No era un supermeteorito: la bola de fuego que cruzó anoche la península eran los restos de un cohete chino

No era un supermeteorito: la bola de fuego que cruzó anoche la península eran los restos de un cohete chino

Las imágenes tomadas desde varios observatorios del proyecto SMART en la medianoche del domingo confirman que se trataba de la cuarta etapa del cohete Chino Jielong-3, lanzado hace dos días

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En la medianoche del domingo 10 de agosto, miles de personas fueron testigos del paso de una gran bola de fuego que cruzó el cielo nocturno de Andalucía, Murcia y el sur de Alicante en dirección a las islas Baleares. El objeto, que empezó a ser visible a una altitud de unos 118 km sobre el océano Atlántico, recorrió unos 900 km antes de desintegrarse por completo.

Pero no se trataba de una estrella fugaz de la lluvia de Perseidas ni de un supermeteorito, como se especuló en redes sociales, sino de la cuarta etapa del cohete chino Jielong-3, lanzado hace dos días, al reentraar y desintegrarse en la atmósfera. Así lo ha establecido el equipo de José María Madiedo, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y responsable del Proyecto SMART que vigila la entrada de objetos en nuestros cielos.

“Ocurrió a una hora que lo convirtió en trending topic porque había muchísima gente en la calle en ese momento y se vio desde un montón de sitios”, explica Madiedo al elDiario.es. “En torno a las 23:49 empezó a verse por la zona del Golfo de Cádiz, y luego a partir de ahí fue avanzando y ha sobrevolado Andalucía, Murcia, Albacete y el sur de Alicante. Y, a continuación, se adentró en dirección hacia las Islas Balearespues y probablemente cayó en el Mediterráneo”.

Según estos cálculos, el objeto entró en nuestra atmósfera a una velocidad de 29.000 km/h y el rozamiento que sufrió con el aire hizo que se rompiese en múltiples fragmentos que se volvieron incandescentes. Esta bola de fuego artificial fue registrada por los detectores que el Proyecto SMART opera en los observatorios de Calar Alto (Almería), La Hita (Toledo), Sierra Nevada (Granada), Otura (Granada), Huelva y Sevilla. En algunos de los vídeos facilitados por los investigadores se ve una fulguración que corresponde a ese colapso del objeto.

“La gente especulaba con que podía ser la caída de un meteorito”, indica el investigador. “Otros especulaban con que podía estar relacionados con las Perseidas, pero me sorprendió había mucha gente que de hecho ya decía que esto tenía pinta de ser una reentrada de basura espacial”. Al final ha costado unas horas identificar la fuente porque los chinos son “muy opacos”, indica Madiedo, y al principio se sospechó de la reentrada de dos satélites de la constelación Starlink de Elon Musk, cuyas caídas son cada vez más frecuentes.

Basura más frecuente

Estas reentradas de basura espacio se producen cada vez con más frecuencia, indica el experto, quien asegura que esta vez fue especialmente llamativo por la fulguración que produjo la fragmentación. “En algunos de los vídeos que tenemos se ve clarísimamente como hay multitud de objetos siguiendo la estela. Algunos en cabeza, pero otros bastante más atrás, que son más pequeños, que se han ido frenando más; ha sido muy curioso”, describe.


El recorrido de la bola de fuego el 10 de agosto.

¿Cómo distinguir si se trata de un meteorito o de basura espacial?. Madiedo tiene una receta que puede aplicar cualquier observador que se tope con uno de estos fenómenos. “Hay algo que lo delata y es la velocidad”, indica. “La velocidad orbital de un objeto en torno a la Tierra es una velocidad mucho más baja que la de un objeto que pueda proceder de mucho más allá del sistema solar”.

Este objeto, por ejemplo, ha entrado en la atmósfera unos 29.000 kilómetros por hora, explica Madiedo. “Y las Perseidas entran a unos 220.000 kilómetros por hora. Estamos hablando de casi diez veces más”, recuerda Madiedo. “Cuando tú ves un objeto fragmentando en la atmósfera y a ti te da tiempo de sacar el móvil, apuntar y grabar un vídeo, ya puedes decir casi con toda seguridad que es una reentrada de basura espacial”.