
El hijo del temporero fallecido en Alcarràs: «La empresa no llamó a la ambulancia cuando mi padre avisó»
Ovidiu Vranciu, hijo de Gheorghe Vranciu, el trabajador de 61 años que murió este lunes durante su jornada en plena ola de calor en Lleida, denuncia desatención por parte de la empresa: «Le dejaron tirado»
Muere un jornalero mientras trabajaba a más de 40 grados en Alcarràs (Lleida)
“Le dejaron tirado en el suelo”. Es lo que más repite y lo que más duele a Ovidiu Vranciu, hijo de Gheorghe Vranciu, el temporero de 61 años que murió este lunes durante su jornada en plena ola de calor en una explotación agrícula de Alcarràs (Lleida). Denuncia que su padre “avisó de que se encontraba mal” alrededor de las dos de la tarde a su encargada, pero “no llamó a la ambulancia”. Asegura que nadie de la empresa lo hizo hasta que los compañeros alertaron de nuevo del mal estado de Vranciu, más de una hora y media después. Falleció pasadas las 16 horas, según el informe preliminar de la causa de la muerte, al que ha accedido elDiario.es.
Ovidiu Vranciu explica que su padre, de origen rumano, trabajaba en la explotación agrícola en la que falleció a través de una ETT. En concreto, en la ETT Empleo Express para la empresa Agroalimentaria El Pla SL, como ha adelantado El Periódico.
Según el Registro Mercantil, Agroalimentaria El Pla SL tiene como administradores solidarios al multimillonario Francisco Argiles Felip, propietario del grupo Nufri, y a Montserrat Figuerola. Como apoderados y accionistas figuran también tres hijos de ambos, Javier, Ignaci y Marta Argiles Figuerola. Esta mercantil facturó 6,87 millones en 2023 y contaba con cerca de 150 empleados, según sus últimas cuentas depositadas, disponibles a través de Insight View. Francisco Argiles es una de las mayores fortunas catalanas. El último ranking de El Mundo le sitúa en el puesto 402 de mayores patrimonios del país, de unos 150 millones de euros.
elDiario.es ha intentado contactar este miércoles con la ETT Empleo Express, así como con Agroalimentaria El Pla SL y el grupo Nufri, pero no ha recibido respuesta hasta el momento de la publicación de esta información.
“Cuando llegaron los servicios sanitarios, era demasiado tarde”
La familia explica que Gheorghe Vranciu “avisó a la encargada” de la explotación de Agroalimentaria El Pla SL que se encontraba mal alrededor de las 14 horas. “Ella le dijo que estaba borracho, cuando mi padre no había bebido, y que se fuera al final de la hilera 6”, donde el trabajador se puso en el suelo a la sombra. “Le dejaron ahí tirado”, repite Ovidiu Vranciu, para el que es incomprensible por qué la responsable no llamó en ese momento a los servicios sanitarios, en un contexto además de ola de calor, alerta por altas temperaturas, que superaron los 40 grados. La legislación de prevención de riesgos laborales, reforzada hace unos años en cuando a temperaturas extremas, exige a las empresas parar la actividad y modificar horarios cuando el riesgo para la salud no sea evitable para los trabajadores.
No fue hasta alrededor de hora y media después del aviso de Gheorghe Vranciu, “sobre las 15.30h”, cuando los compañeros detectaron el mal estado de su padre y volvieron a dar la voz de alarma, cuenta Ovidiu Vranciu. “La encargada dijo al chófer que se llevara a mi padre a su casa, que se encontraba mal. Cuando llegó el chófer, en diez minutos, estaba convulsionando y echando espuma por la boca”, sostiene.
Según el relato de las personas presentes en el campo, la ambulancia no llegó hasta alrededor de las 16.30 horas, cuando era ya “demasiado tarde”. Según el informe preliminar de la causa de la muerte de Gheorghe Vranciu, a la que ha accedido este medio, falleció “entre las 16.24 y las 16.50 horas” por una “insuficiencia cardiorrespiratoria aguda en contexto de estrés por el calor”.
Los Comuns y la CUP han reclamado más inspecciones laborales y atención sanitaria en el campo para proteger a los trabajadores tras la muerte de este trabajador.
La familia denuncia horarios abusivos
La familia de Gheorghe Vranciu denuncia horarios abusivos por parte de la explotación agraria en la que falleció su padre, con horarios de diez horas diarias, “de las siete de la mañana hasta las 17.30 de la tarde”, incluso en este contexto de altas temperaturas. “Nos han contado que hoy les han dicho que tenían que estar también hasta las 17 horas y que quien no quisiera, que no volviera mañana”, dice Ovidiu Vranciu.
El hombre explica que las dos empresas, tanto la ETT como la responsable de la explotación, se han puesto en contacto con él. “Los jefes me han dicho que quieren venir a hablar conmigo. No sé si me quieren dar el pésame, me lo podían haber dado ya por teléfono. Yo quiero que la justicia se haga cargo de lo que ha pasado. Porque es muy difícil de entender. Mi padre tenía 61 años, era un hombre fuerte, le quedaba mucha vida y ya no va a volver a ver a sus nietos”, denuncia Ovidiu Vranciu.
Gheorghe Vranciu vivía con ellos, “todos juntos en familia”, con sus tres nietos (de nueve, seis y dos años). “Les solía comprar chuches y galletas”, dice su hijo. “Mi madre y hermanas están en Rumanía. Esto es muy difícil, estamos muy indignados, no lo podemos aceptar”, lamenta Ovidiu Vranciu.