¿Relajan o tratan el dolor? Así pueden ayudar los distintos tipos de masajes a que te sientas mejor

¿Relajan o tratan el dolor? Así pueden ayudar los distintos tipos de masajes a que te sientas mejor

Un masaje puede ser simplemente relajante o también terapéutico; estos son los más adecuados según sus efectos en tu salud

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Si te das un golpe en la espinilla contra la mesa de café del salón, seguramente lo primero que harás será frotar la pierna dolorida. No somos los únicos que lo hacemos. Los perros y gatos se lamen cuando tienen una herida. Pero, además, el tocar a otro es un rasgo común para muchos primates o incluso pájaros. Esta conducta se llama aloacicalamiento (porque se hace a otro individuo, no a uno mismo) y tiene un valor social para reforzar los lazos en el grupo.

Ya en China hacia el 2.700 a.e.c., en el Libro clásico de medicina interna del emperador amarillo se detallaban técnicas de masaje junto a la acupuntura y la fitoterapia. En el antiguo Egipto, hacia el 2500 a.e.c. hay frescos que sugieren la práctica de masaje terapéutico, un arte que se propagaría a Grecia y Roma. Hipócrates se refiere a la “anatripsis” (frotamiento) como una de las habilidades del médico.

Esta terapia renació en el siglo XIX con Per Henrik Ling, padre de la gimnasia sueca, y más tarde con el médico Vicente Lino Ferrándiz, quien introdujo el masaje en España sintetizando técnicas orientales y occidentales para crear el quiromasaje (del griego “quiros”, mano) en Barcelona.

La bioquímica del masaje

Se sabe por los experimentos que el tacto tiene un efecto calmante, sea con personas o animales. Pero cuando las manos entran en contacto con la piel desencadenan una cascada de respuestas biológicas que pueden ir mucho allá de la simple relajación.

Por un lado, las maniobras como el amasamiento reducen el tono muscular e incrementan el rango de movimiento, al tiempo que aumentan el flujo sanguíneo, oxigenando las fibras musculares. Esto explica por qué un masaje deportivo después de un maratón puede acortar varios días la recuperación.

Pero, además, el masaje tiene un efecto sobre el sistema nervioso. La presión rítmica puede aumentar la variabilidad cardiaca (HRV), una medida de la capacidad del cuerpo para regular el estrés y volver a la calma, a través de la activación del sistema parasimpático, que reduce el cortisol y eleva hormonas placenteras como las endorfinas y la serotonina. Neurofisiológicamente, el masaje modula el umbral del dolor, es decir, reduce la percepción del dolor entre un 25 y un 50%, incluso si no se arregla la causa subyacente.

Las distintas tradiciones, escuelas y técnicas de masaje buscan inducir estos efectos, tanto fisiológicos como neurológicos. Estos son los tipos de masaje más comunes y sus usos:

Masaje sueco

El masaje sueco es un masaje suave de cuerpo completo y seguramente el más conocido. Se basa en el amasamiento de los músculos, con movimientos largos y fluidos, además de vibración y golpeteos. Puede ayudar a aliviar el dolor de las contracturas musculares y es una buena opción para relajarse. Una variante consiste en usar piedras calientes en lugar de las manos, que se deslizan sobre la piel.

Masaje profundo

El masaje profundo utiliza más presión que un masaje sueco tradicional. Es el tipo de masaje que recibiremos si le pedimos a nuestro masajista mayor intensidad. Es una buena opción para tratar el dolor de las lesiones y tensiones musculares crónicas en zonas como la espalda y el cuello. De nuevo, los estudios indican que el masaje no cura las lesiones por sí solo, pero reduce el malestar que producen.

Masaje deportivo

Es una variante del anterior, y es lo que podemos ver que se administra a un jugador de fútbol lesionado en el terreno de juego. Es una buena opción si tiene una lesión por uso repetitivo en un músculo, como las que se producen al practicar un deporte. Como aumenta la flexibilidad y el rango de movimiento, también puede ayudar a prevenir lesiones.

Masaje de puntos gatillo

Los puntos gatillo son puntos muy irritables y dolorosos que afectan a unas pocas fibras musculares. El masaje de puntos gatillo se emplea para las personas que tienen lesiones, dolor crónico o un problema o afección específicos. Estos puntos a veces pueden causar dolor referido en otras partes del cuerpo y, al masajearlos, pueden reducir este dolor como, por ejemplo, los dolores de cabeza tensionales y las migrañas.

Reflexología

La reflexología consiste en aplicar una presión de suave a firme en diferentes puntos de presión de los pies, las manos y las orejas. Se recomienda para las personas que quieran relajarse, se sientan fatigadas o duerman mal. Una revisión de estudios aleatorizados encontró que la reflexología podía ayudar a reducir significativamente la ansiedad de los pacientes, mientras que otros han encontrado que es efectiva para mejorar el sueño y reducir el dolor.

Shiatsu

El masaje shiatsu es un tipo de masaje japonés que reduce la tensión muscular, induce relajación y puede aliviar el dolor. Se basa en usar las manos, palmas y pulgares para aplicar presión a determinadas partes del cuerpo. Se ha comprobado que puede mejorar el dolor crónico de espalda y la calidad del sueño.

Masaje tailandés

El masaje tailandés se distingue porque no hay frotamiento, sino que se ejerce presión en los músculos apoyando las palmas de las manos, al mismo tiempo que se coloca el cuerpo en distintas posiciones. Mejora la flexibilidad y la circulación sanguínea.

Drenaje linfático

El masaje de drenaje linfático, también conocido como drenaje linfático manual (DLM), es un tipo de masaje suave que estimula la circulación de los fluidos linfáticos por el cuerpo. Se emplea en el tratamiento del edema (retención de líquidos), el estrés, el insomnio y problemas digestivos, entre otras afecciones. Una revisión de estudios encontró que era eficaz para evitar el riesgo de linfedema tras un cáncer de mama.

Es difícil decidir entre estas y otras muchas técnicas de masaje, y en cualquier caso tendremos que decidir basándonos en aquella que nos produce un alivio de nuestras dolencias, una mejora en la calidad de vida o en las recomendaciones de un profesional de la salud. No olvidemos, además, que un masaje relajante, sin intención terapéutica, es algo que podemos darnos en casa unos a otros en cualquier momento.