Tarazona sustituirá tramos del muro de ladrillo en el Queiles por barandillas para evitar inundaciones ante nuevas danas

Tarazona sustituirá tramos del muro de ladrillo en el Queiles por barandillas para evitar inundaciones ante nuevas danas

Las obras se costearán con las ayudas de emergencia a los municipios anunciadas por el Gobierno de Aragón. Esta es la primera fase del plan para instalar verja en todo el cauce en el casco urbano

Desalojan viviendas de Tarazona al desprenderse por la dana rocas sobre las que se asientan las Casas Colgadas

La estampa de las calles del centro de Tarazona inundadas fue la imagen más impactante de la dana vivida el pasado fin de semana. Ahora, el Ayuntamiento confirma que los sistemas de evacuación de aguas pluviales hacia el cauce del río Queiles a su paso por el casco urbano no funcionaron tras las tormentas: “El granizo que acompañó a la fuerte lluvia taponó los ojos que hay a lo largo del muro y cuya función es precisamente la de ayudar a evacuar agua de las calles hacia el río”, explican fuentes del Consistorio.

Las calles de Tarazona han recuperado la normalidad, a excepción de algunas zonas de arrastre de sedimentos y ramas de árboles: “Gracias a la rápida intervención de bomberos, protección civil, trabajadores del Ayuntamiento y la ciudadanía de Tarazona, todos han ayudado y agradecemos su paciencia”, comparte Diego Cobos, concejal de Seguridad Ciudadana.

El muro de contención del río Queiles tiene cerca de 80 años: “Aparece en fotografías datadas de aquella época”, explica el concejal de Seguridad Ciudadana de Tarazona. En su momento cumplía una función de contención vital porque “las avenidas del río eran más frecuentes, por eso se decidió cambiar la tierra por hormigón y levantar el muro”, añade Cobos. Con el paso de los años las avenidas del Queiles se han ido reduciendo en número e intensidad, en parte “desde que están los pinares y la vegetación, que laminan el agua de las lluvias”, apunta.

Tras una inundación en las calles aledañas hace casi dos décadas, el Consistorio decidió abrir “ojos” de desagüe a lo largo del muro, un sistema de evacuación de aguas pluviales desde la calle hacia cauce del río que “había funcionado hasta este viernes, cuando la cantidad de piedra y de ramas y hojas que acompañaron a la intensa lluvia taparon esos ojos y el agua se quedó embalsada en las calles”, explica el concejal.

Tras una primera evaluación, el equipo de Urbanismo del Ayuntamiento de Tarazona ha decidido sustituir algunos tramos del muro por barandilla, para evitar que vuelva a suceder una inundación ante eventos de estas características. “Son obras muy cuantiosas, requieren de mucho presupuesto, así que, de momento, se sustituirá el muro por barandilla en las zonas donde están los ojos, ampliándolos”, explica Diego Cobos.

Los trabajos se sufragarán con la ayuda de emergencia dotada con 150.000 euros anunciada por el Gobierno de Aragón para los municipios afectados por la DANA del 11 y 12 de julio, y tienen que estar ejecutadas en septiembre, según estipula el Gobierno: “Con las fechas que son y la burocracia que conllevan, estamos ya trabajando para cumplir los plazos”, asegura Cobos. También se destinarán parte de esos recursos económicos al arreglo de otras instalaciones afectadas como el polideportivo o la ludoteca.


Los bomberos trabajando en el achique del agua

Tras el suceso de este fin de semana, el objetivo del Ayuntamiento de Tarazona a largo plazo es eliminar en su totalidad el muro actual que bordea el cauce del Queiles a su paso por el casco urbano y sustituirlo por barandilla: “Similar a la que hay instalada desde la avenida de Zaragoza, un tramo de obra más reciente en el que se decidió instalar barandilla en lugar de muro”, explica el concejal. Una intervención para la que es necesario un proyecto “de mayor envergadura” y la búsqueda de financiación a través de organismos públicos y recursos propios.

Nueve familias desalojadas y ningún daño personal

Los técnicos siguen recorriendo el casco urbano para evaluar los daños y recabar datos que les ayuden a determinar las causas por las cuales la fuerte tromba de agua y granizo registrada a última hora del viernes provocó importantes inundaciones: “Los parques se han ido abriendo conforme los han revisado, y la ludoteca tardará más en abrir porque hay que renovar el suelo y revisar el sistema eléctrico”, explica Diego Cobos, concejal de Seguridad Ciudadana. Los vehículos varados en el aparcamiento del paseo, alrededor de una docena de coches y ocho motos, ya han sido retirados de la zona, que no se anegaba desde hace casi 20 años, asegura el concejal.

Las inundaciones tenían lugar en apenas una hora y el momento de mayor crisis se produjo hacia las 19:00 horas, con un registro de cerca de 40 litros de agua de lluvia por metro cuadrado en menos de media hora. Las calles más afectadas fueron principalmente Marrodán, Visconti y San Antón, ya que el agua descendió con virulencia desde la parte alta de la ciudad.

Como consecuencia se contabilizaban más de una treintena de incidencias, principalmente anegamientos en garajes, viviendas y comercios, además de caídas de árboles. Una situación ante la que el Gobierno de Aragón activó la fase de emergencia en nivel 1 del Plan Especial de Protección Civil (Procifemar).


Rocas desprendidas bajo las Casas Colgadas

Entre las incidencias detectadas después de la dana, varios edificios emblemáticos ubicados en el Casco Histórico, algunos de ellos desocupados, conocidos como las Casas Colgadas, se han visto afectados por el desprendimiento de parte de la roca sobre la que se asientan. Según fuentes del Ayuntamiento, la causa del suceso podría ser el reblandecimiento del terreno tras las fuertes lluvias. No hay daños personales, pero nueve familias eran desalojadas el lunes a primera hora de la mañana por prevención.

Falta prevención, formación y aprender a convivir con nuevos fenómenos como la dana

El fenómeno que se ha vivido en Tarazona, y que ya se vivió en 2023 en el Barranco de la Muerte en Zaragoza, son ejemplos de inundaciones repentinas, eventos más concretos e intensos a las que estamos acostumbrados. Se esperaban con menos frecuencia, pero, en un contexto de cambio climático como el que estamos viviendo, han llegado para quedarse y son cada vez más habituales. Se caracterizan por una precipitación muy localizada e intensa que se da en un corto espacio de tiempo y “nuestros sistemas de drenaje urbano y de encauzamiento de ríos (como el Queiles) no están preparados, no da tiempo a la evacuación ni a la prevención”, apunta Pilar Brufau, profesora de Mecánica de Fluidos en la Escuela de Ingeniería y Arquitectura de UNIZAR e investigadora del grupo de Tecnologías Fluidodinámicas en el I3A.

El Grupo de Hidráulica Computacional del I3A en el que trabaja Pilar Brufau, genera modelos digitales que permiten conocer el comportamiento del agua a través de simulación numérica: “Herramientas que sirven de apoyo antes de construir y que ayudan a determinar cuál puede ser o no el tipo de construcción más conveniente ante eventos meteorológicos de este tipo”, explica la investigadora.

En España, la señalización de zonas inundables se rige por la normativa sobre gestión de riesgos de inundación y el Reglamento del Dominio Público Hidráulico, sin embargo, no existe una señalización específica para “inundaciones repentinas” en la normativa general, una medida que según Pilar Brufau, ayudaría tanto en la prevención como en la evacuación. Por ejemplo, colocar señales en zonas de aparcamiento de vehículos: “Ante un evento de tormenta aquí no se puede aparcar, porque puede obstaculizar el flujo del agua y provocar más daños”, pone como ejemplo la investigadora.

Unos fenómenos, como las inundaciones repentinas que “han llegado para quedarse” y con los que Pilar Brufau recuerda que: “Tenemos que aprender a convivir, al igual que otras personas conviven con maremotos, terremotos y tsunamis”. La formación ciudadana es fundamental, como también lo es la prevención, y el apoyo de herramientas numéricas de simulación de flujo de agua en la construcción; en esto los modelos numéricos tienen mucho que decir, una herramienta fruto del talento aragonés diseñada tras más de treinta años de investigación que goza de una fuerte presencia internacional, pero que, sin embargo, solo se emplea en España, en la cuenca del río Ebro.