Las muertes en Texas superan las 80 personas mientras Trump elude responsabilidades por recortar en servicios de emergencias y meteorológico

Las muertes en Texas superan las 80 personas mientras Trump elude responsabilidades por recortar en servicios de emergencias y meteorológico

El presidente de EEUU, que anunció el desmantelamiento de la agencia federal de emergencias (FEMA) y cuya Administración ha acometido recortes en fondos y personal en el Servicio Meteorológico Nacional, ha rechazado cualquier responsabilidad: «Ha sido algo que ocurrió en un segundo y que nadie podía esperar»

Trump declara la situación de emergencia en Texas por las inundaciones que dejan al menos 68 muertos

“Que Dios bendiga a todas las personas que han pasado por tanto”. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha recurrido a la religión ante la situación que se está viviendo en el centro de Texas, con más de 80 personas fallecidas, una buena parte menores, y aún una decena desaparecida. “Que Dios bendiga al estado de Texas. Es un lugar increíble”, ha dicho antes de subir al Air Force One para regresar a la Casa Blanca después de haber estado el fin de semana jugando al golf en su campo de Nueva Jersey.

Hace menos de un mes, Trump anunció que planeaba desmantelar gradualmente la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA), el organismo federal responsable de responder ante situaciones como la que se está viviendo ahora en Texas. “Queremos reducir gradualmente las competencias de FEMA y que estas recaigan en el nivel estatal”, declaró Trump: “Un gobernador debería ser capaz de gestionarlo, y francamente, si no puede gestionar las consecuencias [de una catástrofe], entonces quizás no debería ser gobernador”.

La agencia entró en plena temporada de huracanes con poco personal y sin la preparación necesaria, explicaba la CNN: al menos un 10% de su personal se ha marchado desde el regreso de Trump a la Casa Blanca en enero, incluyendo gran parte de su dirección, y se calcula que la agencia perderá cerca del 30% de su plantilla para finales de año, lo que reducirá la plantilla de la FEMA de unos 26.000 trabajadores a aproximadamente 18.000.

¿Siguen planeando desmantelar la FEMA?, le preguntaban los periodistas a Trump, que evitó responder: “Es algo de lo que hablaremos más tarde, pero ahora mismo están ocupados, así que lo dejaremos ahí”.

¿Están investigando si algunos de los recortes del Gobierno federal, que han dejado vacantes clave en el Servicio Meteorológico Nacional o en la Coordinación de Emergencias, han tenido que ver?, le han repreguntado al presidente de EEUU, que ha señalado al Gobierno anterior: “Mire, esta situación realmente tiene que ver con la gestión de Biden, no es estrategia nuestra, pero tampoco culpo a Biden por ello. Simplemente, diría que esta es una catástrofe única en 100 años, y es horrible de ver”.

¿Cree que el gobierno federal debería volver a contratar a los meteorólogos despedidos?, le han insistido: “No lo sé, creo que no. Esto ha ocurrido en segundos. Nadie lo esperaba, nadie lo vio. Había gente muy preparada allí y no lo vieron. Es algo, supongo, que pasa una vez cada 100 años, nunca han visto algo así… quiero decir, la gente intenta culpar a la escuela, al campamento. Es algo horrible. Pero no, no diría eso”.

Trump explicó que “probablemente” viaje a Texas el próximo viernes: “Lo habría hecho hoy, pero probablemente les estorbaría”.

Los recortes al servicio meteorológico por parte de Trump y el llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) que puso en marcha Elon Musk, han dejado a las oficinas de pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional (NWS) con una escasez crítica de personal durante el intenso clima severo de este año, explicaba The Guardian.

A pesar de los recortes de fondos y la escasez generalizada de personal generada por la Administración Trump, los meteorólogos del NWS, tanto en las oficinas locales de San Angelo como en Austin/San Antonio, y en el centro nacional especializado del NWS, responsable de las lluvias excesivas, emitieron una serie de alertas y advertencias en los días y horas previos a las inundaciones del viernes, explica The Guardian.

Una fuente del NWS confirmó a The Guardian que la oficina de pronósticos de San Angelo, donde cayeron las lluvias más intensas, tiene dos vacantes: la de meteorólogo a cargo, quien lidera cada oficina del NWS, y la de hidrólogo, quien ayuda a tomar decisiones sobre las amenazas de inundación. Además, la oficina del NWS en Austin/San Antonio, principal responsable del condado de Kerr, carece de un oficial de coordinación de alertas, un puesto clave cuya función principal es ser el punto de contacto para la toma de decisiones de los funcionarios locales y el público en general, especialmente durante condiciones meteorológicas peligrosas.

Aunque no está claro hasta qué punto la escasez de personal en el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) complicó el aviso previo que recibieron las autoridades locales sobre una inminente inundación, es evidente que se trató de una tragedia compleja, de un tipo que el calentamiento climático está haciendo cada vez más frecuente. Un calentamiento global que niega la Administración Trump.

La combinación de la circulación del huracán Barry y el calentamiento global contribuyeron a crear condiciones de humedad atmosférica récord en el centro de Texas, en consonancia con la tendencia global al aumento de la humedad atmosférica a medida que la Tierra se calienta y el aire puede retener más vapor de agua, explica The Guardian.

En todo caso, el Servicio Meteorológico Nacional advirtió el jueves sobre posibles inundaciones y emitió una serie de alertas en la madrugada del viernes, antes de emitir emergencias por inundaciones, una alerta poco común que notifica un peligro inminente. Las autoridades locales han declarado que no esperaban una lluvia tan intensa, equivalente a meses de lluvia en la zona.