El fuego de Jarilla, descontrolado, obliga a evacuar Rebollar y cortar la carretera del Puerto de Honduras en Extremadura

El fuego de Jarilla, descontrolado, obliga a evacuar Rebollar y cortar la carretera del Puerto de Honduras en Extremadura

El incendio forestal declarado en la tarde-noche del pasado martes en Jarilla, Cáceres, continúa activo y sin dar tregua. La evolución de las llamas ha obligado este sábado a la evacuación de los vecinos y vecinas de Rebollar, un municipio de 196 habitantes. No son buenos los pronósticos tampoco en el incendio de Aliseda

El incendio de Cáceres permite el regreso de tres pueblos evacuados, pero preocupa el frente de Casas del Monte

Las personas residentes de Rebollar recibieron ayer por la tarde un aviso a través del sistema ES-Alert que les instaba a concentrarse de manera urgente en la entrada del pueblo, desde donde están siendo trasladados a la ciudad deportiva de Plasencia. «Cojan medicinas, bolsa de aseo, documentación y ropa. No ponga su vida en riesgo», señalaba el mensaje de Protección Civil.

En días anteriores, el fuego ya había forzado el confinamiento de los vecinos de Casas del Monte y Segura del Toro, así como la evacuación de los más de 700 habitantes de Jarilla, Villar de Plasencia y Cabezabellosa. También se ordenó el confinamiento de Oliva de Plasencia y se cortaron 25 kilómetros de la autovía A-66 en el tercer día de combate contra las llamas. Esta misma tarde, también se ha impedido el tráfico por la carretera que une Cabezuela del Valle y Hervás, la CC-224.

La dificultad para controlar el fuego, según el consejero de Presidencia de la Junta de Extremadura, Abel Bautista, se debe, principalmente, a los cambios en la dirección del viento, que complican el trabajo de los equipos de extinción desplegados en la zona. “Y es que no hay capacidad de extinción en un 70% del incendio, sigue incontrolado”.

En total, Extremadura mantiene activos varios focos. En la provincia de Cáceres siguen ardiendo los de Jarilla, Casar de Cáceres, Aliseda, Logrosán y Membrío; mientras que en la provincia de Badajoz permanecen sin controlar los de Llerena, Burguillos del Cerro y Alburquerque.

Las llamas han afectado ya a 25.000 hectáreas en Extremadura. El dato se confirmó tras la reunión del último CECOPI en La Granja. El perímetro de los incendios se sitúa en los 310 kilómetros.

Aliseda y Malpartida

Aunque el ayuntamiento de la localidad confirmó a media tarde del sábado que la evolución de las llamas en Aliseda era favorable, el consejero de la Junta de Extremadura, Abel Bautista, afirmó tras la reunión del Cecopi que el incendio allí “nos preocupa mucho”. A lo largo de la tarde se trasladaron miembros de la Unidad Militar de Emergencias desde Llerena para colaborar con las tres unidades de medios forestales y los cuatro medios aéreos que ya trabajaban sobre el terreno. Sin embargo, no se pudo evitar la evacuación de los vecinos de Cuartos del Baño ante el peligro de las llamas. “A primera hora de mañana evaluaremos si pueden volver”, afirmó el mandatario.

Quienes corrieron mejor suerte fueron los habitantes de Malpartida de Cáceres. El ayuntamiento confirmó este sábado que el frente este, el que afectaba a Malpartida de Cáceres, se encontraba “estabilizado”, y pidió calma a los vecinos.

SEPRONA

La Guardia Civil, a través del Seprona, ha iniciado dos investigaciones para esclarecer el origen de incendios presuntamente intencionados. Uno de ellos afectó a Cuacos de Yuste, comenzó el viernes sobre las 19:30 horas y ya se considera estabilizado. El otro es el de Aliseda, en la Sierra de San Pedro, y ha calcinado hasta el momento 2.000 hectáreas de alto valor medioambiental. Este fuego permanece descontrolado, ha afectado algunas viviendas y amenazaba con alcanzar Malpartida de Cáceres. Para frenar su avance, nueve medios aéreos intervienen en las labores de extinción.