Continúan las hostilidades entre Tailandia y Camboya: qué está pasando y por qué se enfrentan ambos países

Continúan las hostilidades entre Tailandia y Camboya: qué está pasando y por qué se enfrentan ambos países

La disputa tiene más de un siglo de antigüedad, desde que Francia trazó como potencia ocupante de Camboya la línea de la frontera. Este fin de semana continúan los ataques entre ambos países

Tailandia declara la ley marcial en ocho distritos fronterizos con Camboya mientras los combates se extienden

La prolongada disputa fronteriza entre Tailandia y Camboya se intensificó de manera dramática este jueves, cuando Tailandia lanzó ataques aéreos contra objetivos militares en Camboya acusando al país vecino de un ataque con artillería y cohetes. En los enfrentamientos murieron al menos 11 civiles tailandeses, entre ellos un soldado y un niño de ocho años. Aún no se sabe si hay víctimas por el lado de Camboya. Los dos países se acusan mutuamente de haber abierto fuego primero.

Continúan todavía los enfrentamientos este domingo por cuarto día consecutivo, a pesar de las peticiones de diálogo internacional. El último mandatario en pronunciarse al respecto ha sido el presidente de EEUU, Donald Trump, que aseguró este sábado que había mantenido llamadas con los líderes de los dos países asiáticos con el fin de que alcanzaran un acuerdo. Ya hay miles de desplazados y decenas de muertos en los últimos días.

¿En qué consiste la disputa?

La disputa entre Tailandia y Camboya tiene más de un siglo de antigüedad, desde que Francia, la potencia ocupante de Camboya hasta 1953, trazó por primera vez la línea de la frontera terrestre. La disputa implica a más de 817 kilómetros de frontera y ha estallado una y otra vez a lo largo de los años avivada por sentimientos nacionalistas.

El episodio más reciente comenzó en mayo, con un breve intercambio de disparos entre las tropas de los dos países que provocó la muerte de un soldado camboyano. A continuación, los dos gobiernos tomaron represalias. Tailandia impuso restricciones fronterizas con Camboya, y Camboya redujo el ancho de banda de Internet procedente de Tailandia, además de prohibir la importación de fruta y verdura tailandesa y la emisión de películas tailandesas, entre otras medidas.

Las tensiones se intensificaron este miércoles, cuando cinco militares tailandeses de patrulla en la zona fronteriza sufrieron heridas por minas terrestres. Las autoridades tailandesas dijeron que las minas eran de reciente colocación, cerraron los pasos nororientales de la frontera con Camboya, retiraron a su embajador y expulsaron al embajador camboyano en señal de protesta. Camboya, que niega haber colocado nuevas minas terrestres, comunicó que reducía al mínimo sus relaciones diplomáticas con Tailandia y que retiraba a todo el personal camboyano de la embajada en Bangkok.

¿Cuál es la situación política en los dos países y cómo puede afectarles el conflicto?

Camboya es en los hechos un Estado de un solo partido. El autoritario líder Hun Sen gobernó el país durante casi cuatro décadas antes de cederle el poder a Hun Manet, su hijo, en 2023. Hun Sen, que ahora preside el Senado, sigue teniendo un poder enorme sobre el país.

Según Matt Wheeler, analista superior en el centro de estudios International Crisis Group, es posible que Hun Sen esté tratando de reforzar la posición de su hijo avivando los sentimientos nacionalistas. En su opinión, Hun Manet “gobierna a la sombra de su padre y carece de una base de poder propia”. Para otros, la disputa puede ser una maniobra de distracción para no hablar de los desafíos económicos. A partir del 1 de agosto, tanto Camboya como Tailandia enfrentan la posibilidad de un arancel del 36% para vender sus productos en Estados Unidos.

Tailandia se encuentra sumida en un período de inestabilidad política. El 1 de julio el Tribunal Constitucional suspendió de sus funciones a la primera ministra, Paetongtarn Shinawatra. El Pheu Thai, su partido político, ha sido acusado de no actuar con la rapidez necesaria en la disputa fronteriza. Hija del influyente exlíder Thaksin Shinawatra, Paetongtarn fue duramente criticada después de que saliera a la luz una grabación en la que hablaba con Hun Sen sobre la crisis fronteriza. En la grabación se oía a Paetongtarn Shinawatra llamar “tío” a Hun Sen y decirle que si había algo que Hun Sen necesitara, ella “se encargaría”.

Shinawatra también hizo comentarios despectivos sobre un alto mando del ejercito tailandés, desautorizando a una institución de mucho poder en Tailandia que a menudo interviene en la vida política del país. La grabación de la llamada fue especialmente perjudicial para Shinawatra: se sabe que Hun Sen es un viejo amigo de la familia y sus críticos la acusan de anteponer las relaciones personales a los intereses del país.

Según Tita Sanglee, investigadora asociada del centro de estudios ISEAS-Yusof Ishak Institute, el Pheu Thai se encuentra “en una situación muy frágil en este momento”. “No tienen más remedio que aceptar lo que decida el ejército”, dijo. En su opinión, el gobierno puede pensar que una postura más firme le permitirá recuperar el apoyo de la opinión pública.

¿Cómo se podría resolver la crisis?

Camboya ya ha solicitado en otras ocasiones que la Corte Internacional de Justicia resuelva la disputa fronteriza. Pero no parece probable que eso lleve a ninguna solución porque Tailandia no acepta la jurisdicción del tribunal.

Desde su cargo como presidente de la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental [ASEAN, por sus siglas en inglés], el primer ministro malayo Anwar Ibrahim ha pedido a Tailandia y a Camboya que “den un paso atrás”. Pero Sanglee no cree que la ASEAN, conocida por su política de no injerencia, sea capaz de mediar o esté dispuesta a ello. “China es el único mediador externo viable porque tiene influencia directa sobre Camboya y también sobre Tailandia”, dijo.

Aunque China tiene fuertes lazos económicos con los dos países, se considera más alineada con Camboya que con Tailandia. Esto puede crear malestar entre las autoridades de Bangkok. Según Sanglee, a los países vecinos, preocupados por la supremacía china en la región, también les puede resultar incómodo que Pekín desempeñe ese papel.

Phumtham Wechayachai, que ejerce como primer ministro interino de Tailandia durante la suspensión en funciones de Paetongtarn Shinawatra, dijo el jueves que los combates debían cesar antes de ninguna negociación. La guerra no ha sido declarada y el conflicto no se está extendiendo a otras provincias, añadió.

Acusando a Tailandia de “agresión militar no provocada”, Hun Manet ha solicitado al Consejo de Seguridad de la ONU que convoque una reunión urgente para debatir la crisis.

Traducción de Francisco de Zárate.