Un barco de guerra chino choca con otro de la guardia costera cuando perseguía a una embarcación filipina

Un barco de guerra chino choca con otro de la guardia costera cuando perseguía a una embarcación filipina

El incidente refleja la creciente tensión entre ambos países por la explotación de las aguas del mar de China Meridional

Un viejo buque oxidado, encallado y convertido en base militar eleva la tensión entre China y Filipinas

La tensión creciente en el el mar de China Meridional entre China y Filipinas quedó patente el lunes con la colisión de dos embarcaciones chinas, una de la armada de guerra y otro de los guardacostas, que perseguían a otro barco de la guarda costera filipina, según se aprecia con nitidez en un vídeo distribuido por el lado filipino, que acusa a China de comportamiento “imprudente”. China confirmó el incidente, sin referirse propiamente a la colisión.

Un buque de la Guardia Costera China “realizó una maniobra arriesgada” mientras perseguía “a gran velocidad” al BRP Suluan de sus homólogos filipinos, provocando “el impacto con el buque de guerra de la Armada del Ejército Popular de Liberación”, dijo el portavoz de los guardacostas filipinos, Jay Tarriela, en la red social X.

Tarriela compartió un vídeo del momento de la colisión y afirmó que el impacto causó daños importantes en el buque de los guardacostas chinos, dejándolo “inutilizable”.

Los guardacostas filipinos precisaron que se encontraban en la zona de madrugada para dar apoyo a unos 35 barcos pesqueros, cuando tuvieron que hacer frente a “maniobras peligrosas y acciones de bloqueo” y al uso de cañones de agua por parte de embarcaciones chinas.

“Los chinos siempre distorsionan los hechos y culpan a otros en lugar de a sí mismos”, dijo el portavoz en una rueda de prensa virtual, justificando la difusión de los vídeos.

El Departamento de Defensa Nacional de Filipinas, en un comunicado, expresó su solidaridad con los guardacostas del archipiélago “ante el comportamiento atroz e insensato de China”.

La Guardia Costera China se refirió a lo sucedido a través de un comunicado de su portavoz Gan Yu, que alegó que “los buques filipinos insistieron en ingresar en el área del Mar Meridional de China con el pretexto de abastecer a barcos pesqueros, haciendo caso omiso de la disuasión y las advertencias repetidas de China”, según recogió la agencia oficial china Xinhua. “En respuesta, la parte china tomó las medidas necesarias, que incluyeron seguimiento, vigilancia y bloqueo, para expulsar a las embarcaciones filipinas. Todas las acciones registradas en el lugar fueron profesionales, estandarizadas y legítimas”, defendió Gan.

Manila y Pekín mantienen un conflicto por la soberanía de territorios en el mar de China Meridional, una región estratégica por donde transita aproximadamente el 30% del comercio global, que alberga el12 % de los caladeros mundiales y cuenta con potenciales reservas de petróleo y gas.

El suceso se produjo en el entorno de un atolón en el que está disputada hasta la nomenclatura; los filipinos lo denominan bajo de Masinloc y para los chinos es la isla de Huangyan, mientras que en el mundo anglosajón es conocido como atolón de Scarborough.

El conflicto marino se ha reavivado con el acceso a la presidencia en 2022 de Ferdinand Marcos hijo, proclive a reforzar los lazos con la antigua metrópoli estadounidense, tras un periodo de cierta descontracción durante el mandato de Rodrigo Duterte.

A estas tensiones territoriales se ha sumado el malestar de Pekín por el acercamiento de Manila a Taiwán, después de que el presidente filipino abriese la puerta a contactos oficiales con Taipéi y afirmara que el archipiélago se vería involucrado a su pesar en una posible invasión.