
Andalucía usa una ley obsoleta para ampliar el horario de Religión y endosa el sobrecoste de profesores al Gobierno
El descenso de matriculaciones en Religión católica, agudizado por la bajada generalizada de natalidad, ha obligado a prescindir de 156 profesores en los últimos seis años. La Junta amortiguará la caída obligando a los colegios a aumentar el horario amparándose en una norma derivada de la LOGSE que, según la Inspección, «no es de obligado cumplimiento»
El Gobierno de Moreno aumenta las clases de Religión en Infantil rescatando una orden ministerial de hace 30 años
La Junta de Andalucía ha ampliado el horario de Religión católica en el segundo ciclo de Infantil el próximo curso, pese al desplome paulatino de matriculaciones en esta asignatura, y endosará el sobrecoste de profesores de Religión al Ministerio de Educación, responsable de abonarles la nómina.
Coincidiendo con el pico de trabajo burocrático en las escuelas propio de los últimos días lectivos del curso, el Gobierno andaluz ha ‘colado’ una modificación curricular a todos los colegios de Infantil y Primaria que ha pillado “por sorpresa” a los equipos directivos y desatado una pequeña polvareda en la comunidad escolar por varias razones:
Primero, “porque la Junta ha impuesto una reforma curricular por decreto, pero sin decreto”, dicen los afectados. Quiere decir que la Consejería de Desarrollo Educativo no ha aprobado una norma autonómica que regule este aumento generalizado del horario de Religión en el segundo ciclo de Infantil (3 a 6 años), sino que ha echado mano de una orden ministerial de 1993, dictada al amparo de la legislación de entonces (LOGSE) y cuya vigencia, 32 años después, genera muchas dudas entre las propias instituciones educativas.
Según fuentes de la Inspección Educativa, esa norma “no es de aplicación” en la actualidad y “los centros no tienen obligación de acatarla”. ADIDE, la asociación de inspectores de educación de Andalucía, incluye esta orden ministerial en el listado de “disposiciones educativas derogadas” relacionadas con la asignatura de Religión.
La consejería defiende que “la norma sigue vigente en el BOE [Boletín Oficial del Estado]” y recalca que “no ha sido derogada”. Sin embargo, fuentes de la Inspección Educativa consultadas por este periódico advierten que “una norma puede no estar derogada por ley, pero sí anulada por un desplazamiento normativo, por una legislación posterior que sobrepasa una disposición educativa obsoleta”. Y concluyen: “En este caso, es el Real Decreto de Educación Infantil [de 2022], que modifica toda la ordenación curricular de esa etapa, el que deja sin efecto de aplicación el horario ligado al currículum regulado en una orden del 93”.
En el Ministerio reconocen que la ley no está derogada “de iure”, pero sí “de facto”, aunque esperarán a recibir la comunicación oficial de la Junta de Andalucía para “analizar la situación”.
Una modificación curricular “por la puerta de atrás”
Para mandatar a los más de 2.000 colegios de Infantil que aumenten el horario de Religión el próximo curso, el departamento que dirige Carmen Castillo tampoco ha emitido unas instrucciones [una circular que suele usarse para aclarar dudas a los centros sobre la aplicación de una norma en vigor]. En su lugar, ha usado un procedimiento anómalo para ordenar una modificación de horarios: una nota de texto a través de la plataforma digital Séneca, la intranet de la Consejería, sin firmar y sin un soporte normativo.
“La novedad en este curso es que NO se podrán seleccionar los minutos de la sesión para la enseñanza de segundo ciclo de Infantil, manteniéndose fijo los 90 minutos”, reza el mensaje, que envía el Servicio de Planificación y Escolarización, en vez de la Dirección General de Ordenación Educativa, responsable de “los diseños curriculares”.
“Se trata de una modificación curricular por la puerta de atrás (ampliación del horario de Religión), que sería competencia de Ordenación Educativa, pero que aparece camuflada como un mero asunto de Planificación Educativa”, explica un inspector de zona, en Sevilla, tras responder a la consulta de un director de centro que “no tiene obligación legal de alterar el horario de Religión”.
Descenso de las matriculaciones
El segundo punto de discordia tiene que ver con la decisión de aumentar las clases de Religión cuando el alumnado que imparte esta asignatura en las escuelas públicas andaluzas lleva años disminuyendo, como ha reconocido recientemente la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura. El descenso de las matriculaciones en Religión católica, agudizado por la bajada generalizada de natalidad, ha obligado al Gobierno andaluz a prescindir de 156 profesores de esta asignatura en los últimos seis años, “un motivo de preocupación” que los Obispos del Sur han trasladado a la Junta.
En el curso 2018/2019, cuando Juan Manuel Moreno llega a la presidencia de Andalucía, había 2.911 profesores de Religión de enseñanzas medias, pero la plantilla ha ido recortándose acompasada con la pérdida de alumnado, hasta el curso 2023/2024 (último dato publicado por el Ministerio de Educación), con 2.755 docentes.
En realidad, la caída de la natalidad ha tenido el mismo impacto en todo el sistema educativo andaluz, con cierre de aulas en los cursos inferiores –unas 3.000 en el último lustro, según los sindicatos– y desplazamiento del profesorado contratado. Las organizaciones sindicales de enseñanza más críticas, como Ustea, han denunciado que esta “ampliación unilateral del horario de Religión busca, precisamente, amortiguar los ajustes en la plantilla que imparte esta materia, controlada por la Iglesia, en detrimento de otros recursos de la escuela pública”.
El tercer punto de discordia enfrenta a la Junta de Andalucía con el Gobierno central. El profesorado de Religión en Infantil y Primaria no accede a la función pública por oposiciones, como el resto de docentes, sino que son elegidos a dedo por las archidiócesis y la Conferencia Episcopal, en virtud de los acuerdos de España con la Santa Sede suscritos en 1978.
El Gobierno de Moreno tiene margen de autonomía para modificar la carga horaria de Religión en Andalucía, aunque las nóminas de estos docentes las paga el Ministerio de Educación. Desde la Consejería aseguran que aún “están analizando” el sobrecoste de esta ampliación horaria, que “dependerá del número definitivo de alumnos matriculados”.
La Junta, en cualquier caso, endosará la factura al Minsisterio que dirige Pilar Alegría, que aún no ha recibido ninguna notificación confirmando el incremento de horas de Religión en Andalucía ni el cálculo del sobregasto que éste implica.
De 45 minutos a 90
El horario de Religión en Infantil y Primaria es flexible dentro de la legislación básica, en una horquilla de 45 minutos mínimo a 90 minutos máximo. Los colegios disfrutan por ley de autonomía pedagógica y organizativa para decidir cuánto tiempo dedicarán a esta asignatura dentro de ese margen. Esa autonomía está recogida en la legislación educativa estatal, en la autonómica y en los decretos andaluces que regulan los reglamentos orgánicos de centros, en vigor desde 2016.
La asociación Andalucía Laica denuncia que el Gobierno de Moreno “se ha saltado todo este cuerpo legislativo, que blinda la autonomía pedagógica de las escuelas, para imponer una reforma curricular acordada con la Iglesia para que la caída de alumnos no afecte a los profesores de Religión como sí está afectando al resto de docentes del sistema público”.
Actualmente en Andalucía el 68% ya venía impartiendo 90 minutos semanales de Religión en Infantil, un 26% programaba sólo 60 minutos y el 6% restante, 45 minutos, según los datos aportados por la Consejería de Desarrollo Educativo. Ahora la Junta ha impuesto a todos los colegios andaluces el horario máximo permitido que supone, en algunos casos, duplicar el tiempo destinado a Religión católica y, en consecuencia, a la asignatura alternativa de Atención Educativa, para los niños que no eligen contenidos ligados al catequismo.
Desde la consejería aseguran que todos los centros de Infantil de Andalucía han respondido al polémico mensaje de la plataforma digital Séneca “certificando” el nuevo horario de Religión para el curso que viene “con las indicaciones” dadas. Es decir que, pese al malestar generado y las protestas, todos han pasado por el aro.
Esto significa que los 648 colegios de Andalucía que hasta ahora impartían 45 o 60 minutos de esta asignatura, según su criterio pedagógico y organizativo, habrían aceptado implícitamente subirlo hasta 90 minutos el próximo curso, siguiendo las indicaciones que la consejería les ha dado a través de la intranet.
Según los datos aportados por el departamento de Educación, solo dos colegios de Infantil y Primaria en Andalucía –uno de Sevilla y otro de Huelva– “han pedido aclaraciones” sobre el mensaje de Séneca que les conmina a ampliar las clases de Religión, pero finalmente “también han certificado” el nuevo horario impuesto por la Junta.
Ustea, en cambio, asegura que son “muchos centros” los que han trasladado sus quejas a nivel sindical. “Son 90 minutos por decretazo”, señalan fuentes sindicales. Este periódico ha contactado con colegios de tres provincias que han exigido explicaciones a la consejería a través de sus inspectores de zona. Una escuela de Sevilla capital, en conversación con elDiario.es, estaba barajando someter a “reconsideración” del Claustro de profesores y del Consejo Escolar la respuesta que dieron el pasado 11 de junio a la consejería a través de Séneca, y volver al horario de 45 minutos de Religión del curso pasado.
“A estas alturas del curso, nos pilló con 100 cosas a la vez. Creemos que un aumento del horario de Religión en un colegio como el nuestro, con tan poquitos matriculados en esta asignatura, es un cambio de calado que habría requerido más explicaciones por parte de la consejería”, asegura la jefa de estudios del centro, que pide preservar su anonimato hasta que la comunidad educativa adopte una decisión definitiva.
La explicación que la consejería ha dado a los colegios que elevaron una consulta es la misma que también ofreció a las preguntas de periódico, a saber: que el marco normativo que se ha usado para justificar el aumento del horario es el que regula la orden ministerial de 3 de noviembre de 1993 “por la que se establece el currículo del área de Religión Católica en Educación Infantil”.
Esa norma determina que la duración de la asignatura debe ser “proporcional” al horario asignado en Primaria, donde el alumnado andaluz que elige dar Religión recibe actualmente 90 minutos semanales. Tres décadas después, la Consejería hace extensiva esa orden –centrada en la Religión católica– a la enseñanza de las cuatro confesiones religiosas con las que el Estado tiene acuerdos.