Trump se sale con la suya y Texas avanza en el rediseño del mapa electoral que le favorece

Trump se sale con la suya y Texas avanza en el rediseño del mapa electoral que le favorece

La cámara baja estatal ya ha pasado la reforma que ayudará a ampliar hasta cinco los escaños de los republicanos en el Congreso y los demócratas de California ya han contestado que iniciarán un proceso similar para compensar

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La reforma del mapa electoral de Texas avanza tal como Donald Trump quiere. Después de semanas con los congresistas demócratas fugados del estado para bloquear la votación, la cámara baja estatal ha acabado pasando la remodelación de los distritos electorales que ayudará a ampliar hasta cinco los escaños de los republicanos en el Congreso federal en las elecciones del año que viene. Después de un tenso debate, la propuesta ha tirado hacia adelante con 88 votos a favor y 52 en contra.

Con la votación de la cámara baja superada, prácticamente se puede dar por aprobado el cambio. La mayoría republicana en el Senado estatal es mucho más sólida y prevé tramitar la propuesta este mismo jueves. Asimismo, el gobernador republicano Greg Abbott, quien durante todo este tiempo ha hecho campaña a favor del rediseño, ya anunció que firmaría sin demora el mapa para hacerlo efectivo.

Los republicanos actualmente controlan el Congreso gracias a unas mayorías muy ajustadas. En la Cámara de los Representantes, su dominio depende solamente de cinco escaños, y en el Senado se sostiene gracias a 6. Con estos números, los demócratas centran todas sus energías en las elecciones del año que viene, donde estarán en juego los 435 asientos de la cámara baja y un tercio de la cámara alta (35). Por ello los cinco escaños que se han cambiado de bando en Texas eran tan cruciales.

La reconfiguración de Texas anticipa el inicio de una precampaña electoral para las legislativas del 2026 marcada por el gerrymandering, concepto con el que se conoce la manipulación de los mapas electorales para beneficio de un partido. Otros estados demócratas ya han prometido hacer lo mismo para contrarrestar las reformas republicanas.

Porque Texas no es el único estado rojo que Trump quiere modificar para asegurar su ajustada mayoría parlamentaria en el Congreso federal.

El bastión demócrata de California, que se ha alzado como principal foco de la resistencia frente a Trump, tiene previsto votar el jueves también un nuevo rediseño de su mapa electoral para convertir tantos asientos republicanos como sea posible en demócratas. “It’s on Texas (a jugar, Texas)”, decía el gobernador californiano, Gavin Newsom, en X poco después de que se supiera el resultado de la votación en Texas. Desde que los republicanos pusieron en marcha los mecanismos legislativos del gerrymandering que Newsom prometió responder con una acción similar para compensar.

Trump, que pidió públicamente lograr estos cinco escaños en Texas, ya tiene la mirada puesta en otros estados republicanos para que rediseñen favorablemente sus mapas. Indiana, Misuri y Florida encabezan la lista. Mientras que los demócratas planean contrarrestarlo en Illinois y Maryland de cara a las elecciones de 2026 y en Nueva York para 2028.

Los demócratas que estuvieron exiliados durante dos semanas para bloquear la propuesta regresaron a Austin, la capital del estado, el lunes. Tras diversas amenazas por parte de los republicanos – incluido el fiscal general del estado, que puso sobre la mesa la posibilidad de ordenar su detención – los legisladores demócratas volvieron a Texas cuando vieron encarrilada la reforma electoral californiana. Su acción sirvió también para visibilizar una práctica que, a pesar de que tiene su historia dentro de la política estadounidense, es inusual cuando falta tan poco para las elecciones de medio mandato.

Más allá del gesto simbólico, los demócratas habían huido porque, según el reglamento, su ausencia hacía imposible avanzar la reforma. Su retorno al congreso estatal podía restaurar el cuórum necesario de las dos terceras partes de la cámara para proceder, no solo en la votación del mapa electoral, sino otras 18 propuestas legislativas que habían quedado congeladas.

Los demócratas denuncian que este nuevo rediseño en Texas viola la Ley de Derecho al voto, ya que resta representación a las comunidades latinas y negras, fragmentando sus distritos. Por ejemplo, en Houston el nuevo mapa traslada el noveno distrito congresional, que ocupa el congresista federal Al Green (quien fue expulsado de la cámara por protestar contra Trump durante el discurso al Congreso) a una zona con mayor presencia republicana.

Según exponen los demócratas, esta reforma lo que busca es dispersar los votos de las minorías con el fin de favorecer su partido. Es por ello que ya han advertido que una vez se haga efectivo el nuevo diseño, lo recurrirán ante los tribunales.