
Un monarca puso la primera piedra y un dictador lo bombardeó: el santanderino Barrio Obrero del Rey ya es centenario
Este 24 de agosto se cumplen 100 años desde que el rey Alfonso XIII inaugurara las obras de esta barriada de cooperativas que sufrió un trágico bombardeo de la aviación franquista en 1937
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La primera piedra la puso un rey y un dictador bombardeó lo construido. Se trata del Barrio Obrero del Rey, que este 24 de agosto cumple 100 años de historia, y que en ese tiempo ha visto cambiar de nombre dos veces, según el régimen político del momento: de Barrio Obrero, durante la República; a Barrio del Rey, durante la dictadura.
Y es que un 24 de agosto de 1925, el rey Alfonso XIII presidió la colocación de la primera piedra de este barrio de cooperativistas que se habían pagado sus casas “baratas” al precio de 6.800 pesetas. Las viviendas fueron entregadas tres años y medio después y estos días, de celebración del centenario de colocación de la primera piedra, los vecinos van a recordar aquel momento con exposiciones y charlas.
Hay disponible material gráfico y documentos de la prensa de la época, y de otro tipo, como el viejo reglamento de cooperativistas, así como diversos objetos, caso del material escolar de su primera escuela y la réplica del arca que se enterró en 1925 en el acto de colocación de la primera piedra. Todo ello se expone en el escaparate de la tienda del barrio y en la plazoleta este mismo domingo. Para los que quieran consultar la documentación en internet habrá accesible un QR.
La alcaldesa de Santander, Gema Igual (PP), en una visita reciente al Barrio Obrero del Rey
El barrio tiene una configuración especial que lo diferencia del entorno y un espíritu vecinal fuerte que se ha prolongado con las décadas. Preservado del entorno con vallas de acceso y un muro, tiene tres fechas significativas en su historia: la de la colocación de la primera piedra (24 de agosto de 1925), la de entrega de llaves a los cooperativistas (12 de febrero de 1928) y el bombardeo por la Legión Cóndor en represalia por la masacre en el buque-prisión Alfonso Pérez (27 de diciembre de 1936), bombardeo que se saldó con cerca de 70 muertos en la ciudad.
Recorte de prensa con una imagen de destrucción del Barrio Obrero del Rey, en Santander.
“2025 es un año importante en la larga vida del Barrio Obrero, celebramos el siglo del comienzo de su construcción, con la colocación de la primera piedra, y el final de las obras de rehabilitación integral del mismo”, explica un vecino, haciendo referencia también a la reciente rehabilitación del barrio, en la que se han invertido fondos europeos.
De los recortes de prensa de aquella época surgen cosas curiosas, como, por ejemplo, que una mujer no podía ser cooperativista si estaba casada y que el día de la inauguración, ya sin monarca, solo acudió el alcalde: el resto de autoridades asistía a un banquete en Villacarriedo, organizado por el presidente de la Sociedad de Ganaderos de la Montaña.
“Casas baratas”
Pero lo más sonado fue sin duda la colocación de la primera piedra del “barrio de casas baratas”, en un acto que contó con la presencia del monarca. “Su Majestad el Rey Don Alfonso XIII colocó la primera piedra, que bendijo el ilustrísimo señor Obispo de la Diócesis doctor don Juan Plaza, del Barrio de casas baratas para la clase obrera, en presencia de las autoridades, iniciador del proyecto arquitecto autor del mismo y de mucha parte de los moradores de esta muy noble siempre leal y decidida y siempre benéfica ciudad de Santander y firmaron este acta que va a quedar encerrada en su caja de plomo debajo de la piedra”, señalaban las crónicas de la época.
Plano del Barrio Obrero, de 1927.
El barrio obrero fue construido “en los terrenos de la señora viuda de Hoppe, del paseo del Alta y la carretera de Perines”. A diferencia de otros barrios, a este se le dio importancia que contara con zonas ajardinadas y amplias calles, de 12 y 15 metros de anchura “con crecido arbolado que a la vez que preste sombra sus avenidas las adorne delicadamente”, según queda recogido en crónicas de la época en el blog Barrio Obrero del Rey, de Óscar Corvera Noriega.
El barrio tenía previsto contar con un mercado de abastos a modo de economato y todas las casas tenían cuarto de baño. Detrás de ello, había una mentalidad que prefería ofrecer vivienda digna a los obreros para mantener la paz social.
Como se podía leer en ‘El pueblo cántabro’: “El señor Alonso [promotor] que ha sido un trabajador infatigable toda su vida [creía] que el obrero como todo hijo de Dios tiene derecho a un albergue para él y para su familia en sitio saneado limpio e higiénico de esta manera los hijos del productor habituados a vivir en lugares impropios de seres humanos alejaran de sí las malas ideas alimentando su espíritu en una política sin odios que de otra manera necesariamente han de exacerbarse en contra de los explotadores”.
Para la visita del rey, se construyó un arco de laurel y flores. A las 16.30 horas llegó el monarca, quien fue recibido por el obispo, el gobernador civil, el presidente de la Diputación y el marqués de Hazas, general Saravia, el arquitecto Lavín y el contratista Alonso. “Tras contemplar los planos del proyecto firmó el acta que junto con algunos periódicos locales fue introducido en una arqueta y está en la primera piedra que solemnemente bendijo el señor obispo”, comentan los cronistas de hace un siglo.
Actualmente, el barrio conserva la placa que con ocasión de la visita regia se colocó. El día de la inauguración, un 12 de febrero de 1928, los cooperativistas eran 144 y habían pagado 1.000 pesetas de entrada y cuotas mensuales de 35 pesetas. Los plazos para pagar las 6.800 pesetas de cada vivienda se ampliaron a 14 años.