
Pozos de sal rellenos de hidrógeno: el mayor almacén de España se situará bajo un pueblo de Cantabria
Enagás aprovecha las cavidades mineras abandonadas de la química Solvay para almacenar el gas que circulará por la comunidad a través de 140 kilómetros de tuberías que atravesarán 26 municipios
Reportaje – Una zona natural en Cantabria convertida en vertedero químico desde hace 70 años: “Afecta a la población y al medio ambiente”
Los pozos de sal de Polanco hicieron emerger, con el tiempo, lagos de agua verde con la densidad de sal del Mar Muerto que formaban un pintoresco paisaje en este desconocido rincón de Cantabra. Los llamados sondeos de la empresa química Solvay han provocado también efectos menos estéticos, como los frecuentes hundimientos del terreno. Algunas de esas cavidades subterráneas que quedaron huecas, tras más de un siglo extrayendo sal, ahora se van a rellenar con gas.
Ocho grutas en las que se va a almacenar el hidrógeno verde que atravesará Cantabria en una tubería kilométrica. Las primeras estimaciones anuncian una inversión de 580 millones de euros y una capacidad de almacenamiento de 335 gigavatios. El de Polanco será uno de los dos contenedores del país, y el más grande. El otro estará en Bilbao. Ambos han sido incluidos en la lista definitiva europea de Proyectos de Interés Común, tras descartar una ubicación en Poza de Sal (Burgos), y su capacidad será de 335 y 240 gigavatios respectivamente. También están previstas otras dos instalaciones en Reino Unido y Berlín.
Todas ellas tienen algo en común: son viejas minas de sal. En el caso de Cantabria son pozos, grietas que llegan hasta más de mil metros de profundidad y que tienen una historia centenaria en paralelo a la fábrica Solvay, que marcó el futuro de la comarca.
A finales del siglo XIX los hermanos belgas Solvay enviaron varios ingenieros a España para localizar depósitos salinos, la materia prima que necesitaban para instalar una fábrica de producción de sosa, con un sistema que habían inventado y patentado en 1861. Uno de los ojeadores encontró en la geografía cántabra el epicentro apropiad: Requejada. Una localidad con salida al mar a través de la ría de San Martín -y por tanto, con agua-, ferrocarril para transportar el carbón, yacimientos de caliza en la cercana zona de Cuchía y, sobre todo, una generosa veta de sal en Posadillo que lleva explotándose desde hace más de un siglo.
Los ingenieros extranjeros llegaron a Polanco, compraron 350 hectáreas de terreno, construyeron torres de perforación -unos casetones triangulares de madera- y comenzaron los sondeos de sal. Para ello inyectaban agua dulce a presión y la disolución que emergía se llevaba hasta la fábrica a través de una larga tubería de dos kilómetros y medio de longitud. Pero las primeras perforaciones, muy superficiales, provocaron hundimientos en el terreno, de tal forma que se abrieron cráteres de considerable tamaño que se inundaron de agua salada. Grandes lagos de color verde, ese pequeño Mar Muerto, que los jóvenes de la zona utilizaban como piscinas naturales en los años 60 y en donde organizaban actividades acuáticas en las fiestas de Posadillo.
Ahora se perfora a 1.500 metros de profundidad. Se hace mediante una doble tubería concéntrica: por una se inyecta agua dulce a presión que disuelve la sal, y por otra sube disuelta en forma de salmuera. Por seguridad se deja una viga de sal de 70 metros para evitar hundimientos.
En los últimos años Solvay inició la restauración de los cinco grandes cráteres de Posadillo a través de un proceso de relleno y regeneración, dando paso a un espacio natural que ha cedido al Ayuntamiento de Polanco. Pero los viejos cráteres que no estan inundados, más cercanos a la zona de Soña donde se sigue sacando sal, van a tener otra utilidad. La compañía Enagás ha llegado a un acuerdo con Solvay para almacenar hidrógeno verde en esas antiguas salinas, de forma que van a reconvertir esas cavidades en un gran depósito de hidrógeno.
140 kilómetros de tuberías por 26 municipios
La operación supone que la autovía del hidrégeno verde, generado a partir de energías limpias, atraviese Cantabria de oeste a este en lo que el Gobierno de María José Sáenz de Buruaga (PP) aplaude como una oportunidad. Para ello, se van construir 140 kilómetros de tuberías que pasarán por 26 municipios para transportar el gas: desde Val de San Vicente, pasando por Reocín hasta llegar a Castro Urdiales, de extremo a extremo de la comunidad autónoma.
La lista de municipios por donde circulará el hidrógeno es larga: Val de San Vicente, Valdáliga, San Vicente de la Barquera, Mazcuerras, Comillas, Ruiloba, Alfoz de Lloredo, Torrelavega, Cartes, Reocín, Polanco, Piélagos, Penagos, Camargo, El Astillero, Villaescusa, Liérganes, Riotuerto, Medio Cudeyo, Entrambasaguas, Solórzano, Voto, Ampuero, Rasines, Guriezo y Castro Urdiales.
Tanto la autovía del hidrógeno como los pozos de sal donde se almacenará están catalogados como Proyectos de Interés Común (PCI) europeo, lo que implica que tienen prioridad administrativa y facilidades acceder a la financiación.
Proceso abierto a los ciudadanos
El elemento químico más abundante del mundo es el hidrógeno y además atesora la ventaja de que puede ser un combustible ideal: se puede almacenar, no contamina y puede ser almacenado a presión en tanques específicos. Esa es la teoría, aunque es cierto que no todas las formas de obtenerlo resultan igual de limpias. En el caso del hidrógeno verde, la opción más sostenible, se obtiene a través de un proceso de electrólisis del agua que -explicado de forma gráfica- mediante un calambrazo eléctrico (renovable) se descompone en oxígeno e hidrógeno.
La Unión Europea obliga a que a red de hidrógeno verde, que pasará por 13 comunidades autónomas españolas, se someta a valoración pública a través del denominado Plan Conceptual de Participación Ciudadana (PCPP), de tal manera que hasta el 14 de agosto cualquier persona puede consultar la información en la web y aportar propuestas y sugerencias.
Se ha organizado, además, un calendario de reuniones presenciales en los ayuntamientos para explicar el proyecto a los vecinos y entregar folletos informativos. Tambien hay día y hora para la instalación de puntos informativos en todos los ayuntamientos de Cantabria por los que pasará la tubería.