Hoy toca llorarte

Hoy toca llorarte

Hoy toca llorar al político, al trabajador incansable. Al servidor público por encima de todo. A quien no le importó arriesgar por ser leal a sus principios y a su conciencia.

Hoy toca llorarte.

Quedará tiempo para reivindicarte.

Te aseguro que no cesaré en el intento.

Pero hoy toca llorarte, porque además quien te ha respetado, admirado y querido te lo ha demostrado en vida.

Decía Rubalcaba que en este país enterramos muy bien. No le faltaba razón, como también soy consciente de que a ti no te gustaría que quien no mereció considerarte en vida hiciera el paripé en tu despedida.

Hoy toca llorar al hombre que, al igual que decía Machado, sabía que caminante no hay camino, se hace camino al andar.

Hoy toca llorar al político, al trabajador incansable. Al servidor público por encima de todo. A quien no le importó arriesgar por ser leal a sus principios y a su conciencia.

Hoy toca llorar al marido, al padre, al abuelo, al hermano, a sus más primitivas pasiones, las que salen de las entrañas.

Hoy toca llorar al historiador, al escritor, cuyo compromiso ético con la sociedad era uno de sus motores vitales.

Hoy toca llorar al amigo, divertido, sincero, honesto.

Hoy toca llorar porque nos han robado muchas conversaciones pendientes, muchos ratos de risas y discusiones, muchas cosas por hacer…

Hoy toca llorar porque aún tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero.

Hoy toca llorar a la persona autentica, verdadera, integra.

A quien, como dijo Machado, “desdeñó las romanzas de los tenores huecos y el coro de los grillos que cantan a la luna. A distinguir me paro las voces de los ecos, y escucho solamente, entre las voces, una”.

Hoy toca llorar porque ha llegado el día de tu último viaje, y con rabia sabemos que no vas a tornar, y te vas como querías, ligero de equipaje.

Hoy toca llorar a un socialista de los pies a la cabeza, jacobino y decente, que ha dejado huella con sus políticas y acciones, que ha marcado una senda por la que transitar sin necesidad de desviarse.

Hoy toca llorarte, amigo y compañero Lambán, porque te lo mereces y porque me sale del alma.

Mañana seguiremos reivindicando tu legado, honrándote como mereces y recordándote brindando con una copa de vino, por todo lo que has significado en mi vida y por lo mucho que has supuesto en el devenir y el progreso de nuestra tierra.

Presidente Lambán, amigo Javier, que la tierra te sea leve; para nosotros, vivirla sin ti será más duro.

* Mayte Pérez es senadora y fue exconsejera de Educación y de Presidencia en los gobiernos autonómicos de Javier Lambán