídas y arañazos.

Melamina: Plástico, pero de mejor calidad

Los platos de plástico han recorrido un largo camino desde esos de colores vivos que se usaban para pícnic y camping hace años. La melamina es un material más resistente y duradero que el polipropileno empleado en aquellos antiguos platos. Es una mezcla de resinas que, a diferencia de otros plásticos, no se deforma, es más resistente a arañazos y, dentro de ciertos límites, no se altera con el calor. Es muy resistente a los impactos y muy ligera, y soporta sin problemas el lavavajillas y no absorbe olores. Aun así, sigue siendo un material plástico que con el tiempo perderá brillo y acumulará arañazos de los cubiertos y los estropajos abrasivos.

Ventajas e inconvenientes de los distintos materiales para tu vajilla


Si nos decidimos por la cerámica, la porcelana es más ligera, dura y resistente, pero también más cara.

El uso que vayamos a dar a la vajilla, además de nuestro gusto personal y nuestro presupuesto, determinará el material que debemos elegir. La melamina es a prueba de niños, pero seguramente no la heredarán nuestros hijos, y no es la mejor opción para una cena elegante con amigos. El vidrio puede ir al microondas y es difícil de arañar, pero seguramente no sobrevivirá a una caída al suelo de la cocina.

Si nos decidimos por la cerámica, la porcelana es más ligera, dura y resistente, pero también más cara, y si se rompe un plato el remplazo puede ser costoso. El gres, aunque es más pesado y no tan resistente a astillarse, tiene un precio razonable y ofrece una gran variedad de esmaltados para todos los gustos.

Cómo cuidar tu vajilla para que dure más

Incluso la vajilla más modesta puede durar muchos años si la tratas correctamente. Entre los principales enemigos están los cubiertos (aunque su uso es casi inevitable) y, en especial, los estropajos metálicos o de color verde, que son abrasivos y a la larga pueden dejar a la mejor y más cara vajilla mate y arañada. Estos son algunos cuidados particulares:

Gres y porcelana: aunque ambos materiales soportan el lavavajillas y el microondas, los bordes dorados o decoraciones especiales pueden dañarse. Se recomienda evitar cambios bruscos de temperatura (no pasar del horno al agua fría) y usar un estropajo suave si se lavan a mano.
Vidrio: aunque son muy resistentes a los arañazos, también son más frágiles. Es buena idea guardarlas en un escurreplatos vertical, en lugar de apilar las piezas, para evitar golpes y que el vidrio se astille.
Melamina: aunque soportan bien la comida caliente, no conviene exponer la vajilla a altas temperaturas como el horno y el microondas (puede deformarse o liberar químicos tóxicos). Lavar siempre con esponjas suaves para evitar arañazos.