De ronda con La Ronda de Boltaña

De ronda con La Ronda de Boltaña

El pequeño pueblo de Puyarruego (Huesca) celebra su ronda cada 15 de agosto con el famoso grupo aragonés

Como todos los meses de agosto, los pueblos aragoneses viven su mejor momento: sus fiestas patronales. Un fresco aroma albahaca impregna el ambiente, la gente ríe, se oye música, las familias se abrazan reencontrándose y las comidas grupales se vuelven la excusa perfecta para dar rienda suelta a todo lo anterior. Y como todos los meses de agosto, Puyarruego y La Ronda de Boltaña se vuelven una cita deseada para esta periodista. Esta pequeña localidad de menos de 30 personas, ubicada en la comarca de Sobrarbe, celebra sus fiestas en honor a la Virgen de la Asunción, acogiendo cada 15 agosto al mítico conjunto aragonés para ir de ronda con ellos. Porque sí, valga la redundancia, las rondas van de ronda con los vecinos del lugar, y la de Boltaña no iba a ser menos.

Tradición y fiesta

Para el que no conozca este concepto, uno se puede apoyar en una de las acepciones de la RAE: “reunión nocturna de mozos para tocar y cantar por las calles”. Sin embargo, esta definición queda un poco coja, porque ir de ronda con tus amigas o familia implica mucho más. No solo es un grupo de músicos tocando y cantando por las calles de un pueblo, o vecinos y visitantes bailando, cantando y comiendo. Es mucho más que eso. Ir de ronda es un lienzo cultural de Aragón y su gente, un cuadro costumbrista donde el tiempo no pasa y donde las personas parecemos ajenas a la crispación política, a los incendios del país o a nuestras propias miserias. Ir de ronda es toda una fiesta. Una fiesta intergeneracional. Porque aquí, en Puyarruego, se ven muchos cochecitos de bebé (todo un logro para subirlos hasta el pueblo), abuelos que duermen a sus nietas en brazos, madres bailando con sus hijos pasodobles, parejas enamoradas y amigas recordando sus nociones de jota mientras suena ‘O villano’. “La Ronda recuperó las fiestas. Antes solo había misa y poco más”, comenta una muchacha mientras lleva a su sobrina de la mano.


La ronda de Boltaña en Puyarruego

Como en toda tradición aragonesa, la comida tampoco puede faltar. Tortilla de patatas, embutidos, quesos o bizcochos caseros son repartidos casa por casa al resto de gentes que acuden a este evento popular. ¡Ah! Y este año mención especial a la sandía, uno de los productos estrella ya que estuvo presente en varias paradas. Y es que es lo que tiene estar sufriendo una ola de calor… ni en la montaña refresca. Por cierto, no se adelante: los músicos siempre comen y beben los primeros. Esa es la primera norma que debe saber todo rondador.

Y sí, también hubo bebida. Y esta no podía ser servida de otra forma: en los tradicionales porrones, que pasan mano a mano entre todos los asistentes y que no son aptos para los más patosos.

“Tiembla, porrón. Tiembla, porrón. Tiembla, tiembla, porrón. Hoy con o cuerpo de jota o Sobrarbe despertó y la ronda trae reseco muy reseco el garganchón”.

Tiembla porrón, La Ronda de Boltaña

Pirineo

Además de comida y buena música, es menester señalar el entorno inmejorable que rodea este pequeño pueblo de casas de piedra. Situado en un alto, Puyarruego está rodeado de verde, mucho verde. Los bosques parecen abrazar a este enclave pirenaico, y todo ello vigilado por la imponente Peña Montañesa: una montaña, conocida como “la mujer tumbada” o la “gigante dormida” por su particular forma aplanada. Y que La Ronda también menciona en una de sus más famosas canciones.

“Tal vez a trocitos se te fue llevando la gente que hicieron marchar, o bajo las aguas de un negro pantano reposas dormido y en paz, igual que a los pies de Peña Montañesa las ruinas de San Beturián”.

País perdido, La Ronda de Boltaña

Rondadors

La Ronda de Boltaña no necesita presentación. Más de 30 años en activo, en los que este grupo aragonés ha conseguido retomar el folclore de la tierra así como crear auténticos himnos para el territorio. Guitarras, guitarricos, acordeones, bandurrias, laúdes, dulzainas… estos instrumentos son ‘los culpables’ de que los asistentes a sus conciertos y rondas bailemos y cantemos temas como ‘País perdido’, ‘Habanera triste’, ‘Días de albahaca’, ‘La tronada’, ‘Tiembla porrón’ o ‘Baixando t’a escuela’ en aragonés, y que en esta ocasión interpretaron junto al parque infantil. Además de temas propios, rindieron homenaje a Labordeta con su ‘Canto a la libertad’ y también a los Ixo Rai! y su ’15 de agosto’. “Es Aragón, canciones populares que hablan de nuestra tierra”, define así otra asistente a La Ronda de Boltaña.


La ronda de Boltaña en Puyarruego

Y sí, La Ronda es mucha ronda. Es música, es tradición, pero es también un mensaje de amor a Aragón, a sus pueblos y a sus gentes. De ahí que no extrañe que cantantes como Rozalén colaboren con ellos en sus temas o que su canción ‘Aquí’ se convierta en el himno nacional de la España Vaciada. Por eso, no es raro que cada 15 de agosto Puyarruego y La Ronda se vuelvan un plan insuperable de puente. Una cita ineludible en el calendario.