
Petronor, Kutxabank, Iberdrola y BBVA ponen 600.000 euros para impulsar la fundación europeísta de Urkullu
El lehendakari se ha puesto un sueldo «de mercado» como presidente ejecutivo de eAtlantic aunque el Gobierno vasco ha borrado esos datos concretos en el expediente enviado al Parlamento
Urkullu lanza su ‘lobby’ europeísta eAtlantic con las grandes empresas vascas pero sin buscar “protagonismo político”
Petronor (del grupo Repsol), Kutxabank, Iberdrola y BBVA han aportado, en conjunto, 600.000 euros para impulsar la fundación eAtlantic, el ‘lobby’ europeísta creado por el anterior lehendakari, Iñigo Urkullu. Según la documentación oficial de la entidad, enviada al Parlamento Vasco en respuesta a una solicitud del representante del PP Santiago López Céspedes, cada una de esas grandes corporaciones ha puesto 7.500 euros como aportación dineraria inicial -algo que ya era conocido- y luego 142.500 euros adicionales para los gastos del primer año. La dotación de eAtlantic se completa con 2.000 euros del propio Urkullu.
Urkullu ha tenido que solicitar autorización al Gobierno de Imanol Pradales para poder ser el presidente “ejecutivo” de este nuevo organismo, que da continuidad a su línea política de defensa del eje atlántico en Europa. Es preceptivo que todos los excargos recaben un dictamen favorable en los dos años siguientes al cese cuando desean iniciar una actividad privada para estudiar posibles conflictos de intereses. El informe para Urkullu fue favorable. También para Marian Elorza, su exresponsable de política exterior en los doce años de mandato y que ahora será también directora general de la nueva fundación. Acompañan también al lehendakari en esta aventura Juanjo Álvarez o Juan Mari Gastaca.
La información enviada al Parlamento es voluminosa. De ella, eso sí, se han borrado los datos relativos al salario de Urkullu -fijado por él mismo- y de Elorza. Solamente se indica que irá actualizándose conforme al IPC “nacional”, es decir, al de España. Hay una “memoria de autocontratación” en la que Urkullu manifiesta que su “contraprestación” como presidente ejecutivo es “de mercado”. “En el marco de la puesta en marcha de la fundación se ha llevado a cabo un ‘estudio de mercado’ de las contraprestaciones que perciben otros presidentes ejecutivos de fundaciones ‘asimilables’ (sin perjuicio de las particularidades de cada fundación) que operan en el entorno cercano”, argumenta.
Y se añade: “El presidente ejecutivo no tiene ningún interés personal (distinto a la convicción personal del interés general de la actividad de la fundación para Euskadi y el conjunto de la UE y, en particular, de su eje atlántico) que pudiera colisionar con los intereses de la fundación o sus fundadores, ni va a obtener ningún beneficio (económico o asimilable) ni de los fundadores, patronos o beneficiarios de la fundación”. El salario que no se detalla no pone en “riesgo” la “viabilidad” y, al contrario, las “características personales (conocimiento, experiencia, relaciones, etc.)” de Urkullu le van a permitir “dinamizar la actividad de la fundación de forma mucho más importante de lo que podría conseguir otra persona que no contara con ese conocimiento, experiencia, relaciones, etc.”.
El Ejecutivo interpreta en todo momento que no hay motivos para denegar la compatibilidad y que aunque el Gobierno haya formalizado algunos acuerdos con estas compañías -se recoge expresamente un convenio con Iberdrola para líneas eléctricas en Urdaibai- no hay indicios de conflictos de intereses. La firma de esta luz verde ha recaído en la consejera de Gobernanza, Administración Digital y Autogobierno, María Ubarretxena, fundamentada en una propuesta previa, también favorable, de una alta funcionaria.
Textualmente, uno de los informes recabados durante la tramitación de este expediente apunta que “tampoco resulta creíble que las mencionadas empresas mercantiles dediquen una parte de sus beneficios societarios, sustrayéndolos a su reparto como dividendo entre los accionistas, para destinarlos a la constitución de una fundación ajena completamente a sus objetos sociales […] con la hipotética esperanza de conseguir algún tipo de retorno económico o ventaja institucional gracias a la eventual intermediación del ya cesado lehendakari Urkullu ante los actuales responsables políticos del Gobierno vasco”. “No tiene sentido sostener que el lehendakari Urkullu, que en el pasado no ha tenido relación directa con las citadas empresas […], pueda en el futuro beneficiarlas desde su puesto de presidente de su fundación”, se añade.
Ahora bien, se admite que “es posible que las citadas empresas no habrían apoyado la constitución de esta fundación de haberla promovido cualquier otra persona”. “A este respecto, es obligado admitir que el prestigio y relevancia pública del cargo de lehendakari de Euskadi han contribuido decisivamente a que dichas entidades se hayan incorporado a su proyecto fundacional”, se puede leer en un informe que firma Abel López de Aguileta, director de régimen jurídico de la actual Presidencia vasca.
Según el documento “facultades del presidente ejecutivo” de eAtlantic, Urkullu será el “representante legal” a todos los efectos de la entidad. Él contrata, despide, apertura cuentas corrientes, firma cheques y diseña los presupuestos. Asumirá la “dirección estratégica y operativa”, lo que incluye “dinámicas de cooperación y diálogo entre actores públicos y privados del espacio atlántico europeo” o “el fomento de la reflexión y la elaboración de propuestas para una gobernanza multinivel efectiva en el marco de la UE, respetuosa con la autonomía regional”. A Urkullu le controla un patronato. Además de los cuatro grandes, hay otros miembros como las universidades o incluso la exdirigente del PP vasco Cristina Ruiz.
Desde Petronor, indican que su apoyo a Urkullu tiene que ver con que “el arco atlántico es uno de los ejes de acutación y desarrollo prioritarios” de la compañía. “Es algo por lo que hay que apostar”, añaden desde la entidad del grupo Repsol. “Kutxabank participa en la fundación eAtlantic con el objetivo de contribuir y aportar su grano de arena a la promoción de dinámicas en el eje atlántico europeo, que propicien la competitividad en el ámbito tecnológico y, sobre todo, el industrial, donde la entidad financiera tiene una gran apuesta. El proyecto dinamizará la colaboración público-privada en torno a iniciativas transformadoras y estamos convencidos de que contribuirán al desarrollo social, otro ámbito alineado con los objetivos del banco”, sostiene Kutxabank. Iberdrola y BBVA, de su lado, no hacen comentarios.