De checa a juzgado: el Gobierno de Cantabria subasta un edificio que fue centro de represión del Frente Popular

De checa a juzgado: el Gobierno de Cantabria subasta un edificio que fue centro de represión del Frente Popular

El inmueble está sin uso, pero fue sede judicial durante años y, en la Guerra Civil, había sido el epicentro de las detenciones y desapariciones irregulares dirigidas por el comisario Manuel Neila en Santander

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El número 28 de la calle del Sol de Santander ha tenido varias ocupaciones como edificio público a lo largo de la historia. Actualmente cerrado y en subasta, es conocido en Santander por haber albergado juzgados durante un período de los años 90, pero antes, durante la etapa republicana, fue un centro de represión del Frente Popular como la checa de Manuel Neila, uno de los personajes más siniestros de la Guerra Civil en Cantabria.

La historia del inmueble ha vuelto a la palestra en Santander porque la Consejería de Economía del Gobierno de Cantabria que dirige Luis Ángel Agüeros (PP) no consigue venderlo en subasta. ¿El motivo? El precio de licitación, no tanto la historia del edificio. Lo del precio, tiene arreglo. La propia Consejería ha vuelto a sacar a subasta el inmueble con un precio de salida un 15% más bajo (1,28 millones de euros) con respecto a la primera subasta del pasado 9 de julio que quedó desierta. La historia que tiene a sus espaldas es imposible de borrar.

Manuel Neila Martín nació en Béjar en 1897 y murió en Oaxaca (México) en julio de 1967, alejado de la política. Trabajó de joven en el comercio de Santander y evolucionó políticamente desde sus simpatías por el general Primo de Rivera hasta el socialismo revolucionario, destacando, ya desde su nombramiento como comisario del pueblo, como uno de los personajes más crueles y sanguinarios del momento, atribuyéndosele numerosos crímenes.

“El comisario Neila era el responsable de la seguridad republicana. Era un criminal de guerra y un psicópata que generaba tensiones enormes en el aparato republicano. La matanza en el buque Alfonso Pérez no fue espontánea”, recuerda el sociólogo y escritor Esteban Ruiz, autor de ‘Crónicas secretas de la Guerra Civil en Cantabria’. “Hubo una ira popular alimentada por él y por otro personaje turbio, un anarquista que estaba en el Gobierno. El asalto al buque-prisión Alfonso Pérez fue el Paracuellos de la Guerra Civil en Cantabria y Neila fue el responsable del sistema represivo que llevó a la desaparición de muchas personas. Unos 150 fueron cuantificados en el juicio que se le hizo en Francia, pero fueron más. Fue el responsable de gran parte de los desaparecidos y ‘paseados’ en Santander”, prosigue.

El centro de operaciones de la checa de Santander estaba en la citada calle del Sol, y de ella dependían otras dos a modo de ‘sucursales’ en la región: la de Reinosa y la de Castro Urdiales. El edificio cuenta con cuatro plantas y una superficie total de 736 metros cuadrados. Muy posteriormente, y durante unos años, fue Juzgado de lo Contencioso-Administrativo hasta entrar en el abandono que arrastra en la actualidad.

Estos días, el portavoz del PRC en Santander, Felipe Piña, ha demandado a la alcaldesa de la ciudad, Gema Igual (PP), que negocie la adquisición del inmueble con el Gobierno de Cantabria para convertirlo en viviendas protegidas, sin que su petición haya prosperado.