Un estudio refleja menos problemas para dormir y ‘burnout’ en trabajadores tras aplicar la semana laboral de 4 días

Un estudio refleja menos problemas para dormir y ‘burnout’ en trabajadores tras aplicar la semana laboral de 4 días

Investigadoras del Boston College detectan «mejoras significativas» en 141 empresas de varios países anglosajones que redujeron sus horarios manteniendo el mismo sueldo a los trabajadores

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La semana laboral de cuatro días sigue sumando estudios sobre ventajas para los trabajadores. La revista Nature Human Behaviour ha publicado este lunes una investigación, liderada por varias investigadoras del Boston College de Massachusetts, que analiza 141 empresas que redujeron las horas de trabajo manteniendo el mismo salario a sus trabajadores y en las que constatan “mejoras significativas” en el bienestar de los empleados. Entre ellas, una reducción del burnout (síndrome del trabajador quemado) y de los problemas para dormir del “16%”, en ambos casos, así como una merma de la fatiga del “14%”, explica a elDiario.es una de sus autoras, Wen Fan.

El estudio, titulado La reducción del tiempo de trabajo mediante una semana laboral de 4 días mejora el bienestar de los trabajadores, está firmado por las investigadoras Wen Fan, Juliet B. Schor y Guolin Gu (Boston College) y por Orla Kelly (University College Dublin). Las académicas realizaron ensayos de seis meses en los que participaron casi 3.000 trabajadores (2.896) de 141 empresas de países anglosajones entre 2022 y 2024: Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Reino Unido, Irlanda y Estados Unidos. Aunque la elección de países anglófonos “se debió en parte a la conveniencia lingüística, estos países son conocidos por sus sistemas laborales neoliberales y los altos niveles de estrés de sus empleados”, indican las académicas.

A través de encuestas a los empleados, analizan cómo evolucionaron varios indicadores asociados al bienestar, como el agotamiento (burnout), la satisfacción laboral, así como la salud mental y la física, antes y después de la reducción horaria. Además, comparan estos resultados con los de casi 300 empleados de 12 empresas que, aunque se interesaron en el proyecto, no implantaron finalmente la medida.

De media, las empresas redujeron cinco horas de trabajo a la semana, partiendo de jornadas de 39 horas a la semana a una de 34 horas. El proyecto planteaba que los empleados pudieran trabajar el 80% de su horario habitual cobrando el 100% de su salario. Aunque las empresas no estaban obligadas a implantar un horario de 4 días, debían mantener el salario constante y ofrecer una reducción “significativa” del tiempo de trabajo, explica el estudio.

En las semanas previas a iniciar los ensayos, la plataforma 4DWG (4 Day Week Global) –que fomenta la semana laboral de cuatro días– ofreció seminarios web para ayudar a las empresas a diseñar su proceso de reorganización del trabajo, aunque las investigadoras precisan que la 4DWG no tuvo influencia en el diseño de la investigación ni en los resultados del estudio y sostienen su independencia de la entidad.

Menos trastornos del sueño y fatiga

La investigación registra “mejoras significativas” en el bienestar del personal de las empresas que aplicaron la semana laboral de cuatro días en varios aspectos respecto al grupo de control que finalmente no redujo sus horarios. Entre los resultados más destacados, la investigadora Wen Fun responde a elDiario.es que la sensación de agotamiento (burnout) se redujo “un 16%” en los empleados de las empresas del ensayo, mientras que aumentó ligeramente en el grupo de control (“1,4%”). También mejoró la autopercepción de salud mental y física de los trabajadores con la nueva semana laboral de 4 días, con apenas cambios en el otro grupo.

El estudio señala varios indicadores concretos que explican gran parte de esa mejora del bienestar de los empleados. En concreto, destaca tres: los problemas de sueño, la fatiga y la capacidad laboral que perciben los propios trabajadores, que “muestran cambios significativamente positivos”. Los problemas para dormir disminuyeron un “16%” según las respuestas de los trabajadores, explica Wen Fu, mientras que en el grupo de contol los resultados empeoraron (-3%) en el periodo de análisis. La sensación de fatiga se redujo un “14%” de media, con un ligero incremento en las compañías sin reducción horaria.

Las investigadoras indican que las mejoras en el sueño y en la fatiga de los empleados han recibido atención en estudios anteriores –como sobre el piloto realizado en Portugal de la semana laboral de 4 días–, mientras que subrayan que la percepción de una mayor capacidad de trabajo por parte de los empleados es un elemento novedoso de su publicación. Las autoras atribuyen este resultado a una reorganización del trabajo fruto de la nueva semana laboral de 4 días, que “ha provocado profundos cambios en la propia experiencia laboral, mejorando la sensación individual y colectiva de los empleados de realizar bien su trabajo”.

A más reducción, más mejora

El estudio refleja que los empleados con una reducción “de ocho horas o más por semana” declararon haber experimentado una mayor reducción del burnout y mayores mejoras en la satisfacción laboral y en la salud mental respecto a los trabajadores del grupo de control. Observaron efectos similares, aunque menores, entre los empleados con reducciones de 1-4 horas y 5-7 horas en su semana laboral.

Las investigadoras destacan que, si bien la literatura científica ha estudiado en múltiples ocasiones los perjuicios en la salud de jornadas muy largas, de 55 horas o más a la semana, estas mejoras del bienestar alcanzan a trabajadores con horarios de unas 40 horas, que están mucho más extendidos.

Las autoras señalan algunas limitaciones de su estudio, entre las que destacan que no es aleatorio, sino que las empresas son las que deciden participar en el proyecto de reducción horaria. Esto ha supuesto, entre otras cosas, que la muestra está compuesta por muchas pequeñas empresas y también consideran que puede que sean compañías más proclives a apoyar medidas de flexibilidad y de bienestar de sus empleados, por lo que reconocen que tal vez el estudio puedan sobreestimar el impacto positivo de la semana laboral de 4 días.

“A pesar de sus limitaciones, este estudio tiene importantes implicaciones para comprender el futuro del trabajo, en el que probablemente la semana laboral de 4 días será un componente clave”, consideran las investigadoras.