El aviso del cura de Valdepeñas a los empresarios: «A los temporeros las horas extras se les pagan y se les da de alta»

El aviso del cura de Valdepeñas a los empresarios: «A los temporeros las horas extras se les pagan y se les da de alta»

Emilio Montes, que dirige la Parroquia del Santísimo Cristo de la Misericordia en la localidad de Ciudad Real, advirtió de que «los derechos escatimados al pobre dios no los olvida nunca, porque es aprovecharte del más débil»

Hemeroteca – El polémico cura de Valdepeñas que arremete contra sus fieles por no dar dinero y pinta su cara en los frescos de la iglesia

“Toda persona rica o pobre tiene su dignidad y nosotros tenemos que defenderla”. Estas han sido las palabras con las que el párroco del municipio ciudadrealeño de Valdepeñas, Emilio Montes, defendió a los temporeros en la misa celebrada en la Parroquia del Santísimo Cristo de la Misericordia de la localidad el pasado domingo.

El cura se refirió a estos trabajadores, principalmente migrantes, y pidió “tres cosas” a los empresarios: que cobren las pagas extras, que se les faciliten viviendas dignas y que se les dé de alta en la seguridad social, para que “tengan sus derechos sociales”. “Los derechos escatimados al pobre dios no los olvida nunca, porque es aprovecharte del más débil”, espetó.

“Si nos enteramos de alguien que hace eso, no [tenemos que] reconocérselo, sino tenemos que decirle ‘se te tendría que caer la cara de vergüenza, nadie debe aprovecharse del débil’”, declaró Montes, a lo que añadió: “Debemos de tenerlo muy claro, no solo por ser cristianos, sino por dignidad; toda persona, rica o pobre, tiene su dignidad y nosotros debemos defenderla”.

El Evangelio, contra la acumulación de riqueza

Las palabras del cura se enmarcan dentro de la lectura del Evangelio según San Lucas del pasado domingo. Concretamente, en el pasaje de Lucas 12:13-21, que narra la parábola de un hombre rico que, en lugar de repartir su abundante cosecha, decide derribar sus antiguos graneros para construir uno más gande. Dios, entonces, le implora: “Esta misma noche vas a morir. ¿Para quién serán todos tus bienes?’”. “Lo mismo le pasa al que amontona riquezas para sí mismo y no se hace rico de lo que vale ante Dios”, concluye el Evangelio.

“La vida de un hombre no depende de sus bienes”, dice el párroco tras la lectura. “¿A dónde lleva la codicia? Verdaderamente, a la destrucción”, agrega Emilio Montes, en una reflexión acerca de las herencias.